NARRA _____
Miro hacia la ventanilla que está de mi lado, cada vez vamos más rápido y estamos en una calle que nunca había visto. Los edificios son muy altos y todos están limpios y decorados, pasamos por mansiones gigantes y jardines con fuentes muy altas.
__- Mateo... ¿a dónde vamos?
Abraham- ya verás. -- contesta sonriendo sin mirarme. Da vuelta a la izquierda y entramos en una calle muy iluminada. Está llena de tiendas que parecen muy costosas.
__- nunca había venido aquí. -- susurro asombrada. Todas las personas que pasan por ahí van muy bien vestidas, las mujeres perfectamente maquilladas tienen vestidos hermosos de todos los colores y todas van con botas o tacones, los hombres de camisa de etiqueta y pantalones de vestir miran el costoso auto de Mateo como si lo conocieran de años.
Abraham- no todos vienen aquí, este lugar es... privado. -- se queda pensando un momento, después me mira y sonríe. -- no te asustes, aquí nadie nos puede molestar. -- asiento y continuo mirando el camino. Mateo vuelve a girar y pasa por una gran puerta de metal negra, es un estacionamiento y todos los carros de aquí son modernos y caros. En este momento agradezco mucho a Susana por haber escogido esta ropa para mí, si no me sentiría muy incómoda.
Mateo baja del carro guardando las llaves en el bolsillo derecho del pantalón, cierra su puerta y rodea el auto para abrirme la puerta a mí, sonrío mirando el suelo para bajar y me coloco a su lado cuando él cierra mi puerta. Me toma de la mano y comienza a caminar hacia la salida del estacionamiento.
__- creo que estamos muy lejos de casa -- digo mirándolo. Parece muy feliz y relajado, y eso me hace sonreír a mí.
Abraham- crees bien -- dice mirándome.
A un lado de la puerta de salida se encuentra un señor de unos 30 años recargado en la pared, tiene un pantalón de mezclilla rasgado de la rodilla y una camiseta de tirantes azul oscuro, el cabello negro perfectamente peinado hacia un lado y una sonrisa muy impecable. Mateo se acerca a él y con un gesto le entrega las llaves al hombre.
Abraham- no tardaremos mucho -- le dice antes de salir sin mirarlo.
Justo frente al estacionamiento hay un gran edificio lleno de carros y motocicletas en el estacionamiento, la entrada es muy grande y tiene puertas de un vidrio muy grueso, las paredes son de un amarillo muy tenue y parece muy alto por las ventanas que lo rodean en la parte de arriba. Cuando entramos miro hacia arriba ¡es un centro comercial!
Tiene cuatro pisos y por todas partes hay tiendas de ropa muy cara, miro asustada a Mateo y él me guiña el ojo sonriendo. Me sonrojo y bajo la mirada. ¿¡Por qué aún me pone tan nerviosa que haga eso!?
Abraham- vamos. -- me tira de la mano suavemente y comenzamos a caminar.
__- ¿porqué estamos aquí? -- susurro mirando las enormes tiendas que pasan a mi lado, una tras otra y no acaban.
Abraham- necesitamos comprarte algo. -- dice despreocupado, como si esto no tuviera importancia.
__- pero... ¿¡aquí!? No necesito nada Mateo, además todo esto parece muy costoso... -- Mateo se gira hacia mí muy serio y me mira a los ojos.
Abraham- ¿recuerdas nuestro trato? -- abro los ojos sorprendida y asiento atónita ¿todo esto ya estaba planeado? Lo hizo sabiendo que cuando viniéramos no me podría negar.
__- sí, pero...
Abraham- nada, quedaste en que no te negarías a nada que te queramos dar. -- me acomoda un mechón de cabello tras la oreja y me sonríe, ruborizada (de nuevo) y algo molesta asiento sin decir nada. -- buena chica, ven conmigo.
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Mi primera esperanza (Abraham Mateo) (Corrigiendo)
Romance____ ha tenido una vida muy difícil además de un pasado tormentoso. Actualmente vive en la calle, hasta que conoce a Abraham Mateo, un chico muy guapo pero engreído al que ella aún no conocía y que le esconderá algunos secretos. ¿Uno de ellos...