❝ Papá ❞

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Girl.

Dormir había sido difícil.

Lloré durante la mayor parte de la tarde, manteniéndome en mi habitación hasta que mis párpados habían cedido y luego, un estruendo.

No me importó salir con ojos hinchados, estaba preocupada. Mi padre estaba decidido a encontrar al culpable pero no tuvo mucho éxito.

"Un auto, si, te lo digo, alguien quiso robar en el almacén" dijo al teléfono, estaba llamando a la comisaría "¿Seguro no hay reportes de robos?, bien, bien... No... Dije que estaba bien, gracias"

Volví a mi cama de puntillas. ¿Sería posible?, ¿había sido un intento de robo o....?

Robert.

Me cubrí con las cobijas aterrada por la idea. No, mi padre no podía verlo. Menos si lo que quería era vernos a escondidas, no tenía idea de cómo reaccionaria o lo que le haría. ¡Y sobre todo aún no quería verlo!. Con tantas preocupaciones, ni siquiera me di cuenta cuando había caído dormida.

A la mañana siguiente mi padre estaba en la cocina, lo cual se me hizo extraño porque pasaban de las nueve. Caminando de aquí a allá, alistándose para algo, usando una sudadera lisa color azul y una chaqueta marrón que no había visto antes. Incluso se había afeitado. Estaba casi radiante, como si le hubiesen quitado diez años menos, se movía con energía arreglando la sala, incluso podía oler su perfume. Pero en lugar de que me diera alegría, estaba aterrada.

"Zoe" dijo al verme en la escalera, sobresaltandose por mi presencia como de costumbre "No esperaba que te despertaras tan temprano... Tengo que irme, es tarde para el trabajo, eh, hay café y comida, te veo al rato" dijo, tomando las llaves de su camioneta hasta la puerta, mirando de reojo su propio reflejo. Dió un portazo y lo miré apresurar el paso por la gravilla.

Bueno, al menos me ignoraba como siempre.

Preparé el desayuno pensando en todas las cosas que haría por delante. Debía evitar el pueblo por algunos días si es que no quería ver a Robert, y sobre todo a Luna. Aunque dudaba que ella fuera a mirarme siquiera.

Salí al jardín y recogí unas bayas. Pasar tanto tiempo en casa tampoco era una opción, pero habían intentado robar ¿o era Robert?.
Y con lo que resultó importarle a mi padre. El hombre preocupado de ayer había desaparecido, a primera hora y saliendo de casa sin decir nada más. Al menos había sido divertido verlo echándose a correr.

Preparé unos waffles y café, el día estaba nublado pero caluroso. Como si el sol se esforzara tanto por salir de entre aquel grisaceo plano.

Podía ir al arrollo a refrescarme un poco, no estaba tan lejos. Pero, me asustaba un poco. ¿Y si un ladrón se paseaba por allí?. ¡Tonterías! Estaba bien oculto entre el bosque. O podía hacerle una visita a Helena, aunque esperaba no hiciera tantas preguntas.

Abrí la ventana de la cocina, el aire voló algunas servilletas por todo el piso. Levanté todo y las puse sobre la barra, descubriendo unas llaves. ¡Eran del trabajo de mi padre!.

Miré el reloj y conté las horas de viaje hacia la granja. Él manejaba rápido así que probablemente se hacía cuarenta minutos, lo cual significaba que ya no tardaría. Busqué el teléfono en la agenda y marqué enseguida. No tardaron mucho en responderme.

"Veterinaria Northside"

"Hola, soy Zoe Barnett, me preguntaba si mi padre ya había llegado, olvidó sus llaves"

"Hola Zoe, no, tu padre no ha llegado pero... Me parece..." escuché que movía papeles "Si, hoy fue su día de descanso"

"¿Día de descanso?... Oh si, ¡acaba de llegar! Muchas gracias"

Just Like Heaven | PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora