Boy.
"¿Y bien?" Simon se frotó las manos una vez más, encogiendose en el asiento del piloto, los cristales se empañaban y su pelo parecía húmedo por la atmósfera fría.
Robert tenía los dedos fríos sobre el volante y las orejas rojas, estaba al borde de conseguir otro resfriado pero su madre y Leonore lo habían llenado de hierbas y té con miel, discutiendo el porqué no se le había ocurrido llamarlas para que lo recogieran en casa de su amigo. Obviamente no iba a contarles dónde había estado realmente.
"¿Y bien qué?" preguntó Robert, subiendo la calefacción del auto, mirando el camino lleno de neblina que comenzaba a esparcirse a causa de la brisa, recordó el día en el que llegó a Greenwich, era igual de frío y húmedo que aquel día; recordó el dolor de cabeza y luego lo molesto que estaba con sus padres por llevarlo allí, ahora se sentía tonto. ¿Era más feliz aquí?, si.
Un pequeño dolor en el pecho lo hizo sacudirse, estaba un poco preocupado...
"Desapareciste casi dos días, no me llamaste, casi voy a tu casa"
"Ni siquiera Zoe me pregunta todo eso" se rió por la exagerada preocupación de su amigo
"¿Zoe? Ah, entonces fue ella quién te mantuvo ocupado"
"Fuimos a nadar"
"¿Con la lluvia? Estás loco, enfermarás, yo no puedo cruzar la mitad del pueblo en ésta época sin tomar un resfriado"
"Hacía calor, después de eso nos atrapó la lluvia..." miró la mueca de sorpresa de parte de Simon.
"¡¿Pasaste la noche con Zoe Barnett?!"
Robert apretó el volante, abrumado con la estupidez de su boca. No quería que viera a Zoe de esa forma, no quería hablar de lo sucedido porque era algo que les pertenecía, solo ella y él. Aunque Simon no lo estaba preguntando de mala gana o con otra intención, sintió la molestia calentandole las orejas.
"No seas tonto, su padre llegó, me fui a casa, la conexión de teléfono es una mierda cuando llueve"
"Es verdad, pero después de un tiempo te acostumbras" lo miró de reojo, su amigo miraba la ventana más interesado por la neblina que por volver a preguntar. Suspiró tranquilo "Aunque en el pueblo casi no pasa, las casas lejanas siempre tienen mayor problema"
Relajó los hombros, la charla se estaba desviando a otra parte. Eso lo tranquilizó en gran medida. No pensaba, ni estaba interesado en contar lo sucedido, además Zoe era una chica discreta, y para la mayoría de las personas en Greenwich, reservada y educada, no mancharía aquella reputación por la estupidez de su lengua, no, Robert no era capaz de hacerlo. La simple idea lo horrorizaba.
Su mente divagó hasta recordar las manos de Zoe sujetandole los hombros, se había mirado al espejo en cuanto llegó casa y tomó un baño caliente, las pequeñas marcas de su dedos ardieron con el roce del jabón perfumado. Pensó en el olor del cabello oscuro de ella, en su boca rosa y el mordisqueo constante de sus dientes sobre sus labios, intentando calmar sus bonitos quejidos. Pensó en su cintura... Parpadeó un par de veces, obligándose a pensar en otra cosa... Algo feo para que pudiera calmarse, ya le había sucedido dos veces ésta mañana... El colegio... si, debía ver qué haría con el colegio apenas pasaran las festividades de año nuevo, si iba a inscribirse o tomaría la decisión de abandonar sus estudios.
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Just Like Heaven | PAUSADA
Fiksi PenggemarUn pueblo tranquilo y una vida cotidiana, el deseo de Zoe de que llegara algo emocionante a su vida parece cumplirse con la mudanza de un extraño chico de ropas oscuras.