Girl.
Para medio camino recordé algo, algo importante que había olvidado: mi bicicleta. Me sentí algo desesperada por saber si Robert la iba a mantener en un buen lugar, o si sus padres notaron algo extraño.
Los nervios aparecieron ante ese pensamiento.
Si ellos se enteraban o se molestaban y terminaban llamando a mi padre...
Mi pulso se aceleró. ¡Qué tonta había sido!, mi padre iba a llamar en cualquier momento.Corrí fuera del camino, por el verde pasto, brincando los charcos y esquivando los árboles. Mirando apenas un par de autos que pasaban. Hasta por fin visualizar mi casa y los prados.
Escuché el teléfono sonando en la lejanía. Salté el muro de piedra del jardín trasero, tomando la llave de una maceta, llenándome los dedos de tierra mojada, abrí con rapidez, tropezando con el tapete, azoté la puerta y tomé el teléfono, intentando tomar aire por la boca.
“Diga” dije con algo de dificultad
“Zoe, ¿donde carajo estabas?”
Me llevé la mano al pecho al oír su voz, obviamente molesto. Inventé excusa tras excusa en mi cabeza, tan rápido que ninguna me era clara. Tragué saliva.
“Yo...”
“Ésta es la quinta llamada, fui claro contigo al pedir que no salieras”
“Lo siento, fui a comprar una trampa para ratas” solté sin saber si funcionaria “No encontré el veneno, y se ha metido una, vi empaques con mordeduras”
Escuché un suspiro pesado al otro lado de la línea, diferentes voces y sonidos. Un tractor, ovejas o quizá una cabra que lloraba. Pareció una eternidad de espera hasta volver a escucharlo.
“¿Una rata?” dijo más tranquilo “¿Fueron muchos empaques?”
“Dos bolsas de lentejas” volví a mentir
“Está bien, ten cuidado con eso”
“De acuerdo” me senté en el banquillo cercano, enredando el cable en mi dedo índice, haciendo círculos. No tenía idea de qué preguntar, no estaba segura de que respondería. Si llamaba, significa que habían llegado a la granja, el ruido era evidente. ¿Preguntar del clima quizá?, no, allá siempre era más lluvioso.
Preguntar si Alice estaba cerca de él. No, tampoco, no tenía la confianza para ello. Sólo rogaba porque no fuera así.
“Me preocupé por tí” dijo al fin, sorprendiéndome. Casi sonreí, a punto de responderle pero se apresuró a agregar “Trata de quedarte en casa ¿de acuerdo? Debo colgar”
“Papá...”
“Buenas noches Zoe”
“Buenas noches” dije rendida y colgué junto a él.
Recargué mi espalda a la pared, sintiendo mis piernas arder y los dedos temblorosos. Correr de esa forma me había dejado exhausta.
Miré mis manos, miré mis nudillos, recordando los besitos suaves de Robert allí. Un cosquilleo me recorrió el estómago, haciéndome sonreír.
Abracé las piernas a mi pecho, pensando en nosotros dos, y la hermosa melodía de su piano. Era talentoso, muy talentoso. Y esperaba con ansias verlo en esa batalla de bandas. Quería escucharlo. Aún no me decía que iba a hacer él.El teléfono sonó una vez más, lo tomé con entusiasmo, sabiendo que llamaría
“Zoe”
“Robert” dije divertida
“Intenté marcar pero sonaba ocupado”
“Mi padre llamó”
“¿Tuviste problemas?”
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Just Like Heaven | PAUSADA
FanficUn pueblo tranquilo y una vida cotidiana, el deseo de Zoe de que llegara algo emocionante a su vida parece cumplirse con la mudanza de un extraño chico de ropas oscuras.