¿Por qué no puedo ser una chica?

Vacío

- Lo lamento ottosan, ya comprendí, los chicos solo pueden enamorarse de las chicas....

- Oh eso... - rascó su nuca. - Hablé con tu madre sobre eso, ella... ella cree que sigues siendo especial. No me malinterpretes, para mi sigue siendo una deshonra, pero ¿Qué puedo hacer al respecto ya? Además, tu madre me regañó.

El cuerpo de Tendou de pronto comenzó a temblar, le costó pronunciar las palabras, pero al final lo hizo.

- ¿Ma-Mamá? ¿Hablaste con ella?

- Mamá volvió a casa.

No pasó ni un segundo desde que Tendou escuchó aquella oración para salir corriendo por toda la casa con la esperanza de ver el rostro de su bella madre, entró a la que era su habitación y la vió ahí, tejiendo un suéter.

- Bienvenido cariño.

Tendou corrió y dejó caer todo su cuerpo sobre ella en un abrazo fuerte, pero cálido. Las lágrimas caían y caían por parte de Satori, por fin podía ver a su madre, la cual era idéntica a él, aquel cabello rojo le lucía fabuloso.

Los sollozos de Satori se escuchaban por toda la habitación, su madre pasaba con delicadeza su mano por el sedoso cabello de su hijo.

- Papá me lo contó todo, lo siento por no haber estado aquí para protegerte.

- ¡No hay problema, no hay problema! - dijo Tendou aferrándose a su madre como si fuese un niño pequeño.

- Satori, papá me contó que no me visitabas porque él no te lo permitía, ¿es cierto?

- Sí...

- Así que te gusta un chico. - sonrió. - ¿Y cómo es?

- ¿No te molesta...?

- Para nada, lo que haga feliz a mi Tendou me hace feliz a mí.

Las lágrimas del pelirrojo se intensificaron aún más, por primera vez en su vida sentía una total aceptación sin cuestiones, se sentía aliviado.

Satori limpió sus lágrimas con la manga de su sudadera y agachó un poco la cabeza. - Sin embargo, me di por vencido. - su tono de voz expresaba lo mal que se sentía al decir eso.

- ¿Cómo?

- A Wakatoshi-kun le gustan las chicas.

- Oh cariño...

Tendou se recostó sobre el regazo de su madre, las lágrimas comenzaban a empapar un poco la falda de su madre. El timbre de la casa se escuchó, su madre se puso de pie, Satori la detuvo colocando su mano sobre su brazo.

- Si en la puerta ves a dos chicos, diles que no estoy.

- Está bien, cariño.

La señora recorrió la casa hasta llegar a la puerta principal de esta, la abrió, efectivamente, habían dos chicos en la entrada.

- No sé cual sea Wakatoshi-kun, pero ambos son lindos. - pensó. - ¿Hola?

Ushijima se sorprendió un poco, aquella mujer tenía un increíble parentesco a Tendou, seguramente era su madre, la cual jamás llegó a conocer.

- Hola, usted es... ¿la madre de Tendou?

- Así es, ¿Necesitan algo?

- ¿Esta Tendou?

- ¿Tendou? Él dejó de vivir con nosotros, creo que ahora vive solo.

- ¡Lo hemos estado buscando por todas partes! ¡¿No sabe dónde esta?! - expresó Semi con bastante preocupación.

La madre de Tendou observó el rostro de angustia de los chicos, por un momento se tentó a decirles que su querido hijo realmente se encontraba en casa, pero al final no lo hizo, sabía que no era lo que Tendou querría que hiciera.

- Satori me dijo que se sentía cansado y que se quería dar un respiro. Pueden dejarle algún recado conmigo, seguramente venga a visitarme algún día de estos.

- ¿Puede darle esto? - Ushijima sacó de su bolsillo una carta, se la entregó a la madre de Tendou.

- Claro. - asintió con una sonrisa. - Bueno, ¿Eso sería todo cierto?

- ¡Por favor dígale que lo extraño demasiado, Tendou para mí es... el mejor, hace bastante falta en los entrenamientos, nada es igual sin él! - Semi intentó contener las lágrimas, al final no lo logró.

La madre de Satori se acercó a ambos chicos y revolvió sus cabellos. - Solo espérenlo, todo estará bien. - sonrió.

...

La madre de Satori entró nuevamente a la casa, fue al cuarto de Tendou y le entregó la carta que Ushijima le había dado.

La tentación mataba a Tendou por abrir el sobre, pero no lo hizo. No podía cambiar de plan, había decidido romper sus lazos y ser uno solo ahora.

- Tendou, ellos realmente te extrañan, piénsalo dos veces.

Esas palabras hicieron sentir aún más débil a su corazón, pero decidió ignorarlas. Abrió un cajón y depositó ahí la carta, no quería leerla.

...

Semanas después

Los pensamientos de Tendou no lo dejaban dormir, el insomnio lo atacaba noche tras noche.

Sentía un enorme vacío, se suponía que con esta desvinculación quería liberarse completamente de los sentimientos que lo atacaban, pero ahora... simplemente no se sentía completo, ¿Qué estaba sucediendo? No solo se había perdido a si mismo, perdió a los seres que amaba.

Satori salió a comprar un poco de alcohol, siempre lo hacía sin que su madre lo descubriera, pero no había otra forma de alivianar su dolor, le gustaba sentirse ebrio, era su único escape, era como si no estuviera en esta realidad, era reconfortante.

Tendou yacía en el piso de su habitación con la botella a su lado y la mirada perdida.

- Estoy directamente en el suelo, el alcohol sirve para alivianar mi dolor. Me siento tonto y oscuro, sacudiendo los pensamientos en mi cabeza. ¿Por qué estoy en este estado? Me siento roto.

Wakatoshi-kun, te extraño cariño... - exclamó tomando más de la botella. - Extraño la forma en la que decías mi nombre, extraño todo de ti.

Estoy destrozado ahora, me estoy derramando sobre este suelo, estoy dando vueltas en mi cerebro antes de que pueda volver a ti... ¿Qué se supone que debo hacer sin ti?

Me siento vacío... ¿Qué debo hacer Wakatoshi-kun? ¿Qué puedo hacer para estar bien?

...