¿Por qué no puedo ser una chica?

Mi respectivo futuro

❐│ Mɪ ʀᴇsᴘᴇᴄᴛɪᴠᴏ fᴜᴛᴜʀᴏ
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Había pasado ya casi un año desde aquel indeciso momento en la vida de Tendou, el que sería de su futuro y qué haría de sí mismo en los próximos años.

Sin embargo, había un sólo problema.

Desde que Wakatoshi entró a la universidad de Kyushu, en Fukuoka Japón, Satori decidió irse a vivir junto a él e ingresar en algún curso momentáneo de cocina y repostería antes de cursar alguna carrera universitaria.

Ahora que finalmente había decidido continuar con sus estudios, ninguna buena academia de gastronomía daba lugar en la prefectura de Fukuoka, la más cercana a la que podía rendir examen era en Hiroshima, a tres horas de su actual hospedaje.

"Ese no es un problema, hazlo", opinó Ushijima sobre el tema, a Tendou le disgustaba con creces la idea de separarse de él, su preciado Wakatoshi-kun, el cuál estuvo a su lado la mayor parte de su vida.

Wakatoshi era conocedor del amor inmenso que ambos se tenían y el como ambos debían fungir en la relación un papel de apoyo en lugar de algún tipo de estancamiento, tenía bien en claro las capacidades de su pareja y el como apoyar cada una de sus decisiones ayudarían no sólo al progreso de su novio individualmente, sino a la relación como tal.

Entre lágrimas, Tendou aceptó tal sacrificio.

Contando con el apoyo emocional de su pareja, y el apoyo monetario de sus padres, finalmente tomó la decisión de rendir examen en aquella institución, la prefectura de Hiroshima estaba en espera de aquel pelirrojo valiente y un tanto atemorizado.

Mirando por el retrovisor, Ushijima observaba como su novio jugueteaba con sus manos, mirando el paisaje por la ventana, con el entrecejo un tanto fruncido.

- Tranquilo, te irá bien. - exclamó devolviendo su vista a la carretera, antes de regalar una cálida sonrisa a su pareja.

Satori miró el rostro de su novio por aquel pequeño espejo, sonrió y se estiró un poco en la misma posición, llevando una de sus manos a su cabello, masajeándolo un poco.

- Sé que es una academia de alto nivel, mis padres a pesar de no haber estado tan presentes en mi vida, económicamente nunca me fallaron. Tengo miedo de no dar el alto y hacer un gasto en vano para mis padres.

Antes de responder, Ushijima aclaró su garganta, se podría decir que conocía a la perfección a su pareja.

- Te conozco y conozco a tus padres. Tendou, si bien tu padre nunca fue una buena figura paterna, en el estudio y en el deporte fue económicamente presente, algo que a leguas se notaba quería un desempeño por tu parte, y no necesariamente una exigencia. En el caso de tu madre, por circunstancias de su inestabilidad emocional y aquella depresión que tenía, no pudo estar contigo gran parte de tu niñez y en mi caso, no pude conocerla en ese aspecto, sin embargo, cuando regresó a casa, noté el inmenso amor que ella tenía por ti.

Satori abrió bien los ojos y reincorporó su postura, sin retirar ni un sólo segundo su mirada del espejo, mirando a Ushijima, quién aún mantenía su vista en la autopista.

- A lo que voy. - continuó. - Tus padres son económicamente estables, pero más allá de eso, no creo que les genere un conflicto gastar en tus estudios, incluso viéndolo por el lado de poder apoyarte ahora que no pudieron hacerlo antes. Créeme que el estudio jamás será una mala inversión en un hijo.

Tendou se echó para atrás, recargando su cabeza en el asiento, cerrando ambos ojos, respirando con profundidad.

- Es raro, nunca llegué a sentir un apego tan profundo con ellos, sin embargo, no sé porque siento la sensación de "no defraudarlos".

- De ahora en adelante, haz las cosas por ti y para ti, sí, agradece el apoyo emocional y económico, es importante. Pero, no te por contar con aquello debes presionarte, eres el único dueño de tu destino, al único que no debes defraudar es a ti mismo.

Sin abrir todavía los ojos, Satori sonrió.

Tras su llegada a Hiroshima y el rendimiento de su examen, unos cuantos meses después, dicho pelirrojo se encontraba sentado sobre su cama, la cobija cubría ambas piernas en totalidad, a su lado estaba Wakatoshi, masajeando sus hombros.

Leer la leyenda de "aprobado" en dicha página académica fue suficiente para dar un tremendo salto de la cama y golpearse con el foco, cosa que hizo reír a Wakatoshi, el cuál se levantó con calma, extendiendo sus brazos y fundiéndolo en un fuerte abrazo.

"Sabía que lo lograrías" escuchó Satori, haciéndolo soltar sus primeras lágrimas.

De inmediato comenzaron los preparativos, Tendou se iría a vivir a Hiroshima, en alguna resistencia estudiantil. En el caso de Ushijima, ingresaría a su segundo año de universidad, su carrera y universidad le permitían profesionalizarse en el voleibol, algo que estaba llevando a cabo.

Fines de semana y días festivos no dudaban ni un segundo en visitarse.

La relación a distancia resulto un desafío complicado que el amor y el respeto que ambos se tenían no permitió dañar.

Ambos eran dos adultos ahora.

Dos adultos buscando sus respectivos caminos, pero contemplándose aún en sus correspondientes futuros.

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