Respuesta

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❐│ Rᴇsᴘᴜᴇsᴛᴀ
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Las gotas de lluvia caían con tranquilidad en aquella noche estrellada.

A través de su paraguas, Satori podía observar como descendían, rebotando en las esquinas, para finalmente caer a los pequeños charcos que se formaban en el suelo, los cuales la gente pisaba sin mirar atrás al caminar en las calles tan transitadas de Shibuya, Tokio.

El chico pelirrojo caminaba sin rumbo hasta detenerse frente a la estación, la lluvia se intensificaba un poco, la gente seguía avanzando, aquellos que no llevaban paraguas corrían cubriéndose con ambos brazos, el chico únicamente veía, un tanto disociado, tratando de encontrar en cada una de las personas que veía respuesta a sus incógnitas.

- Dime, Hachiko, ¿Será una buena idea? - preguntó como si la estatua frente a él fuese a contestar.

De pronto, una voz un tanto grave respondió.

- ¿Qué será una buena idea?

Tendou abrió sus ojos algo asustado, inmediatamente se reincorporó de la posición que tenía y atemorizado miró a la estatua.

- ¡¿Hachiko?! ¡¿Hablas?!

Un golpe fue dado en la coronilla de su cabeza.

- Idiota, soy yo.

Tendou giró rápidamente hacia sus espaldas, era Semi, quien llevaba una sudadera negra, unos jeans holgados, y un paraguas transparente, como el de Satori.

- No me asustes así, me dará un infarto, no quiero morir joven, tengo muchas cosas por cumplir.

- ¿Cómo qué? ¿Casarte con Wakatoshi?

Satori lo miró entre risitas.

- ¡Bueno ya, al punto! - exclamó en voz alta. - ¿Qué tanto balbuceabas antes? ¿Qué cosa será una buena idea?

- Semi, ¿Tú ya sabrás qué harás de tu vida?

- ¿Eh? Nah. - respondió desinteresado. - Lo único que sé es que no seguiré con el voleibol, quizás me meta algún curso de arte o música, pero aún no lo sé. ¿Y tú?

- ¿No te aflige no tener una respuesta clara?

- Para nada. Tendou, tengo dos hermanas mayores, que actualmente ya tienen sus vidas hechas, y te digo una cosa, aquello que en la universidad pensaron hacer, no lo hicieron. Una estudió derecho, y dime qué hace ahora.

- ¿Q-Qué hace?

- Es estilista.

Satori rió un poco.

- A lo que voy. - dijo volviendo a tomar algo de aire. - No me refiero a que debemos de perder nuestro tiempo, para nada, sin embargo, si nos apresuramos a encontrar una respuesta por tener la presión de observar como los demás avanzan, entonces el "avanzar" no valdrá la pena.

Satori lo miró incrédulo, Semi tenía algo de razón, y quizás mucha de aquella sabiduría la tenía gracias a la experiencia de sus hermanas mayores, algo de lo que Tendou jamás experimentó.

- En mi caso, me daré un tiempo para pensar en lo que verdaderamente quiero, no quiero hacer gastar a mis padres en alguna carrera universitaria de la cuál ahora no estoy convencido. Pero no perderé el tiempo, quiero inscribirme a algún curso, para ver si la música o el arte es lo que verdaderamente quiero.

- ¡Gracias Semi! - gritó con todas sus fuerzas, llamando la atención no sólo de su mejor amigo, si no de las personas transitando en la ciudad.

- ¿Gracias por qué idiota?

- Quería saber si estudiar gastronomía era una buena decisión, pero me convenciste con tu idea, quizás primero deba experimentar con algún curso de cocina y repostería antes de hacer gastar a mis padres en una carrera universitaria.

Semi sonrió y revolvió el cabello rojizo de su mejor amigo.

En el abrigo de Satori, específicamente en su bolsillo, comenzó a vibrar su celular, el cuál sacó inmediatamente, dejando ver en la pantalla el nombre de Ushijima.

- Te necesita tu hombre. - rió. - Contesta, yo debo ir a comprar unas cosas, quedé de verme con Shirabu y voy tarde.

Tendou sonrió pícaramente, Semi hizo una cara de completo disgusto.

- ¡Idiota! - gritó, para después soltar una carcajada. - ¡Me voy, me saludas a Wakatoshi, dile que tiene mis respetos por aguantarte!

Tendou realizó un puchero y finalmente movió su mano de la lado a lado despidiéndose de Semi, a quién perdió de vista entre la tanta gente que caminaba a su lado.

Tomó su celular nuevamente y devolvió la llamada a Wakatoshi.

- Tendou, cariño, me tenías preocupado, es bastante tarde y no contestabas mis mensajes, ¿Estás bien?

- Estoy bien Wakatoshi-kun, gracias por preocuparte por mí, lo siento, me encontré con Semi y nos quedamos conversando un buen rato.

- Menos mal. ¿Dónde estás? Voy por ti.

- Puedo regresar a pie cielo.

- Ni hablar, la lluvia está empeorando y Shibuya queda bastante retirado de nuestro hogar. Dime en dónde te encuentro, voy ahora mismo.

- Frente a la estatua de Hachiko, aquí te espero entonces.

- Acércate un poco más a la estación para que no estés sólo, voy enseguida.

Al finalizar la llamada, Tendou volvió a guardar su teléfono celular en el bolsillo de su abrigo y caminó hacia la estación, tomó asiento en una de las bancas que había disponibles y se dispuso a esperar a su querido novio.

Cuando después de unos treinta minutos visualizó a su pareja, corrió con ambos brazos extendidos, hasta unirse en un cálido abrazo.

- ¿Y bien? ¿Te despejaste? - preguntó, acariciando suavemente el suave cabello del pelirrojo.

- Sip. Además, creo haber encontrado una respuesta. - sonrió de oreja a oreja. - Quiero inscribirme en algún curso de cocina y repostería antes de estudiar alguna carrera universitaria y hacer gastar a mis padres, quiero ver si realmente nací para eso.

Aún sin deshacer aquel cálido abrazo, Ushijima respondió. - Me parece muy bien cariño, es algo sumamente maduro.

- Le copié la idea a Semi, él quiere hacer lo mismo pero con música y arte.

- ¿Semi toca algún instrumento?

- Ujum, además canta y compone, cuando viví con él durante un tiempo llegué a escucharlo varias veces, es realmente bueno.

- ¿Y qué hacía en voleibol? Digo, es muy buen jugador, pero si eso era realmente lo que quería de su futuro, es raro que no haya escogido el club de música en lugar de deporte.

- "El club de voleibol cubre las horas de servicio social, el de música no" Eso me dijo alguna vez.

- Tiene sentido viniendo de él.

- Dímelo a mí, estaba en el club de cocina con las chicas y me cambié al de voleibol para estar contigo.

Ushijima lo miró sintiéndose un tanto culpable, Satori inmediatamente movió sus manos de lado a lado nervioso.

- ¡No! Digo- o sea, yo- yo realmente no me arrepiento de haber estado en el club de voleibol, digo, me encanta la cocina, pero quise salirme de mi zona de confort y experimentar, créeme que me lleve muchas cosas, amigos, buenos y malos días, experiencia y un novio muy apuesto.

Wakatoshi sonrió sutilmente, volviendo a fundir a su novio en un abrazo.

- Te amo, Tendou.

- Te amo, Wakatoshi-kun.

...

 ¿Por qué no puedo ser una chica?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora