Fiesta

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Al terminar de maquillar a Tendou, ambos llegaron a la casa de Shirabu, en donde sería la fiesta.

Shirabu y Goshiki recibieron a los chicos con una gran sonrisa, Tendou buscó con la mirada para ver si Ushijima había ido, al final se rindió, Wakatoshi no era un chico que solía ir a fiestas, lo más seguro es que no estaba ahí.

Semi le dió una palmada a Tendou en la espalda sacándolo de sus pensamientos.

- ¿Qué mierda buscas Satori?

- ¡Na-Nada!

- Mañana me explicarás que es lo que te sucede, recuerda, hoy solo nos divertiremos.

Satori asintió con una sonrisa algo forzada.

Goshiki jaló a Semi a la barra junto con algunos otros invitados. Habían chicos y chicas por todos lados, bebiendo, besándose e incluso algunos otros drogándose. La música estaba a todo volumen y las luces neón color morado de la casa hacían un ambiente un poco más fiestero.

Satori estaba en medio de la nada, ni siquiera la música a todo volumen podían sacarlo de sus pensamientos, parecía como si estuviese en su propio mundo.

De la nada, sintió como alguien tocaba su hombro, volteó a verlo.

- Hola guapo, ¿Cómo te llamas? - preguntó recargándose sobre el pelirrojo.

- Tendou, Tendou Satori, ¿y usted?

- Háblame de tu. - rió, el alcohol lo tenía un poco fuera de sus casillas. - Mi nombre es Terushima, Terushima Yuuji.

- Un gusto Terushima-san.

El rubio dejó su bebida en una pequeña mesa que se encontraba cerca y se acercó a la oreja de Satori.

- ¿Te gustaría bailar, Satori-kun?

Tendou sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, era algo incómodo tener a alguien tan cerca suyo, pero finalmente aceptó. Quería divertirse, olvidar sus penas de amor y experimentar un poco, después de todo no hacía daño bailar con aquel chico.

Terushima colocó sus manos en la pequeña cintura de Satori y comenzó a pegarlo cada vez más a su cuerpo. Sus pechos prácticamente estaban chocando, Terushima olía a alcohol y cigarrillos, Tendou se sentía un poco incómodo, pero dejo pasar eso.

Sus cuerpos se movían al ritmo de la música, Terushima veía a Tendou, Tendou miraba el suelo.

- ¿No vas a voltear a verme Satori-kun?

- Yo...

Tendou se liberó lentamente del agarre del rubio, su mirada seguía conectada al suelo, por un instante apareció en su mente la imagen de Wakatoshi. No podía engañarse a sí mismo, amaba a Ushijima y no podía cambiar eso.

- Lo siento, no eres él...

Terushima sacó del bolsillo de su sudadera un cigarrillo y lo encendió. - ¿Tu ex? ¿No puedes olvidarlo? - rió llevando el cigarrillo a su boca.

- Él... no es mi ex.

- ¿El chico que te gusta?

- Algo así.

- ¿No te hace caso? - expulsó el humo.

- No.

- Que mierda, consíguete a otro, seguramente tienes a varios chicos haciendo fila. - rió.

- No es así de fácil... no te imaginas cuanto deseo dejar de amarlo, sé que no tengo oportunidad alguna y aún así...

Antes de que Terushima pudiera responder, Tendou sintió como alguien lo jaló del brazo, era Semi.

- ¿Semi?

- Ven, ¡Hay que beber!

Semi llevó a Tendou a la barra en donde le sirvieron un vaso. Para ese entonces, Semi ya estaba un poco pasado de copas.

Un chico alto, cabello obscuro y ojos rasgados se acercó cautelosamente a la barra y ofreció de los cigarros que llevaba consigo.

Tendou lo tomó y lo observó unos segundos.

- ¿Marihuana?

- Una vez en tu vida no hace daño. - exclamó Suna.

Tendou suspiró y una sonrisa apareció en su rostro. Semi le pasó su encendedor y ambos comenzaron a fumar de aquellos cigarros.

Al paso de las horas, aquellos dos se sentían en las nubes. Estaban bastante ebrios que apenas y se podían poner de pie, decían tontería y media y se reían por cualquier babosada.

Tendou caminaba algo desorientado por la gran casa de Shirabu, se detuvo al observar un rostro.

¡¿Wakatoshi estaba ahí?! Talló sus ojos, estaba ebrio, sí, pero no era su imaginación, Ushijima estaba ahí.

Ushiwaka estaba rodeado por algunas chicas las cuales eran sus admiradoras e integrantes del equipo de porristas. Wakatoshi se veía un poco incómodo, pero no podía hacer nada, Shirabu lo obligó a ir.

Tendou se acercó tambaleando a Ushiwaka, las chicas lo observaron con rareza y se retiraron inmediatamente.

- ¡Wakatoshi-kun! - Tendou envolvió sus brazos en él.

- ¿Tendou?

- ¡Wakatoshi-kun!

- ¿Qué ocurre Tendou?

- ¿Puedo hacerte una pregunta? - rió, un ataque de hipo hacía que se escuchara gracioso.

- Dime.

- ¿Por qué no puedo ser una chica? Más bien, ¿Por qué no puedo ser tu chica?

Ushijima retiró el vaso que Tendou llevaba en sus manos y lo colocó en una mesa.

- Tendou, tal vez debas parar de beber, estás demasiado ebrio.

- ¡Quiero ir al baño! Nos vemos, Wakatoshi-kun.

Ushijima veía retirarse a Satori al baño, por alguna razón sentía algo de pena por él. No entendía porque Tendou últimamente actuaba extraño, pero le dolía un poco.

Tendou entró y vomitó en el baño, fue al lavabo y se echó agua al rostro. Levantó la mirada y se vió al espejo unos minutos.

Su reflejo le decía que quería irse de ahí.

Algunos minutos más se quedó contemplando su rostro sin decir ni pensar nada, simplemente viendo su reflejo.

Decidió salir y buscar a Semi, al encontrarlo se acercó a él.

- Semi, quiero ir a casa.

Semi llevó ambas manos a su cabello y empezó a jugar un poco con él, pues le dolía un poco la cabeza.

- Mierda viejo, estoy demasiado ebrio, no podré conducir.

- Yo los llevo. - una tercera voz se hizo presente, ambos voltearon, era Ushijima.

- ¡Gracias Ushijima-san! ¿Eres Dios? ¡Eres Dios! - gritó Eita.

Ushijima solo rió, ambos chicos subieron al auto de Wakatoshi, una música algo tranquila estaba en el estéreo, al avanzar, la brisa del viento abrazaba la piel de los chicos, se sentía bien. Semi se quedó dormido, Tendou solo miraba por la ventana.

Después de un largo recorrido, por fin llegaron a su destino, el departamento de Semi y Tendou.

...

 ¿Por qué no puedo ser una chica?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora