Omegaverse
Gojou es el capitán del navío más famoso de los mares. Era un alpha de temer ante cualquiera que fuera su objetivo, pero si eras un tripulante de su barco, te convertirías en parte de su familia...
Un acontecimiento extraño le lleva conoc...
-Una gran fiesta después de una increíble recompensa- sonreía aquel albino, capitán del barco "Mukagen"
Los piratas le habían puesto el nombre al barco, todo aquel pirata que se encontrará con ese barco, estaba condenado a perecer. Los únicos que están al nivel para enfrentar a esa tripulación eran otros 6 piratas. 4 de ellos aliados y 2 más enemigos.
Gojou Satoru el alpha más temido tanto en mar como en tierra, poseedor de las más grandes recompensas en tesoros y barcos. La gente envidiaba o admiraba el poder que tenía ese pirata y de ahí han surgido innumerables leyendas, generando aun más renombre en ese chico.
Que aunque pareciera mentira, es de los piratas más jóvenes de los reyes del mar. Teniendo 25 años (habrá un pequeño cambio en sus edades dentro de esta historia, se que no son las originales), a conquistado muchas cosas, tiene dinero, fama, poder...
Aunque su atractivo también era llamativo. Albino, alto y con un cuerpo bien formado, un aroma a rosas y mar tan contrastante con su personalidad, pero a la vez tan atrayente para sus parejas. Sus ojos eran un misterio, los mantenía ocultos aun para sus camaradas y aun más para sus amantes, nadie sabia el color de sus ojos, ni siquiera sabían si era posible que estuviera ciego, pero su fuerza era imposible ponerlo a duda.
-Capitán!
-Ahora que sucede Megumi?- pregunto el mayor a su primero a cargo.
El chico era menor, pero su más leal amigo, le había rescatado del barco de su padre, en un enfrentamiento entre ambas tripulaciones. Fue talvez un momento de debilidad o su buena acción del día, pero ver a un niño enjaulado supuestamente para su protección, le fue suficiente para querer salvarlo.
Ahora el pequeño alpha era su mano derecha y uno de sus mejores piratas. Tenía un atractivo misterioso. Cabello negro, ojos ónix, delgado, pero fuerte y algo que ha despertado el interés en todo el que le conoce... nadie sabe cual es el aroma del chico, aunque todos saben su género, muchos ponen en duda esto, ya que nunca han percibido un aroma de él.
-Se ha solicitado una reunión en la isla de los piratas...
-De nuevo ese vejestorio esta haciendo un escandalo- se quejo mientras se encargaba de buscar algunas galletas que eran de las cosas que más le gustaba comer, cualquier cosa dulce y buena servía.
-Parece ser... que es importante.
-No nos necesitan, si lo visitaran los otros, será suficiente.
-Parece ser... que Sukuna desapareció, el que tomara el poder será su hermano.- contestaba Megumi mientras leía la carta.
-Y? Felicidades por él.
-No se que tan feliz es la noticia. Después de todo la carta dice que es un reto para poner a prueba al chico...
-Porque harían eso? El problema es interno de la tripulación, no nos concierne.- enfureció el alpha al notar la manipulación de él hombre del que aun no podía ir en contra.
-Él chico... es omega.
Eso sorprendió a Gojou y por de más llamo su interés. Si el omega había sido reconocido por su tripulación debía de ser interesante... además, quería ir a molestar a algunos cuántos ya estando en esa situación y había encontrado a alguien de su interés.
-Bien. Iremos a divertirnos un poco.
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-Es raro volver a esta isla- Habló Megumi viendo interesado los espectaculares adornos que acompañaban las calles de esa isla.
-Es un lugar que solo so ocupa para reuniones que nos involucran a todos, en días normales, solo se usa para comprar provisiones o reparar los barcos -explicaba Gojou mientras evitaba a varios piratas que se notaba a Kilómetros las miradas asesinas dirigidas a él.
-Con razón nunca venimos...
-Es un fastidio, hay un rango de distancia segura al rededor de la isla hacia él mar, para evitar conflictos, pero apenas salen se convierten en guerras marítimas, por eso muchos piratas evitan el lugar.
-Ya veo...
-Veremos si el omega vale la pena el viaje.
-Porque le tomaste interés?- preguntó cuando se alejaron un poco de la zona del mercado y empezaban a subir por el risco, a donde se efectuaría la reunión, en la casa centro.
-Nuestra generación creció en los mares, nacimos en el mar y conocí a Sukuna... es algo sospechoso que desaparezca y dejarle todo a su hermano no crees? Que es lo que trama?
-Crees que es un plan?
-Puede ser...
-Nunca lo conocí, porque nunca te reuniste con él?
-Tuvimos algunas peleas y nuestra amistad se distanció...
-Entonces esto será peligroso no? Que tal si eres un objetivo de esta farsa?
-Tranquilo, aun no sabemos si es una trampa o si de verdad hay un problema.
-Que fastidio... ahora solo pensaré en que seremos traicionados.
-Yo haré algo si eso ocurre, ahora ve a disfrutar otra cosa mientras yo doy una vuelta para investigar.
-Haz lo que quieras- con esas palabras tomaron caminos diferentes.
Satoru camino sigilosamente por las calles, tratando de recaudar información, escuchaba más rumores que datos reales, así que cansado se alejo de la bulliciosa gente y termino en un lugar donde había acantilados con vista espectacular al mar.
Estaba algo distraído y disperso, hasta que pudo notar la presencia de otro ser en ese lugar.
Pudo ver a un chico de cabello rosado, esbelto y con la mirada perdida. Tez morena, y ojos avellana, apenas pudo percibir su aroma, pero sus pupilas se dilataron y sus colmillos le picaron.
Su mente quedo algo dispersa, lo único en lo que podía pensar era marcar a ese chico y lo iba a hacer, pero escucho una segunda voz, que lo hizo regresar en si.
-Estas seguro de esto? - preguntó el segundo chico.
Era un hombre mucho más alto, de cabello negro sujeto en dos coletas, tenía una ojeras llamativas y una piel pálida, él si llevaba armas y se veía amenazante a comparación del pelirosa.
-Sólo cumplimos ordenes, sabes que tener el poder que tenia mi hermano iba a levantar sospechas.
Escuchar la mención de un hermano, le hizo sospechar de quien era y definitivamente al alpha ya lo había marcado como objetivo.
-Es mas sospechoso que se enteraran tan rápido.
-Solo adelantaron nuestros planes... en cuanto esta reunión acabé seguiremos con lo nuestro- al momento que el omega se dio la vuelta Satoru pudo ver perfectamente el rostro del chico y quedo embobado, al ver el reflejo de la luna sobre él, es casi como si viera algo tan etéreo y efímero que lo deseaba.
