Capitulo 17

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-Llegamos...- le anuncio Choso entrando a su camarote.

Yuuji se veía cansado. Había ignorado al albino desde que salieron de la isla, él ya había aceptado todo lo que había pasado y todo estaba bien. Entonces porque le había tratado con indiferencia y casi con enojo?

Trato de ignorar el tema, tenia cosas mas importantes en las cuales pensar, así que decidió darle su espacio, pero no pensó que todo el viaje sería de la misma manera.

Suspiró y siguió a Choso fuera. Estaba atardeciendo y el puerto empezaba a animarse, mucha gente empezaba a bajar de sus barcos para aventurarse a tierra firme.

-Estas listo?- pregunto Aoi.

-Si, hay que buscarlo y terminar rápido.

El mayor se adelanto y Yuuji fue a buscar a Megumi, se había ofrecido a llevarlo e insistió hasta convencerlo, divago un poco en el barco hasta que le encontró en uno de los pasillos que dirigía hacia la planta baja donde tenían los cañones.

-A quien buscamos?- preguntó Megumi una vez que se encaminaron a cubierta.

-A Kento Nanami- susurro Itadori sin mucha energía.

-A Nanami? En serio? Es conocido de Satoru- se sorprendió Megumi.

-Mmmh...- respondió desinteresado.

-Él podría...

-No quiero hablar con él- interrumpió el omega antes de que el alpha propusiera algo.

-Ok...- contesto algo reacio del pelinegro, pero se acerco un poco al pelirosado para tratar de animarlo.

Rozo su nariz de manera sutil con el cuello de Itadori, y esparció un poco su aroma, que le emocionó un poco porque ese omega era el único que podía descifrar su aroma.

Se pararon en seco en el padillo y cuando sintió que este tembló bajo su tacto, sonrió. Notó que este quiso apartarse, pero se atrevió a abrazarlo para evitar que se fuera, quedaron algo ocultos entre unas cajas del pasillo, quería disfrutarlo un poco más.

Yuuji se sentía mareado, el aroma que Satoru dejo sobre él fue desapareciendo de su cuerpo, pero ahora tener un nuevo aroma rodeándolo le hizo bajar sus defensas, se sentía protegido y deseado de nuevo, pero no quería que pasara lo que con el albino, trataba de resistirse.

-Tranquilo...- le susurro Megumi pasando sus brazos alrededor de su pecho, abrazándolo por detrás, pegándose mas al cuerpo del omega.

-Mhg...- soltó un pequeño quejido al sentir el roce de los labios del otro en su cuello.

Perdió un poco la fuerza en sus piernas y se aferro a los brazos que lo rodeaban.

-Quisiera decir que soy paciente y delicado... pero joder, contigo ni siquiera puedo prometer ir lento.

Bajo una de sus manos, recorriendo desde el pecho, su estomago, hasta llegar a su vientre, presiono con un poco de fuerza, obligandolo a pegar su trasero a su miembro, pero antes de llegar más lejos un par de voces los hicieron reaccionar, separándose abruptamente.

Yuuji tuvo que sostenerse de las cajas, porque no confiaba mucho de sus piernas, eso fue peligroso... sólo era su omega dejándose llevar, ese maldito de Gojou lo había llevado al límite.

Su cuerpo llego a un quiebre desde que se acostó con el alpha, necesidades como omega habían empezado a aumentar, pero él lo negaba, no necesitaba nada de eso...

Pero que equivocado estaba.

-Estas bien?- preguntó Megumi tomándolo de las manos ayudándolo a levantarse.

-Si... -se avergonzó pero no rechazo la ayuda.

-Es mejor irnos.

-Si, demonos prisa.

Aunque pudo caminar normal, el alpha se negó a soltarle la mano, algo que llamo la atención de los tripulantes, pero nadie dijo nada, su capitán estaba en su derecho de escoger parejas a su gusto... aunque no les gustara que fuera un tipo de otra tripulación  lo dejarían pasar por ahora.

-Listos?- pregunto Aoi igual de disgustado que otros por la acción del alpha, pero después de ver a su capitán deprimido ese último viaje, aceptaría ver que sucedía con este otro alpha.

Todos eran conscientes de que Yuuji había tenido algo con el otro capitán idiota y su repentino alejamiento fue mas que claro, así que hasta entender que sucedía, prefería confiar en ese invasor que esta en su barco que en el otro.

Aoi fue detrás de ellos haciendo guardia y Megumi protegía de manera sobreprotectora a Itadori manteniendolo lo mas cerca que podía.

La gente del lugar los miraba de forma poco discreta. El rumor de un omega llevando la tripulación de Sukuna se había expandido, era cierto que los alphas a su alrededor intimidaban, pero la mirada fría y sin alma que les dedicaba el omega, era mucho peor.

Supieron enseguida que se trataba de él, se veía lindo con un gran cuerpo, pero esa maldita mirada y aura definitivamente daba a entender que era familiar de Sukuna.

Pronto llegaron a una casa que parecía abandonada, pero el omega estaba decidido a entrar ahí. Cuando se acerco a esa casa, los mirones curiosos bajaron la mirada, si sabía quién estaba en ese lugar, era muy peligroso que cualquiera se metiera con el omega en su estancia en ese puerto, nadie estaba tan loco como para perder su vida ahí.

-Es aquí?- pregunto Aoi.

-Si... conozco el aroma.

-Bien...- ninguno discutió y los tres entraron.

La casa estaba vacía y lúgubre, entre mas anochecía menos veían, tenían cuidado al caminar ya que mucho de ese lugar fue invadido por la naturaleza. Caminaron un largo pasillo hasta que vieron una pequeña luz en una habitación.

-Nanami?- se atrevió a preguntar el omega.

-Vaya... así que el milagroso omega es real- contesto el rubio al ver a los chicos.

-Ha escuchado de mi?

-Mas de lo que debería, tu hermano sabe que estas aquí?

-Claro que no.

-Me lo suponía...

-Sabe por lo que vengo?

-Lamentablemente, pero no creo que sea buena idea.

-Se que esta casando a los altos mandos de la tripulación de los demonios... quiero el nombre de los que comandan los barcos de las primeras 3 maldiciones.

Ante la exigencia Aoi y Fushiguro quedaron sorprendidos, este viaje era para eso? Porque el omega se estaba metiendo con esa flota de sanguinarios y temerarios piratas?

-Es información confidencial -contestó Nanami preocupado.

-No tanto...- fruncio el ceño- te pagare por la información, se que mi hermano esta a cargo de la 4 maldición.

-Estas muy bien informado- le reto.

-Tengo mis contactos.

-Y porque no te dan ellos esta información?

-No están tan locos como para meterse con esa flota...

-Y yo si?

-Eres el mejor que conozco, tu reputación te precede.

-Me alagas...

-Ademas se que mi madre te entreno un tiempo.

-Tu hermano te lo dijo?

-Mi padre...

-Increíble, toda tu familia esta loca, no esperaba menos de ti- sonrió satisfecho.

-Solo tenemos sed de venganza...

-Lo se... también yo.

Grito del marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora