Capitulo 35

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-No puedo creer la tontería en la que nos metiste

-Escuchare tu regaño cuando todo esto acabe.

-Ah no! Hacerme correr entre malditos barcos para esta locura, se merece mas que un regaño

-Nobara! Concéntrate.

-Estoy corriendo idiota! No es suficiente?

-No... cualquier descuido y estamos muertos.

-Cariño, estamos jodidos desde que inició esta pelea.

-Pero podemos ganar.

-No... vamos a ganar.

La castaña esquivo una espada que se dirigía a su cuello y con agilidad, robo el el arma del hombre, para terminar atravesando su estomago.

-Viste? Eso se llama ganar con elegancia.

-Nobara, por favor...

-Bien bien... salvaremos a tu novio.

-No es mi novio.

-Tu alpha, tu macho, tu hombre, prometido... como quieras llamarle.

-Joder... concéntrate.

-Si si... robar los cañones y apuntar al barco donde esta tu hermano y Gojou. Entendí bien?

-Si... necesitamos causar una conmoción y separarlos.

-Eres más cruel de lo que pensé, dispararles a esos dos, si no le tienes miedo a matarlos, temo por mi futuro.

-Ninguno es débil para morir, solo necesito separarlos y que se concentren en el objetivo real.

-Pensé que tu hermano nos dio la espalda...- la platica continuaba mientras por fin llegaron a los cañones que tanto buscaban

-Quiere poder y si ellos interfieren en ese plan... pues supongo que esta de nuestro lado.

-Es una locura... espero sepas lo que haces.

-Yo también...

Ambos alinearon 6 cañones y los prepararon lo mas rápido que podían. Estaban a una distancia considerable y tenían la vía libre, la pelea de esos dos ahuyento a los demás, por lo que se apresuraron a disparar.

-Se pueden dar prisa?- grito Megumi que era quien los cubría.

-Hago lo que puedo- se quejo Itadori.

-Lo estas haciendo bien- apoyo Nobara.

-Lo estoy haciendo bien? Lo estoy haciendo todo!- contestó mientras peleaba con cuanto pirata se acercaba a ellos, para que nadie interfiriera.

-Listo- anunció el omega y en cuanto los cañones hicieron su trabajo, chocando con el objetivo, no dudo en tirar lo que sobro de la carga de los cañones e incendiar el barco en el que estaban, necesitaban reducir el número de gente de la pelea y no podía tentarse el corazón en la pelea, si lograban escapar del barco, será la suerte quien lo dicte.

-Vamos- corrieron los tres, atravesando de nuevo a otro barco. No podían tomarse un tiempo para ubicarse, porque realmente eran un objetivo claro y eran atacados constantemente.

Itadori quería reunirse con el albino, pero no pudo ver hacia que dirección fue, solo asumió y se movió en esa dirección, solo que no podía estar seguro, el olor a sangre, pólvora, humo, era sofocante.

-Que vamos a hacer?

-Tenemos que hundir los barcos, pero no creo que sea tan fácil si los capitanes están cubriendolos...

Grito del marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora