Incomodo~
Era lo que pensaban todos con la junta de esa mañana. Nadie sabía que estaba pasando, pero todos notaban la incomodidad y la tristeza mal disimulada del omega.
Para Yuuji todo era más difícil, anoche lo había pasado bien con Megumi, el que tuvieron por el abrazo y esas cosas había sido olvidado, solo disfrutaban de su compañia y se sentía bien al ver al alpha protegiéndolo pensando que no se daba cuenta.
Él era perfectamente capaz de protegerse si alguien quería sobrepasarse, pero dejaba que el alpha lo hiciera porque le parecía tierno. Esa noche olvido el lío de su hermano y de Satoru y se permitió ser un chico culquiera... pero esa mañana todo se jodio.
Apenas y entro al camarote del albino, tuvo que cubrir su nariz por el asqueroso aroma que llego a él.
Busco con la mirada de donde venía aquel olor y su decepción fue evidente cuando encontró que venia del alpha. Entonces diferenció el olor, no sabia que era lo que le causaba tanto asco, pero ya no diferenciaba el olor a mar que tanto le atraía, estaba cubierto por olores que aunque eran delicados le causaban asco y rechazo.
El alpha había estado en un burdel, ni siquiera era pregunta, notaba el olor... y de nuevo no sabia porque le afectaba tanto. Tenia ganas de llorar y vomitar, no podía si quiera mantenerle la mirada, estaba ansioso y triste.
Era ridículo. ¿Por qué le afectaba tanto? No había nada... acaso su instinto no lo entendía? El no era suyo... por qué se aferraba a lo imposible? Ni siquiera era alguien cercano.
-Yuuji!- escucho el llamado de atención y se asusto.
Megumi le sostenía del rostro y se veía preocupado, fruncia el ceño y notaba que su cuerpo temblaba. Que le sucedía?
-Lo siento- dijo apenas en un susurro.
-Que sucede? Tu aroma se volvió amargo de repente y estas pálido.
-No lo se... no me siento bien, no soporto el olor.
-De que hablas? Que olor?- preguntó aun más intrigado.
-No lo se...- se negaba a admitirlo en voz alta, no le daría la satisfacción a ese alpha... ya estaba hartó, si tan solo tuviera una idea de que es lo que le pasaba, podría contrarrestarlo.
-Quieres seguir aquí? O quieres regresar al barco? Nosotros les diremos el plan.
-Puedo con esto...- dijo enojado.
-Hazle caso Yuuji- le apoyo Choso- te vez mal...
-Pero...
-No pasa nada, recuerda que esta es mi tripulación, los conozco mejor...-trató de convencerlo.
-Estas seguro...?
-Si, ve a descansar un poco- le contesto Megumi dándole un pequeño abrazo, impregnandolo de su aroma de forma leve para que no se diera cuenta, queria reconfortarlo.
-Bien...- dio un pequeña reverencia a los otros dos alphas y se retiro sin siquiera darles una mirada.
-A donde va?- pregunto Suguru.
-Parece ser que alguien cogio con demasiada gente e incómodo a Itadori- la mirada enojada del menor cayo sobre Satoru y este evito mirarlo.
Choso comprendió mejor la situación. Era cierto que él como beta era menos sensible a los aromas y aun así logro identificar el olor del que hablaban. Nobara le contó un poco la situación que tuvieron ese alpha y su pequeño capitán, pero no pensó que fuera algo que le afectara hasta el día de hoy...
Si estoy se volvía algo ocasional, seria un problema, tenia que proteger al omega y si la situación lo ameritaba, no dejaría que esos dos se juntaran de nuevo.
-Me bañe, estoy seguro que mi aroma no es...
-Apestas- gruño Megumi parando los reclamos del albino- y seguramente para el fue mucho más abrumador, son mas sensibles al olfato.
-Bueno, no tiene nada que ver con mi vida privada, pero tendré cuidado la próxima vez.
-Te advertí que lo lastimarias...
-Lastimarlo? Acaso no ya te tiene a ti para rogar cariño?- fruncio el ceño y detuvo un gruñido en su pecho, de verdad que estaba conteniendose.
Nunca, de verdad nunca había tenido tantos deseos de matar a alguien y le preocupaba, hablaba de uno de sus mejores amigos y aun así sus instintos le ordenaban buscar pelea con él.
Quería demostrar ser el dominante, el más fuerte... él que podía proveerle seguridad al omega, carajo... por qué todos sus pensamientos volvían al mismo tema?
Su cuerpo estaba gritando desde que entro el omega, que tenia que pedir perdon, que debía protegerlo y complacerlo. Todo él se estremeció al ver la mirada apagada y oler su delicioso aroma amargo, no quería verlo triste, no lo soportaba... ¿porqué?
-El no esta rogando nada, yo lo hago porque lo quiero... proteger- la última palabra parecía casi obligatoria en la frase
Sintió asco al pensar que el omega seria de otro. Acaso era la consecuencia de meterse con un omega? Nunca nadie le hablo de ello? Además Itadori era su primero y único omega, no tenia punto de comparación.
-Ya deje claro que nuestro trato es de puro trabajo, que mas quieres que haga?- pregunto frustrado.
-Que siga así... porque él esta bien ya que no hay sentimientos de por medio, pero si acaso se te ocurre enamorarlo y después dejarlo, te prometo que yo...
-Megumi- la voz del albino sonó tan grave y amenazante que todos ahí bajaron la cabeza, su presencia era abrumadora y sabían que era el alpha mas fuerte, así qie nadie estaba tan loco para desafiarlo- nunca me he enamorado no? Porque haría una locura así con él?
Ni siquiera pudo responder, sabia que se había pasado, pero estaba enojado, ver a Itadori así de afectado por alguien como su capitán, le retorcia el estomago. Porque enamorarse de su capitán? O acaso malintrepreto algo? Ambos negaban el sentimiento, pero actuaban como tal... eran muy ingenuos o estúpidos y testarudos.
-Si es así... espero no te entrometas- hablo firme aunque le estaba costando.
-Entrometerme en que?
-Voy a ir en serio con él...
-Haz lo que quieras- aunque sonó seguro, por dentro sintió que lo acababan de golpear de la forma más brutal en toda su vida.
-Si ya acabamos esto, volvamos a lo que veniamos- hablo Suguru.
-Tampoco creo que les alegre la noticia- contesto Choso.
- De que hablan?
-Vamos a perseguir a 3 capitanes de la tripulación de los demonios...
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Grito del mar
FanfictionOmegaverse Gojou es el capitán del navío más famoso de los mares. Era un alpha de temer ante cualquiera que fuera su objetivo, pero si eras un tripulante de su barco, te convertirías en parte de su familia... Un acontecimiento extraño le lleva conoc...