Grito del mar

Capitulo 9

-Ah~ haa... mierda...- se escuchaban pequeños gemidos ahogados en el camarote de cierto pelirosa.

Aunque se escuchara la fiesta por fuera, Itadori trataba de mantener su voz baja.

No podía regresar a festejar de esa manera, era un desastre. Se escondía entre sus cobijas en la cama, ya se había desecho de sus pantalones desde que llego a ese pequeño refugio y mordía su almohada tratando de reprimirse.

Se masturbaba de manera lenta, pero desesperada. Su cuerpo estaba caliente, su mente estaba dispersa, aunque consiente de una cosa, deseaba a ese albino.

Se sentía como si estuviera en celo... pero peor. Sus celos eran leves, casi como una fiebre, se podía masturbar una vez y estaba como si nada los siguientes dos días que duraba su celo, pero esto era extraño.

Quería ser follado, lo deseaba, su trasero estaba mojado de manera casi incómoda. No pudo evitarlo por más tiempo y llevo sus dedos a su entrada.

-Joder...- susurro al dejar de morder la almohada.

Metió el primer dedo a su entrada y eso hizo temblar aun mas sus caderas, abrió de manera descarada sus piernas y metió el segundo dedo, trataba de llevarlos lo mas profundo que podía hasta que sintió algo diferente.

-Ah!- se asusto al dar en un buen punto.

Se sonrojo por lo vulgar que estaba siendo, pero se sentía tan bien... había olvidado absolutamente todo lo que sucedía a su alrededor, solo quería más... quería sentirlo más.

Su cuerpo nunca había estado tan sensible, no disfrutaba el celo y la verdad es que le daba igual, pero en ese preciso momento estaba tocando el cielo.

Apenas y podía percibir el aroma del alpha sobre su ropa, pero era suficiente para estimularse, podía notar la frescura que emanada y su miembro temblaba ante el escalofrío que recorrió su cuerpo por el simple hecho de imaginar a Gojou jodiendolo.

Se atrevió a meter un tercer dedo dentro de su culo y trataba de expandirlo mientras simulaba penetraciones. Dejo caer su pecho sobre el colchón y uso su otra mano para atender su miembro.

-Ah... aah... no es suficiente- unas pequeñas lagrimas de frustración recorrieron sus mejillas.

Algo faltaba, no se sentía satisfecho, quería ser llenado... que algo entrará aun mas profundo dentro de él.

-Yuuji...

-AH!- soltó un fuerte gemido al volver a dar con su próstata.

La voz de Satoru vino como un fuerte recuerdo ayudándolo a acabar. Se dejo caer en la cama y trato de regular su respiración.

Al tener de nuevo la mente despejada, se reclamo a si mismo... sus feromonas estaban fuera de control, había dejado de esparcirlas, pero el lugar olía demasiado. Abrió una de las pequeñas ventanas que tenia y se apresuro a cambiarse.

Necesitaba refrescarse, bajarse la calentura...

Los barcos estaban parados para el festejo, las marea era baja, si se lanzaba del barco tal vez...

Estaba loco? Era una locura, pero..

Aah~ necesitaba hacerlo, sus feromonas seguían estando presentes y aun tenia muy vivida la presencia de Satoru, necesitaba remojarse solo un poco.

-Itadori?- escucho una voz y el como tocaban su puerta. -Soy Megumi, me mandaron a ver si estabas bien... tardaste mucho.

-Si, solo necesito otro momento.