CAPÍTULO 11

143 25 7
                                    

CAPÍTULO 11:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CAPÍTULO 11:

"PELEA DE HERMANOS"


Mark se fue directo a su departamento, cansado y molesto por toda la situación que había ocurrido con Gun. Sólo quería llegar a dormir, y así poder olvidar aquel beso que quedó rondando en su mente.
Al llegar, tomó una ducha y se acostó. Miró su celular que marcaban la 1 de la mañana. Bastante tarde como para seguir pensando en él. Cerró sus ojos y se quedó profundamente dormido.
Al otro día, se dirigió a la facultad y allí lo esperaba Kris. Ya sabía que lo primero que le preguntaría era...
-¿Y? ¿Cómo estuvo tu cita con tu cuñado?-.
-No estuvo tan mal, pero...-.
-¿Pero? No me digas que ya pasó de todo-. Kris habló fuertemente, haciendo que su amigo se sorprendiera y mirara para todos lados.
-¿Podrías hablar más bajo?-.
-¿Por qué? Todos saben que te gustan los chicos-.
-No por eso, idiota. Todos pensarán que le quiero robar el novio a mi propio hermano-.
-De acuerdo, no hablaré fuerte. Pero, cuéntame qué pasó-.
-Anoche estuvimos a nada de hacerlo, pero él se arrepintió de repente-.
-Vaya amigo, es primera vez que te pones así porque alguien te dice que no-. Le dijo su amigo sonriendo, a lo que Mark frunció el ceño.
-¿De qué estás hablando?-.
-Mírate. Estás demasiado enfadado porque te dijo que no, y mi mejor amigo jamás pensaba eso. Siempre decía: "No me interesa, de todas formas, otra caerá", ¿o me equivoco?-.
-No seas idiota, no me interesa en lo absoluto eso-.
-Entonces, ¿por qué estás tan molesto?-.
Una pregunta que dejó pensando al chico. No hubo ninguna respuesta de su parte porque, en realidad, no la tenía. No sabía la razón de su molestia, pero obligaba a su mente a decir otra cosa.
-¿No me vas a responder por qué estás tan molesto?-.
-Porque de seguro que mi hermano estará reprochándome que no está avanzando en nada la situación con P'Gun-.
-Mmmm-.
La mirada hace que su amigo de toda la vida no le crea en lo absoluto la excusa que había escuchado, por lo que colocó sus ojos en blanco y soltó la expresión.
Lo conocía desde que eran pequeños, así que podríamos decir que Kris conocía perfectamente a Mark y que no había manera alguna de que pudiera mentirle. Y este no era la excepción. Había estado actuando raro con el novio de su hermano y hacía cosas que jamás hubiera hecho con otros de sus amantes, como por ejemplo concertar una cita todos los meses con una misma persona.
-¿Qué significa esa expresión?-. Preguntó Mark.
-Amigo, creo que tú no te has dado cuenta, pero yo sí-.
-¿De qué estás hablando?-.
-¿Quieres que te sea sincero? Bien, pues creo que el novio de tu hermano te gusta más
de lo que tú piensas-.
-No seas ridículo. Ese chico sólo lo quiero para alejarlo de mi hermano, luego de eso, lo presentaré con algunos de nuestros amigos y ya-.
-La verdad es que no creo nada de tus palabras. Pero, en fin, es tu asunto y no tengo por qué meterme-. Dijo Kris riendo un poco.
-Mejor vayamos a clases-.
-Una cosa te puedo aconsejar. Si te enamoras, estarás en serios problemas-.
-¿Por qué lo dices?-.
-Porque el día que P'Gun se entere de todo esto, no te va a querer ver por el resto de su vida-.
-¿Podríamos olvidar el tema?-.
-Bien, bien. Vamos a clases-.
La conversación dio por finalizada cuando ambos tomaron sus cosas y se encaminaron a la sala.
En el lugar, Mark toma su teléfono y envía un mensaje.
"'¿Cómo estás? Ayer me fui preocupado".
"Estoy bien. No te preocupes. La herida ya no sangra".
"Mejórate pronto".
Estaba totalmente absorto en los mensajes que le enviaba al otro chico, pero se distrajo por una tercera persona que le envía un mensaje.
"Iré a tu departamento a la nueve. Necesito que estés allí. Tenemos que hablar".
Mark se extrañó por el mensaje enviado de su hermano Mix. Se preguntó a sí mismo cuál sería el motivo por el cuál su hermano mayor quería hablar con él. Descartó definitivamente la idea de que fuera por lo que pasó el día anterior. Gun jamás podría decírselo.
-¿Te pasa algo?-. Interrumpió Kris, quien miraba desde un tiempo a Mark concentrado en su celular.
-¿Eh?-.
-Tu cara está un poco pálida-.
-Nada, es sólo que mi hermano quiere hablar conmigo esta noche-.
-Pero no tienes nada que esconderle. No tienes por qué temerle-.
-¿Quién dijo que le tengo miedo?-.
-No lo sé, tu expresión demuestra lo contrario-.
-¡Bien, chicos. Comencemos con la clase del día de hoy-. Habló la maestra que ya tenía preparado todo en la mesa para iniciar sus clases.
--------------
Gun fue a clases con un vendaje en su pierna y apenas podía caminar. Si bien le había dicho a Mark que estaba mejor y su herida ya no sangraba, la realidad es que le dolía y molestaba cada vez que daba un paso, aún así decidió ir a clases temprano.
Luego de terminar su jornada al mediodía, se dirigió hacia la tienda para comenzar su jornada laboral.
Third estuvo casi todo ese tiempo insistiendo en que debía irse a descansar, pero no hubo caso, su amigo no lo escuchó y se fue a completar sus horas de trabajo.
-¿Qué pasó con tu pierna?-. Preguntó su jefe apenas llegaron a la heladería.
-Oh, tuve un pequeño accidente, pero estoy bien-. Dijo Gun.
-Sabes que si estás en ese estado, no puedes venir a trabajar. Será mejor que te vayas a descansar, ya luego podrás reponer las horas-.
-De verdad, señor. Estoy bien-.
-No quiero que te lastimes más. Así que tómate la tarde libre. Third y yo estaremos a cargo. No te preocupes por nada. Vete a casa-.
Las palabras que salieron de su jefe, sonaron más que nada como una orden que debía cumplir. No tuvo más remedio que marcharse e irse a casa. Tomó sus cosas y ayudado por Third, logró tomar un taxi.
Al llegar a casa, tomó una ducha, se cambió el vendaje, tomó una pastilla para el dolor y se acostó a dormir un momento. No tardó mucho tiempo cuando la niebla del sueño se lo llevó con él.
Al despertar, se encontró desnudo en la cama con las manos atadas sobre su cabeza y sus ojos totalmente vendados.
Un par de manos comenzaron a recorrer su cuerpo y sus labios fueron asaltados por otros que tenían un sabor a licor suave y tentador. Pero el toque fue corto.
-Mark... sé que eres tú. Dime que eres tú-.
-¿Qué pasaría si te digo que soy Mix?-. La voz habló susurrando en su oído, por lo que se le hizo casi imposible detectar cuál de los dos hermanos era el que estaba con él.
-¿Eres tú, P'Mix?-.
-...-.
-¡Suéltame! ¡No quiero hacerlo contigo! ¡Por favor, suéltame!-.
No hubo respuesta alguna por parte de la otra persona. Sólo pudo sentir cómo este abría lentamente sus piernas para prepararlo.
-Por favor, dime quién eres-.
-Ya lo vas a descubrir-. Susurró la otra persona, tomando la cabeza de Gun e inclinándola hacia atrás pasa saborear su cuello.
Los toques comenzaron a despejar la mente de Gun, quien poco a poco ya podía sentir familiares las manos que lo recorrían.
Los besos en su cuello hicieron que Gun comenzara a soltar algunos gemidos que alimentaban al otro chico.
Luego comenzó a construir un camino hasta su boca. Finalmente, Gun rebeló el enigma a través de esos besos que tenían un sabor a licor que lo embriagaba.
-No puedo equivocarme... eres tú, Mark-. Dijo Gun seguro.
Sintió unas manos que rodeaban su rostro y se apoderaron de la venda, quitándola lentamente.
Los ojos de Gun se tornaron nubosos hasta que su visión se aclaró.
-Realmente me conoces muy bien-. Dijo Mark inmediatamente.
La respiración de Gun se aceleró aún más al ver el atractivo cuerpo de Mark, quien estaba con unos jeans sueltos y una camisa color negro y desabrochada.
Se desabrochó el botón del jeans y bajar el cierre del mismo lentamente, logrando que Gun sintiera un deseo interno que se convirtió en agonía.
-Ya no quiero esperar más-.
-De acuerdo-.
Mark se subió encima de Gun y abrió aún más sus piernas. La acción estaba por comenzar cuando todo fue interrumpido por el sonido del teléfono, exaltando a Gun y sacándolo de su profundo sueño.
-Hola, mamá-. Dijo al contestar la llamada.
-Hola hijo. Me llamó Third y me dijo que no te encuentras muy bien. ¿Te pasó algo?-.
-No te preocupes, mamá. Sólo tuve una pequeña caída y me lastimé la pierna, nada grave-.
La madre de Gun se preocupó demasiado que casi deja sordo a su hijo del grito que dio.
-¡Dios! ¿No quieres que vaya a verte?-.
-No te preocupes, estoy bien-.
-De acuerdo, hijo. Procura descansar y cuidarte-.
-De hecho, estaba tomando una pequeña siesta y me has despertado-.
-Lo siento, pero debía llamarte. Ahora voy a colgar para que sigas durmiendo-.
La madre se despidió de su hijo y terminó la llamada. Por su parte Gun intento conectar nuevamente con aquel sueño erótico, pero no pudo.
El sueño ya se había esfumado.
--------
A eso de las nueve, Mix llega al departamento de Mark, quien ya lo esperaba desde hace un tiempo.
Apenas abrió la puerta, lo saludó con cortesía.
-Hola, hermano-.
-Hola, ¿puedo pasar?-.
-Sí, claro. Adelante-.
Mix entró y se sentó en el sofá. Su rostro parecía estar serio, y Mark pudo notarlo, así que no tardó en dilucidar que aquella visita no era de cortesía.
-Hablé con Gun hoy en la mañana. Me dijo lo que le ocurrió-.
-Sí, fue suerte que no le pasara nada-. Respondió Mark mientras se sentaba al lado de su hermano.
-¿Suerte? ¿No te pedí expresamente que lo cuidaras?-.
-Oye, fue sólo un accidente-.
-Gun no es una persona tan descuidada, así que dime qué fue lo que realmente pasó-. Dijo enfadado Mix.
-No voy a estar contándote todo lo que hago con Gun, ¿o sí?-.
-Claro que tienes que decírmelo. En eso habíamos quedado-.
-No, yo te dije que los métodos que utilizaría para tu estúpido trabajo iba a depender de mí-. Mark alzó un poco la voz.
-¡No me hables así!-.
-¡Te hablo como yo quiera porque en realidad ya me estoy cansando de esta maldita situación!-.
-¿Sabes qué? Si no quieres más esta maldita situación, entonces apura tu trabajo-.
-¿Crees que no lo he hecho? Para tu información, ¿sabes lo que hicimos ayer? Nos besamos y estuvimos a poco de acostarnos, así que no tienes que esperar mucho-.
-¿Qué? ¡Te dije que con él no, maldito idiota! ¿qué parte no entendiste?-.
-¡A mí no me tratas así!-.
-¿Cómo quieres que te trate si estás actuando como un imbécil? Te dije que a él no lo puedes llevar a la cama-.
-No te haré caso, esta vez. Intentaré con él hasta tenerlo desnudo en mi cama-.
-¡Mierda! ¡Él es vírgen!-.
-¿Qué?-.
-Él y yo nunca nos hemos acostado-.
Mark quedó atónito, pues Gun no se veía alguien que nunca ha tenido sexo. Y conociendo a su hermano, creyó que él y Gun ya se habían acostados. Pero esta verdad le abrió un poco más el apetito. Ahora ya iba por otra cosa, iba por el cuerpo del chico.
_____________________

Juego del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora