Juego del Destino

CAPÍTULO 15

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CAPÍTULO 15:

"CONFUSA NOCHE"

-No puedes hacerme esto ahora-.
-Lo lamento, P'Mix. Pero te lo explicaré todo con calma cuando estemos en casa-.
Mark no podía contarle lo que su corazón sentía en ese momento. Pensó que si lo decía delante de Rhun, éste se lo diría todo a Gun. Y no se equivocaba, era una alta posibilidad.
De pronto, Gun llega con una bandeja con copas de vino.
-Lo lamento, fui al bar de autoservicio y pedí vino para todos, ¿está bien?-.
-Sí, claro. No te preocupes. Por favor siéntate-. Habló su hermano.
-Gracias. ¿De qué hablaban? -.
-No, nada. Mark me estaba contando de un asunto familiar-. Dijo Mix apresuradamente.
-Yo les dije que debían conversarlo mejor en casa. Es un asunto que no nos compete-. Respondió Rhun.
-Ya veo-.
Así, la noche fue siguiendo su ritmo de manera rápida y con ella, las copas de vino que comenzaron a surgir efecto en cada uno de los comensales.
-No me siento muy bien, será mejor que nos vayamos a casa-. Habló Mix mientras se fregaba el rostro con su mano.
-Yo tampoco me siento bien-. Prosiguió Rhun.
-P'Mix tiene razón. Mejor nos vamos-. Dijo Mark.
Los tres se levantaron de la mesa, y Gun los miró con extrañeza, pues era el único que estaba un poco más sobrio que el resto.
-Al perecer soy el único que se siente mejor. Tal vez deba ser yo quien maneje esta vez-.
Gun le pidió las llaves del automóvil a Mix y este accedió rápidamente.
Mark, aunque estaba un poco ebrio, podía ayudar a su hermano mayor, y Gun hizo lo mismo con Rhun.
Los chicos tomaron el automóvil y emprendieron el viaje de vuelta a casa.
-Tengo ganas de vomitar-. Dijo Mix.
-No se preocupen, aguanten un momento, los llevaré a mi departamento-.
-¿Qué estás diciendo, Gun? Sólo llévanos a casa-. Mix contradijo a Gun en su idea, y cuando iba a continuar, fue interrumpido por Mark.
-Donde sea, pero lleguemos luego. Me siento muy mareado y con calor. Necesito acostarme luego-.
-No, en casa de mi hermano no. Vamos mi departamento-. Habló Rhun, quien había estado callado todo ese tiempo.
-Bien, ese departamento está más cerca, y yo no me estoy sintiendo tan bien para seguir conduciendo. Necesito llegar luego-.
Al llegar a un semáforo, Gun tomó su celular y mandó un mensaje.
-¿A quién le escribes?-. Dijo Mix.
-A mis padres. Les dije que ya vamos a casa-.
Al llegar al departamento, los chicos ya estaban casi inconsciente, y el primero en caer rendido fue Mark, quien llegó al lugar completamente dormido.
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Mark, apenas cobró un poco la consciencia, se dio cuenta de que estaba desnudo en la cama, que no era la suya. Se llevó su mano a la cara y se percató que tenía una venda puesta en ella.
"¿Estaré teniendo el mismo sueño?" Se preguntó en su mente, recordando aquel sueño que tuvo hace algunas noches atrás.
Intentó quitarlos, pero unas manos lo detuvieron rápidamente.
-¿Qué está pasando? ¿Eres tú, P'Gun?-.
-Shhh-.
La persona que estaba arriba de Mark, comenzó a besar su cuello con el fin de despertar el deseo del hombre.
-Oye, ¿qué estás haciendo?-.
-Shhh-. Volvió a decir la otra persona.
Luego de besar su cuello, comenzó a descender hacia sus pechos, donde jugueteó un poco usando su lengua.
Este acto provocó un choque eléctrico en Mark que llegó inmediatamente en su entrepierna, comenzando a despertar.
Acto siguiente, descendió hacia su ombligo y luego se apoderó del miembro erecto del chico vendado.
-¡Oye!-.
-...-.
Mark sentía cómo la lengua lamía cada centímetro de su miembro, provocando una fuerte excitación que no podía controlar.
Comenzó a mover sus caderas al ritmo de aquella boca que se apoderaba cada vez más del pedazo de carne.
-Sí... así... no pares, por favor... P'Gun-. Dijo Mark.
-...-.
-No te quedes callado, yo sé que eres tú-.
-...-.
-Definitivamente eres tú... mi P'Gun-.
La otra persona siguió sin decir ninguna palabra y continuó su acto con el miembro en su boca.
-Ya no... no puedo, voy a correrme-.
El chico soltó el miembro y se dispuso a ponerse a horcajadas sobre Mark, e introdujo el miembro ajeno en su propia entrada. Mark sólo pudo escuchar el gemido que emitió el chico, quien comenzó a moverse a un ritmo suave seguido de las manos que acariciaban todo su torso.
-Ahh.. esto es... delicioso... -. Musitó Mark.
Ambos chicos movían sus caderas, formando una pequeña danza que parecía interminable.
La habitación silenciosa de pronto se convirtió en un concierto de gemidos acompañados con el sonido de ambas carnes chocando y que llegaban a los oídos de aquel hombre vendado, pareciendo un pequeño alimento para su interior, aumentando el éxtasis de la pasión y deseo mezclados. Combinación perfecta para esta noche perfecta.
"No sé lo que me pasa, no sé si esto es un sueño, sólo sé que este hombre que tengo encima de mí, es un perfecto maestro del sexo. Me está volviendo cada vez más loco. Debe ser P'Gun... mi P'Gun es un amante perfecto en todo sentido". Pensó.
Mark intentaba palpar con sus manos el cuerpo del otro chico y así poder acariciar sus caderas y lograr llegar a la entrepierna del otro, aunque se le hacía difícil, pero lo logró.
Acariciaba ese cuerpo que se movía encima de su miembro, hasta que bajó su mano llegando a la punta del miembro ajeno que ya estaba en su cúlmine.
-Vaya, estás tan caliente ahí adentro-. Dijo Mark mientras seguía sintiendo la danza ajena.
El otro chico no emitía ningún tipo de respuesta, simplemente soltaba los jadeos silenciosos que eran casi inaudibles.
-Ya.. me voy a venir. Sácalo si no quieres que acabe dentro de ti-.
-...-.
La otra persona no aceptó y continuó su acción, hasta que ambos llegaron al clímax. Mark se vino dentro del otro chico, y en su abdomen sintió el líquido caliente correspondiente al otro chico, quien se desvaneció en su cuerpo.
-Déjame verte-. Dijo Mark, llevándose su mano hacia su rostro, pero fue nuevamente detenido por la otra persona.
-¿Por qué no me dejas verte?-.
La otra persona se acercó a su oído y susurró.
-Sólo no te lo quites-.
Una voz casi inaudible para él, incapaz de reconocer a su dueño.
Escuchó que la otra persona sacó su miembro de él, se bajó de la cama y al segundo colocó un bulto en su pecho. Por la textura, notó que era una toalla mojada. Comenzó a limpiar a Mark para remover todo rastro del acto sexual.
-¿Por qué no dejas que te vea? Sé que eres tú, P'Gun-.
Mark no escuchó ninguna respuesta, sólo sintió que el otro chico se levantó de la cama lentamente. Acto seguido, escuchó unos vasos chocar y un chorro de agua caer, luego fue llevado a su boca para beber. Unos segundos después, comenzó a sentir mucho sueño y no tardó en quedarse completamente dormido.
A la mañana siguiente, Mark despertó gracias a la luz que le daba fuertemente en la cara, pero fue incapaz de abrir los ojos. Se volteó hacia su derecha dando la espalda a la ventana brillosa y se percató que había otra persona a su lado.
"Estás aquí conmigo, amor. Eso quiere decir que lo de anoche no fue un sueño" Se dijo para sus adentros apenas tocó a la otra persona. La trajo hacia su regazo y se volvió a quedar dormido.
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-¡Mark! ¡despierta!-.
-¿Eh? ¿Qué pasa? ¿por qué gritas así, P'Mix? Me duele la cabeza-.
-¿Qué mierda hiciste?-.
-¿Qué?-.
"No puede ser, P'Mix nos vio a PGun y a mí juntos".
-¡Despierten los dos! ¡Rhun! ¡Mark!-. Gritó Mix con la voz furiosa.
-¡¿Qué dijiste?!-.
Apenas pronunció el nombre de la otra persona, Mark se despertó rápidamente y volteó hacia su derecha.
-¿Qué estás haciendo aquí?-. Dijo Rhun, quién se despertó gracias a los ruidos de Mix.
-¿Cómo pudiste haberme hecho algo así?-.
Ambos miraron bajo sus sábanas y comprobaron que estaban completamente desnudos.
Mark se quedó completamente atónito, sin saber qué decir. Sólo podía observar la cara de decepción de su hermano mayor.
-¡No! Mix, estás confundido. Entre él y yo...-. Arremetió Rhun.
-¡Basta! ¡No quiero seguir escuchando!-.
Rhun se volteó hacia Mark y lo zarandeó.
-¡Habla! Dile a tu hermano que tú y yo no hicimos nada-.
Mark apenas si podía hablar. Con dificultad pudo lograr juntar algunas palabras.
-Al parecer, sí-.
-¡¿Qué estás diciendo?!-. Gritó Rhun-.
-Tengo vagos recuerdo. No sé si era un sueño, sólo sé que tenía los ojos vendados mientras teníamos sexo-.
-¡No puede ser! ¡No recuerdo nada! ¿Cómo nos pudo pasar algo así?-.
Mix miraba con tristeza y dolor aquella escena. Tenía sus ojos inundados por las lágrimas, pero se contuvo para no soltarlas y ver lo débil que se sentía.
-¡Ya basta! ¡No quiero escuchas más mentiras!-.
-Mix, no son mentiras. Por favor, mírame-. Habló Rhun.
Sin hacerle caso, Mix se dirigió hacia su hermano menor.
-Apresúrate en vestirte. No quiero que Gun vea esta escena embarazosa-.
En ese momento, entra Gun y observa toda la escena.
-¿Qué pasó aquí? ¿hermano? ¿Mark? ¿por qué están así? No me digas que...-.
Mix lo tomó de la mano y le habló.
-Gun, vámonos de aquí. Dejemos en paz a la nueva pareja-.
Gun miraba con asombro a aquellos chicos, pero cambió su mirada a una más decepcionante.
-Vaya, los Na Ranong y los Jumlongkul estamos destinados a estar juntos-.
-No digas idioteces, Gun-. Lanzó Rhun.
-Cariño, salgamos de aquí-.
Mix lo guió hacia la salida dejando a ambos chicos solos.
-P'Rhun, te juro que pensé que...-.
-Te aprovechaste de mí, ¿verdad?-.
-¡No!-.
-Por supuesto que sí, Mark. Si no, no me explico cómo es que tú recuerdas algo y yo no-.
-Escucha, tal vez realmente fue un sueño mío y de verdad no pasó nada entre nosotros-.
-Ahora, ¿cómo voy a mirar a Mix a los ojos?-.
Rhun tenía en sus ojos rastros de tristeza, y comenzó a botar algunas lágrimas sin que pudiera evitarlo.
-Por favor, perdóname P'Rhun. Nunca te hubiera hecho algo así. Menos ahora que sé que estoy enamorado de PGun-. Habló Mark melancólico.
-Ya no digas más-.
Mark se disponía a salir de la cama, cuando vio en el velador un pedazo de tela negra.
-La venda-. Dijo Mark cuando se la mostró a Rhun.
-Eso quiere decir que sí tuvimos sexo-. Dijo el mayor.
-Eso parece-.
Sin decir ninguna palabra más, Mark buscó su ropa y se la colocó rápidamente para irse lo más pronto posible hacia su departamento.
No se dirigieron ninguna sola palabra más mientras ambos se vestían.
Salieron de la habitación donde estaban los otros dos chicos.
-Nosotros nos vamos-. Dijo Mix dirigiéndose sólo a Gun.
-Sí-. Respondió Gun pegando su vista en Mark.
El menor de los Jumlongkul no podía dejar de mirar a su ser amado. Había cometido el peor de los errores. Pero, al parecer, a la otra persona no le interesaba en lo más mínimo.
"Si no te importa todo esto, es porque no sientes nada por mí, ¿verdad?" Pensó Mark.
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