Juego del Destino

CAPÍTULO 31

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CAPÍTULO 31:

"¿NUEVO INQUILINO?"

Ambos chicos estaban en la tina de baño relajándose después de una primera ronda de sexo. Llevaban un tiempo en el mismo sitio sin decir una palabra.
Mark sostenía a Gun de la cintura, mientras este descansaba en el pecho de su amado.
-P'Gun-. Dijo Mark iniciando la conversación.
-¿Sí?-.
-¿Estás seguro de que quieres que vivamos juntos-.
Gun se despegó del pecho de Mark y se enderezó volteándose para ver a su chico.
-Desde que estuviste en coma, me di cuenta que no quiero perder mi tiempo sin estar a tu lado. Lo que quiero es estar contigo, Ai Nhu. Pero si sientes que es muy apresurado, lo entenderé-.
-No lo digo por eso, ya que yo también te quería pedir que viviéramos juntos. Pero quiero que estés seguro de tomar esta gran decisión.-.
-Lo estoy. Estoy muy seguro de esto. Quiero que sea en mi departamento-.
-¿Por qué no puede ser en el mío?-.
-Porque es tu pieza de la facultad. Además, mi departamento no queda lejos de tu lugar de estudios-.
-Está bien. Sólo avisaré a mis padres que dejaré el condominio-.
Gun se acomodó nuevamente en el pecho de Mark y habló.
-Entonces, ¿así comenzamos nuestra nueva vida?
-Sí-.
Mark tomó el rostro de Gun y lo giró hacia él para encontrar sus labios y besarlos.
-¿Sabías que me estás haciendo la persona más feliz del mundo?-. Dijo Mark.
-Y tú me haces feliz también-. Respondió Gun volviendo a colocar su cabeza en el cuerpo de su novio.
Se quedaron relajados por un tiempo hasta que se levantaron de la tina para vestirse e ir a desayunar.
Sentados en la mesa, con una conversación calmada, resolviendo el día en que se irían a vivir juntos. Tenían un ambiente cálido y agradable.
Gun, al ver que su vida estaba mejorando y que todas las cosas estaban tomando su lugar, recordó algo importante.
-Por cierto, ¿cómo está P'Mix?-.
-¿Acaso no sabes?-.
-No, ¿qué pasó?-.
-Mi hermano se fue hace tres días a Francia-.
-¿Qué?-.
Gun dejó su cuchara con la que comía su avena para escuchar atentamente a Mark.
-Sí, no sé qué fue lo que le dijiste, pero desde la semana pasada, el día en que te acompañó a tu departamento, ha estado con mucha energía. E incluso canceló y adelantó varias juntas de su trabajo en la oficina, y hace tres días se fue a Francia-.
-Ya veo. Con que se decidió-.
-¿A qué te refieres? ¿Le dijiste algo?-.
-No, simplemente le di un empujoncito para que fuera a buscar su felicidad-.
-A P'Rhun-.
-Exacto-.
Mark hace un lado su tazón de avena y toma cariñosamente la mano de Gun.
-Gracias-.
Gun se asombra por las palabras de Mark sin entender la razón.
-¿Por qué?-.
-Por hacer feliz a mi hermano-.
-Bueno, siempre quise hacerlo feliz desde que lo conocí, pero ahora lo hago de otra manera-.
Mark se acercó a Gun seductoramente y habló en voz baja.
-Ahora también me haces feliz, sobre todo en la cama... o en este caso, el sofá-.
-¡Ai Nhu!-. Dijo Gun empujando la cabeza del otro chico apartándolo de él.
-Bien, vamos a terminar de desayunar-.
-Para luego empacar tus cosas-.
-¿Empacar?-.
-Sí, para que te vayas conmigo al departamento. Creo que hemos perdido mucho tiempo-.
-¿No será un poco apresurado? Quiero decir, es mejor que vivamos separados por algún tiempo y ya luego me cambiaré contigo-.
Gun bajó su cabeza con un poco de decepción y suspiró fuertemente.
-Tienes razón, fue muy apresurado. Qué tonto de mi parte, ¿verdad?-.
La expresión de Gun hicieron que Mark se sintiera mal por las palabras que dijo, y trató de remediarlo.
-No, no quiero decir eso. Simplemente te pido que me des un poco de tiempo para arreglar el asunto de mi universidad, y lo que pasará con mi situación actual. Así podré irme contigo sin problemas-.
-Te entiendo, no te preocupes-.
Mark posó su mano sobre la cabeza de Gun y la desordenó un poco como muestra de amor.
-Pero hoy te puedes quedar conmigo-.
Gun alejó la mano de Mark con un movimiento de la cabeza, luego se levantó de su asiento y llevó la loza sucia al lavaplatos.
-No puedo tengo que trabajar-.
-¿Y por la noche?-.
-Llegaré algo tarde, así que me iré directo a mi departamento-.
Mark se dio cuenta de la extraña actitud de Gun que tomó de repete y se acercó a él.
-No me digas que te enfadaste-.
Sin mirar a Mark y pendiente de los platos que estaba lavando, Gun respondió.
-¿Por qué habría de hacerlo? Tenías razón, fue apresurado pedirte que te cambiaras conmigo hoy mismo-.
-Del tiempo que te conozco, te he aprendido a conocer, y sé que cuando te decepciona algo, haces este tipo de gestos y actitudes-.
-Ya te dije que no me pasa nada, ¿de acuerdo? -. Dijo Gun con un toque de furia.
Siguió lavando los platos sin prestar atención a Mark, quien se quedó en silencio y se fue en busca de las otras cosas que había por lavar.
-Iré a recostarme un momento. Cuando salgas, asegúrate de cerrar bien la puerta, por favor-.
Se fue sin decir nada más, dejando a Gun solo pensando en las cosas que habían pasado.
El remordimiento de haberle hablado de mala manera a Mark, a Gun lo aquejaba, por lo que se fue con dirección hacia la habitación.
Mark estaba mirando su celular cuando Gun entró. Lo miró de reojo y volvió su vista al móvil.
Gun se acercó sigilosamente hacia Mark y se sentó a su lado.
-Ai Nhu... Lo siento-.
-No te preocupes-. Respondió Mark sin levantar su vista.
-Lamento lo que pasó, es solo que me sentí un poco tonto al pedirte que nos fuéramos a vivir juntos hoy, cuando recién comenzamos a ser novios-.
-Ya te dije que no es nada. No te preocupes-. Respondió sin mirar Gun.
-Bueno, creo que me voy. Te dejaré para que descanses-.
Apenas se levantó, fue inmediatamente detenido por la otra persona.
-¡Espera! No quiero que te vayas-.
Gun retrocedió los pasos que había dado y volvió a sentarse en el mismo lugar. Por su parte, Mark dejó su celular en el velador y se colocó de frente a Gun para mirarlo a los ojos.
-Para mí, no eres mi novio sólo hoy. Para mí eres mi novio desde la semana pasada-.
-De todas formas, fue apresurado, ¿no?-.
-No, no lo fue. Si te dije eso, fue porque primero tengo que resolver algunos asuntos. Como mi universidad, y hablar con mis padres. Pero si fuera por mí, me voy hoy mismo contigo-.
Gun sólo sonrió.
-P'Gun, créeme cuando te digo que muero por vivir contigo. No lo dudes-.
-Te creo-.
Mark buscó los labios de Gun y los besó tiernamente. Poco a poco, ese beso fue llenándose de deseo y lujuria.
-Ven aquí-. Dijo Mark.
Se levantó de la cama, alcanzó una corbata perteneciente al uniforme universitario que tenía en el ropero, tomó a Gun y lo colocó frente al escritorio.
-Cierra los ojos y pon tus manos sobre el escritorio-.
Gun obedeció con extrañeza a la petición de Mark. Luego sintió que algo tapaba sus ojos, por lo que su cuerpo comenzó a temblar un poco. Recordó aquel momento de ese sueño erótico. ¿Sería posible que se estuviera haciendo realidad?.
-¿Qué haces?-.
-Vamos a jugar un rato-. Dijo Mark con voz seductora y colocándose detrás del chico.
-¿Jugar?-.
-Sólo podrás escucharme y sentirme. No se te permite ver-.
-Está bien-.
Mark acercó su boca al cuello de Gun dando pequeños mordiscos mientras que sus manos se escabullían por debajo de la polera ajena acariciando todo su torso y sus pequeños pezones.
-Ahh... Ai Nhu...-.
Gun sentía cómo poco a poco iba despertando con esos pequeños toques de Mark que había tomado posesión sobre él.
-Tranquilo, bebé... vamos a ver qué tal estás-.
Bajó su mano derecha hacia el interior del pantalón y llegar a su destino. Alcanzó el miembro de Gun y se percató que éste estaba recién despertando.
-Ayúdame, ¿sí?-.
En la mano tenía aquel bulto que ya estaba siendo estimulado con buenos resultados.
-Vaya, no fue un trabajo muy difícil-. Dijo Mark.
Gun no decía ninguna palabra, sólo podía soltar gemidos casi inaudibles. Su cuerpo estaba completamente entregado y su corazón latía a mil. Lo estaba disfrutando.
Mark bajó los pantalones de su chico para liberar su miembro.
-Ya estás duro-.
La ansiedad de no saber lo que estaba ocurriendo con él, hicieron a Gun sentirse temeroso y un poco cohibido, aún así...
-Ai Nhu...
-¿Sí?
-Te quiero adentro-.
-Paciencia, amor-.
Mark no obedeció a la petición de Gun y continuó masajeando el miembro.
-¡Ahh! ¡Ahh!-. Repetía Gun sintiendo las caricias de Mark, al mismo tiempo que movía su cuerpo al ritmo de aquella mano.
El juego de caricias de Mark sobre el pecho de Gun y los besos sobre su cuello, enviaban lujuria al chico que se inyectaba a través de sus venas. Se sostenía fuertemente sobre el escritorio arrugando unas hojas a causa de sus manos empuñadas.
-Ai... Ai Nhu... esto... es excitante-.
-Ahora viene lo mejor-.
Mark se apartó de Gun dejando a este con la incertidumbre.
-¿Dónde estás?-.
Gun sólo escuchaba los pasos de Mark que se alejaban, y luego se acercaba.
-Prepárate-.
Mark libró a Gun de sus pantalones y boxers, luego tomó un poco de lubricante que consiguió en uno de sus veladores y procedió a aplicar en aquella entrada que moría por poseer.
-¡Está frío!-. Dijo Gun dando un respingo al sentir el contacto.
Mark sacó su miembro, aplicó el líquido y lo colocó en la entrada.
-Inclínate-. Ordenó.
-Sí-. Respondió Gun obedeciendo la orden de menor.
-Separa tus piernas-.
Gun separó las piernas dejando expuesto su lado intimo para que pueda ser invadido.
Sin esperar más tiempo, Mark ingresó lentamente en el estrecho pasaje sintiendo cómo el mayor se estremecía.
-Estás muy apretado-.
-Ah mmm.. continúa... Ahhh...-. Dijo Gun mordiendo sus labios.
Mark se hundía cada vez más en su hombre y comenzó a moverse de adentro hacia afuera.
Los gemidos de Gun aumentaron considerablemente junto con el deseo y la adrenalina que recorría todo su cuerpo. Una sensación increíblemente deliciosa al sentir las ansias por no saber lo que Mark le estaba haciendo.
Este era el inicio de una relación con mucha pasión y fuego de por medio. El inicio de una nueva vida que ambos chicos estaban esperando desde el día que reconocieron que habían sido atrapados por el amor.
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