Juego del Destino

CAPÍTULO 28

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CAPÍTULO 28:

 " ENTREGADO A TI"

-No tengo lubricante, tampoco condones-. Habló Mark.
-No importa, sólo no seas tan rudo-.
Mark abrió las piernas de Gun para acariciar su entrada y así prepararlo. Gun tomó una almohada y la colocó sobre su trasero para alzarlo y darle comodidad a Mark.
El menor colocó un poco de saliva en sus dedos y prosiguió a ingresarlos. Gun soltó un gemido acompañado de un pequeño respingo.
-Relájate-. Habló Mark.
-De acuerdo-.
Un dedo fue ingresado lentamente por la estrecha y caliente entrada... luego dos y después tres.
Gun comenzó a retorcerse en la cama arqueando su cuello y jadeando cada vez más fuerte por el toque proporcionado. Le daba placer incontrolable, algo que no experimentó la primera vez, pues en esta ocasión, el control absoluto lo tenía el chico menor.
La acción que Mark realizaba, hacía que Gun abriera aún más sus piernas para él. Y así poder sentir todo del chico.
-Creo que ya estás listo-. Dijo Mark.
-Hazlo ya... No aguanto...-.
-¿Qué es lo que no aguantas?-.
Mark jugueteaba un poco con el chico, pues sabía perfectamente lo que Gun anhelaba, pero quería escucharlo de sus propios labios.
-Sentirte... Que estés dentro de mí-.
Al escucharlo, Mark se acercó a sus labios y los besó desesperadamente, dando pequeños mordiscos a estos.
Comenzó a entrar lentamente y Gun dio un respingo acompañado de un gemido.
-¡Duele!-. Exclamó el mayor.
-¿Quieres que lo saque?-.
-¡No! Duele, pero puedo soportarlo-.
Mark le dio una sonrisa y prosiguió a ingresar hasta estar profundamente adentro. Sus caderas comenzaron a moverse entregando placer, deseo y excitación a su chico que gemía sin tener control alguno de su boca, por lo que prefirió reprimirlas mordiendo sus labios.
-No. No te calles. Quiero oírte-. Dijo Mark entre jadeos.
Su miembro entraba y salía de su cuerpo a su antojo, sintiendo el éxtasis en cada rincón de su cuerpo y su alma. Con cada embestida que daba, quería conectar más profundamente para hacerle ver que esta acción no se estaba realizando sólo por placer, sino que por amor.
La primera vez que lo hizo, Gun estaba con dolor, por lo que el sexo en ese momento fue simplemente por un acto de venganza, y no hubo ningún sentimiento de amor. Estaba completamente cegado por el dolor impidiendo ver más allá de lo que sus ojos podían observar.
Pero esta vez es diferente, Gun sentía el amor transmitido, la preocupación y protección al estar bajo el cuerpo de Mark. Y, aunque este era menor que él, su forma de ser y cómo arriesgó su vida, era un hombre que podía proteger a su mayor de cualquier peligro.
Se aferró a su cuello sin soltarse, y de vez en cuando descendía hacia su espalda para acariciarla y dejar pequeños rasguños. En tanto Mark, mientras embestía a su chico, besaba su cuello y cambiaba de dirección hacia sus orejas, lamiendo su lóbulo.
-Es delicioso estar dentro de ti. Me vuelve loco-. Decía en pequeños susurros.
-Ah...Mmmm-.
Era lo único que podía decir. Sentir el miembro caliente y de buen tamaño del chico en su interior era lo más placentero que había experimentado en su vida.
-Ven aquí-.
Mark lo tomó como pudo y lo sentó en su regazo.
-Ahora es tu turno. Busca tu placer... y dámelo a mí-.
-S...Sí-.
Gun comenzó a moverse sobre el hombre enterrando su rostro ya húmedo por el sudor. Arriba y abajo se enterraba en lo más profundo, buscando su punto sensible hasta que lo encontró, sintiendo más placer y descontrol total sobre sus emociones.
-Tus movimientos...-. Dijo Mark.
-¿Eh?-.
-...Es delicioso-.
Mientras seguía subiendo y bajando sobre su regazo, Mark besaba los pezones de Gun dando más éxtasis a su cuerpo, logrando que se moviera aún más rápido.
-Tu mano...-. Dijo Gun en un susurro en los oídos de Mark.
-...-.
Mark no contestó, hasta que se dio cuenta lo que quería Gun cuando este tomó su mano y la llevó hacia su entrepierna.
-Necesita tu atención. Quiere tu mano-. Dijo Gun jadeante.
Buscó los labios del chico menor y los besó con pasión, ingresando su lengua para saborear todo su interior.
La habitación estaba completamente llena de gemidos y choques de ambas carnes, que se mezclaron formando un aroma a amor y sexo.
Gun se sentía, por primera vez en el cielo, siendo amado por alguien que fijó sus ojos en esta persona poco agraciada e ingenua, como él se describía a sí mismo cada vez que se miraba al espejo.
Luego del beso, Mark dirigió su atención al cuello de Gun mientras que con la mano que sostenía su cintura, bajaba para acariciar sus Glúteos.
La otra mano, aún seguía dando placer a su miembro.
-Ai Nhu.. Ahhh... Ya... quiero...-. Dijo Gun aferrándose fuertemente a su chico.
-También yo... pero me retiraré...-.
-¡No! Hazlo dentro de mí... por favor. Lo quiero dentro de mí-.
Mark soltó su miembro para depositar a Gun en la cama y tenerlo en la posición inicial.
Los dos llegaron al mismo tiempo al clímax y Mark se derrumbó en el pecho de Gun.
Sintió el rápido latir de su chico, haciendo estremecer su cuerpo. Ese latir correspondía al acto de amor que acababan de entregarse.
Se quedaron un momento en silencio para poder recuperar su aliento.
-Fue genial-. Habló Gun.
-Mucho mejor que eso-.
-Tienes razón-.
De pronto, Mark se endereza para mirar fijamente a los ojos de Gun.
-¿Te hice daño?-.
-No, para nada. Estoy bien-.
-Entonces me voy a retirar-.
Mark salió de su cuerpo y se acostó a su lado, trayendo a Gun a su pecho. Este se apegó al cuerpo del menor y lo abrazó por la cintura. Así se quedaron por un lapso de segundos.
-¿Sabes? Quería volver a sentir esta sensación-. Comentó Gun mirando a los ojos de Mark.
-¿Cuál sensación?-.
-De montarte-.
Dicha esas palabras, Gun evitó la mirada de Mark agachando su cabeza. Pero su mentón fue tomado para volver a conectar las miradas.
-En el fondo, sabía que eras tú. Algo me decía que la persona a la que tenía sobre mí no podía ser nadie más que tú-.
-Lamento engañarte...-.
Después de esa disculpa, Mark se acercó a Gun y lo besó tiernamente, luego respondió:
-Al contrario, soy yo quien debe pedirte perdón por lo que te iba a hacer-.
-Olvidémoslo. Ya quedó en el pasado-.
Ahora estaban juntos, abrazados en la cama como siempre debió ser y como lo había planeado el destino desde un principio. Pero hubo un pequeño detalle que Mark debía aclarar y no demoró en hacerlo.
-Hay algo que tengo que decirte-.
Gun frunció el ceño y lo miró atentamente.
-¿De qué se trata?-.
-Ese día, cuando nos conocimos, no fue planeado por mí. Fue una verdadera coincidencia-.
-¿Qué quieres decir?-.
-No tenía la menor idea de quién eras. Y cuando me miraste apenas chocamos, me gustaste de inmediato. Quería coquetearte, pero esa misma tarde, mi hermano me pidió que coqueteara con otra persona. Jamás me imaginé que esa persona ibas a ser tú-.
-¿Me estás diciendo la verdad?-. Preguntó Gun dudoso.
-Te lo juro. Nuestro primer encuentro realmente fue una coincidencia. Del resto se encargó el destino-.
-Agradezco al destino que te puso en mi camino. Aunque tuvimos que sufrir para llegar aquí-.
Mark abrazó fuertemente a Gun y lo atrajo aún más apegándolo a su propio cuerpo. Se tomaron de la mano y la entrelazaron como si no quisieran volver a soltarse.
-También lo agradezco-.
-Y el hecho de que volviste a mí. No sé qué habría hecho si te hubiera pasado algo-.
-Tú eres mi fuerza-.
Gun se levantó del regazo de Mark y lo miró fijamente.
-¿Por qué arriesgaste tu propia vida para salvarme? Salvar a alguien como yo, realmente no tiene sentido-.
-Porque tú te convertiste en todo para mí, y no hubiera soportado que te pasara algo. Estaba dispuesto a luchar contra mi propio hermano con tal de protegerte y que nadie te hiciera daño. Gracias a ti, conocí el verdadero amor-.
Gun no supo qué responder a tales palabras y agachó la cabeza esbozando una pequeña sonrisa.
-Oh, por cierto... tu color de cabello te queda bien. Te ves muy guapo. Aunque extrañaré tu color rojo-.
-Mejor vamos abañarnos de nuevo, no quiero que alguien nos vea y crean que me aproveché de este pobre enfermo convaleciente-.
Ambos salieron de la cama y se fueron a la ducha para quizás volver a hacerlo nuevamente.
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Se quedaron en la sala viendo un poco de televisión mientras se abrazaban y de vez en cuando soltaban pequeñas conversaciones
-¿Sabes que tu amigo y mi amigo están saliendo?-.
-¿Kris?-. Preguntó Mark sorprendido.
-Así es. Mi amigo Third y tu amigo Kris se conocieron el día después de que tú ingresaras al hospital. Desde ese momento se han tratado y al parecer, ya están en algo serio-.
-¡Vaya! No me imaginaba que nuestros amigos... Ya veo que estamos conectados de todas las formas posible.
-Al parecer, sí-. Dijo Gun con una risita.
Volvieron su atención hacia la televisión cuando escucharon el sonido de la puerta que se cerraba.
El hermano mayor se asomó hacia la sala y vio la escena de los chicos abrazados en el sofá.
-Qué rápida tu recuperación, hermanito. Creo que fue buena idea haber traído a tu enfermero particular-.
-¡P'Mix!-. Exclamó Mark un poco disgustado.
-Tranquilo, es sólo una broma. En realidad, tienes suerte que lo tengas a tu lado. No todos tenemos esa oportunidad-.
-¡P...!-. Dijo Gun.
-Descuiden, sólo vine por unos papeles que olvidé-.
Mix les mostró una sonrisa, dio media vuelta y se marchó en busca de lo que le hacía falta. Sin embargo, se devolvió y lanzó una frase que sorprendió a ambos chicos.
-Oh, por cierto, mamá y papá estarán pronto en casa, así que no se les ocurra tener sexo, ¿de acuerdo?-.
Lanzó una risotada y se fue.
-¡P'Mix!-. Gritó Gun.
Ambos chicos se quedaron mirando y se echaron a reír, luego recordaron la actitud triste de Mix y se dieron cuenta de lo que le ocurría.
-¿Es por tu hermano?-.
-Sí. Mi hermano se fue a Francia hace ya unos meses y no ha contactado con él-.
-Ya veo. ¿Y qué podemos hacer por él?-.
-No te preocupes. Creo saber lo que tengo que hacer-.
Mark acarició su cabeza desordenando un poco su cabello en señal de aprobación.
-Veo que eres bastante inteligente-.
-Lo soy-.
Se dieron un beso largo hasta que Gun se separó.
-Ya no sigas, que se me abrirá el apetito-.
-Eso es precisamente lo que quiero-. Respondió Mark acercando su rostro al de Gun.
-Tendrás que esperar. Tus padres volverán pronto. Pero no te preocupes, Gun Napat Na Ranong está completamente entregado a ti-.
-Y Mark Siwat Jumlongkul es completamente tuyo-.
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