Juego del Destino

CAPÍTULO 18

CAPÍTULO 18: 
"COMPROMISO"

Unos días después, Mix invitó a Gun a una cita. Después de terminar su jornada, llamó a su chico para preguntar por la hora en que debía recogerlo, debido a que este estaba en su trabajo.
A eso de las nueve, Mix pasó por Gun y se fueron a un restaurante de comida japonesa donde podían conversar tranquilamente.
-Vaya, es muy lujoso. ¿Podemos permitírnoslo, P'Mix?-. Preguntó Gun apenas entraron al lugar.
-Claro que sí, cariño. Es una cena especial, y quiero que sea en un buen lugar-.
-De acuerdo-.
Mix tomó a Gun de la mano y lo sostuvo fuertemente. Comenzó a caminar y guiarlo hacia un asiento que estuviera un poco retirado de los demás comensales. Encontraron una mesa al aire libre y esquinada. Un lugar perfecto con una hermosa vista para una cena romántica.
Un mesero con rasgo japonés se acercó hacia ellos.
-Señores, les traigo la carta-.
-Muchas gracias-. Contestaron ambos chicos.
El mesero les entregó la carta y se quedó parado esperando la orden. Los chicos abrieron y comenzaron a mirar los distintos platillos que ofrecían.
-¿Y bien? ¿qué vas a pedir?-. Preguntó Mix.
-Se me antoja un platillo de "Gyoza" y un platillo de sushi-. Gun habló en dirección hacia el encargado, quien anotaba el pedido.
-Yo pediré lo mismo, ¿Y para beber? Pues una botella del mejor vino blanco que tengan, por favor-.
-Muy bien, señor. En seguida les traigo su orden-. Habló el trabajador y se alejó del lugar.
Gun miraba hacia todos lados, como si aquella cita le incomodara. Tenía la sensación de que era la primera cita con su novio.
Algo totalmente extraño.
-¿Estás bien?-. Preguntó Mix.
-Si, ¿por qué?-.
-Te veo un poco nervioso-.
-Bueno, es que hace mucho tiempo que no tenemos una cita-.
-Eso es cierto. Lamento dejarte tanto tiempo sin atención. Pero te prometo que, desde ahora, todo será diferente-.
Mix tomó la mano de Gun que estaba posada sobre la mesa y la acarició suavemente. Gun la aceptó, pero en su interior quería retirar su mano. Algo estaba pasando en su interior que ni él mismo comprendía.
-Señores, aquí tienen sus pedidos-. Dijo el mesero dejando los platos sobre la mesa.
-Muchas gracias-. Respondieron ambos a coro.
-Que disfruten la comida-.
El mesero se retiró y los chicos comenzaron a probar su pedido.
-Esto está delicioso-. Dijo Gun.
-Sí-.
A medida que avanzaba el tiempo, Gun comenzó sentirse cómodo con su novio y todo rastro de nerviosismo se había esfumado. Ahora se podría decir que estaban en paz.
Conversaron de muchos temas y rieron de anécdotas y chistes, hasta que la comida había desaparecido del plato.
Mix cambió su rostro sonriente y miró seriamente a Gun.
-Gun, mi hermano me habló de la deuda que tienes con él-.
-Oh, la chaqueta. ¿Qué pasa con eso?-.
Mix soltó un suspiro antes de pronunciar la frase.
-Quiero que la próxima vez que tengas que pagarle, el dinero me lo des a mí-.
Gun quedó sorprendido con las palabras de su novio.
-¿Qué? ¿Por qué?-.
-Porque no quiero que tengas citas con él-.
-Pero he tenido un par de citas con él y no te habías molestado por nada, ¿por qué lo haces ahora?-.
-Porque no me había dado cuenta que te estaba alejando de mi lado, y que te tenía descuidado-.
-Pero eso no tiene mucho sentido-. Respondió Gun aún más confundido.
-Además porque no quiero que mi futuro esposo esté saliendo con otros chicos, aunque sea mi propio hermano-.
Gun se ahogó con un poco de vino y habló sorprendido.
-¿Dijiste futuro esposo?-.
-Sí, quiero que te cases conmigo-.
-¡P'Mix!-.
El mayor se levantó de su asiento y se arrodilló frente a su chico.
-Gun, sé que puede ser un poco apresurado, pero no tengo dudas y quiero pasar mi vida contigo. ¿Quieres casarte conmigo?-.
Frente a él, mostró un pequeño anillo con un grabado en su interior que decía "I love you".
Un terremoto provocó este detalle en el corazón de Gun, que realmente estaba al borde de las lágrimas.
Todos los comensales que estaban allí se voltearon a ver la escena romántica, esperando con ansias cuál sería la respuesta del chico menor.
-Sí, quiero casarme contigo-.
Gun colocó su mano y Mix introdujo aquel anillo quedando perfectamente en su dedo. Ambos se levantaron y se dieron un fuerte abrazo, mientras que los espectadores aplaudieron tal escena. Algo realmente conmovedor, pues fue aceptada tal petición como una pareja normal.
Los chicos agradecieron tal detalle por parte de todos a su alrededor y se sentaron.
Gun se secó las pequeñas gotas de lágrimas que tenía en sus ojos y miró de frente a su ahora prometido.
-Gracias por todo esto-.
-Te quiero mucho. Es lo menos que puedo hacer por ti-.
-Señores, les traemos esta botella de champagne por parte de la casa para que celebren su compromiso-. Interrumpió el mesero.
-Muchas gracias-.
Mix tomó la botella y sirvió en ambas copas, le dio una a Gun y comenzó a hablar.
-Vamos a brindar-.
-Por nosotros-. Añadió Gun.
-Y por nuestro compromiso-. Acabó Mix
Sellaron el momento con ese brindis que simbolizaba el futuro que les esperaba como pareja. Un futuro que era incierto y que iba hacia una errónea dirección por parte de los corazones de los dos chicos.
Luego de terminada la velada, Mix llevó a Gun a su departamento para que descansara.
-Pero no es tan tarde, puedes pasar a tomar algo si gustas, P'Mix-.
-Gun, mañana es jueves y tienes clases a las 8 de la mañana. Es mejor que vayas a descansar. Quiero que mi prometido se encuentre bien de salud en todos los aspectos-.
-Bueno, si lo dices por mi pierna, pues ya se encuentra mejor. No me duele ni nada-. Respondió Gun sonriente.
-Lo digo por todo. Quiero que estés bien-.
-Gracias-.
Mix se acercó a Gun y le dio un suave beso en los labios que duró varios segundos. Luego, se apartó del menor.
-Ve a descansar, cariño-.
-Sí. Que tengas buenas noches, P'Mix-.
-Igualmente-.
Gun se bajó del auto y se dirigió a la puerta de entrada de su condominio, le hizo señas a Mix y entró.
El mayor puso en marcha su automóvil y se fue del lugar. Mientras iba de caminó, golpeó varias veces con furia el volante, regañándose a sí mismo.
-¿Qué estás haciendo, Mix? ¿Qué estás haciendo con todo esto?-.
Aunque él no lo notaba, su compromiso fue una forma de escapatoria para su dolor en el corazón y su decepción de haber perdido al amor de su vida.
Para él, era una forma de compensar el daño que le iba a causar a la persona que decía amarlo.
En tanto, Gun caminó hacia la puerta de su departamento, y cuando apenas cerró la puerta, se desplomó en el piso soltando las lágrimas que había estado guardando durante todo el tiempo de la velada.
-¡Ya no soporto más! ¡Todo se está yendo a la mierda! ¡No sé qué hacer!-. Repetía en voz alta.
Algo que guardaba en su corazón estaba doliendo fuertemente y no sabía cómo detenerlo.
Así se quedó por varios minutos hasta que logró calmarse e ir a descansar.
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-¡Mark! ¡Mark, despierta!-.
-Déjame en paz, Kris-.
-No seas idiota, estamos en clases-.
Recostado en su lugar estaba Mark sin prestar atención al profesor que dictaba la clase. Su mente estaba viajando por otros lugares lo que hacía que no tuviera la concentración correspondiente para sus estudios.
Pensaba en aquella propuesta que le había hecho a Rhun, y que recibió como respuesta un "tal vez", lo cual resultó ser unas palabras muy dolorosas en su corazón. Era una clara señal de que había perdido al otro chico, pero debía ser responsable y hacerse cargo de la persona con la que se había acostado. Así se lo hizo saber su hermano.
-¿Podrías poner atención a la clase? El examen será pronto-.
-Eres molesto-.
Aunque había respondido de mala manera a su amigo, había obedecido y comenzó a poner atención a la clase.
El final de la hora llegó y los amigos se alejaron de la facultad para respirar un poco de aire.
-Mark, ¿Me acompañas a Siam? Debo comprar algunas cosas-.
-De acuerdo-.
-Así me cuentas lo que pasó en clases. La razón de tu distracción-.
Mark no respondió y sólo asintió con la cabeza. Cada uno se fue a sus respectivos departamentos para cambiarse de ropa, luego se fueron con rumbo a Siam en el automóvil de Mark.
Al llegar al lugar, entraron hacia varios locales comerciales, mientras iban conversando sobre el tema pendiente.
-Bien, ¿qué te pasa, Mark?-.
-Creo que estoy haciendo algo estúpido, pero es lo correcto-.
-¿A qué te refieres?-.
-Le pedí una oportunidad a P'Rhun-.
-¿Qué? ¿Vas a coquetear con el hermano mayor de P'Gun?-.
-Bueno, en realidad le propuse esa idea-.
-¿Y él la aceptó?-.
-No, aún no me ha dado una respuesta-.
-Déjame decirte que tienes razón. Es algo estúpido-.
-No lo sé. Estoy confundido-.
Mark dio un suspiro y continuó su camino junto a Kris.
Entre conversaciones y distracciones, Mark choca la espalda de un hombre mayor que estaba parado comprando unos pequeños adornos.
-Oh, lo siento mucho señor-. Se disculpó Mark.
El hombre voltea y le muestra una sonrisa al chico.
-Nong Mark, eres tú-.
-Sr. Saengmuang. Un gusto verlo-.
El señor Saengmuang, era amigo de la familia, y socio del señor Jumlongkul desde hace muchos años, por lo que fue muy grato para él encontrarse con el menor de la familia.
-El gusto es mío, muchacho-.
-Gracias-.
-Por cierto, dile a tu hermano que le deseo mucha felicidad-.
-Eh, ¿cuál sería el motivo?-.
-Por el compromiso-.
-¿Compromiso?-. Preguntó Mark confundido.
-Sí, su compromiso. Ayer, en el restaurante japonés, le propuso matrimonio al joven con el cabello colorín. Estuve presente, pero no pude felicitarlo porque no quería arruinar su velada-.
Las palabras del señor calaron muy profundo en el corazón de Mark.
-Ah, sí... el compromiso. De hecho, ayer nos lo contó mi hermano-. Mintió.
-Dile que pronto pasaré a su casa a felicitarlo personalmente. Ahora si me disculpas, tengo que continuar. Nos vemos-.
-Adiós-. Dijo Mark con una voz ya casi inaudible.
"No puede ser. P'Mix se casará con P'Gun... mi P'Gun" dijo Mark para sus adentros, intentando evitar que caigan lágrimas de sus ojos.
En ese momento, el corazón de Mark terminó por destrozarse por completo.
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