Satsuki

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Capítulo 1: La nueva integrante.

Narra Satsuki Nagata
Voleibol, deporte jugado por dos equipos de seis jugadores donde intentar pasar un balón sobre una red. Siendo honesta nunca le agarre peso a los deportes, de hecho, soy bastante pésima en ellos. Sin embargo todo cambió un partido que fue a ver la semana anterior.

Jugaba en ese entonces, Jügetsu, un equipo de visita y Kamina, un equipo local. El partido estaba bastante empatado, 22 a cada lado. No preste bastante atención sobre lo que sucedía. Pero luego, repentinamente algo empezó a llamar mi atención...un chico alto, que ocupaba un uniforme negro que hacía resaltar su pálida piel, un pelo negro bastante enredado que apenas distinguía sus cejas de su cabellera, un porte bastante escueto, etc.

—Murama, coloca— vociferó una voz que venía de la cancha que me sacó de un trance que yo misma había entrado. Mientras intenta volver en sí comencé a observar al público: había niños, gente mayor, e incluso una señora que cargaba un perro sobre su pecho. Sin embargo, mi atención se desvió hacia alguien que estaba con una capucha, resultando ser una chica con lentes que parecía mirar con indiferencia el partido. Me preguntaba que sucedía con ella.

Finalmente Kamina terminó ganando el partido, ese chico Murama estaba bastante serio...pero fue suficiente para cautivarme.

A la mañana siguiente, Satsuki Nagata golpeó la mesa de una de sus compañeras.
— ¡Ya me decidí, me uniré al equipo de volley femenino de esta Universidad!—gritó con entusiasmo.
—No tenemos ningún equipo en el área sur de la U— dijo una de sus compañeras.
—Aparte que tú apestas para el deporte— remató otra mientras Nagata quedaba en blanco.
—No importa, buscaré en otro lado si es necesario— dijo Nagata, mientras se dirigía a la salida de la sala.
—¿Oye, Nagata?— dijo una de ellas llamada Ika— estas segura que el cambio no se da por cierta persona que viste ayer jugando.

Nagata se avergonzó pero mantuvo la compostura. Mientras estaba afuera decidió dirigirse al área norte para comprar algo para el almuerzo. El comedor queda en él área norte de su universidad. Era a lo menos unos cuantos metros ida y vuelta por un pan casi envuelto con un sabor bastante tosco.

La ropa de Nagata era bastante simplista, una chaqueta azul abierta con una polera blanca en su interior, unas calzas negras y unos zapatos blancos que lucían a veces embarrados con tierra por el mal cuidado. Se seguía preguntando dónde encontraría un equipo de voleibol, en eso escuchó un respirar bastante agitado, apenas pudo darse vuelta y vio a un joven corriendo como podía con una carpeta en sus brazos hasta que luego cayó de bruces hacia el pavimento.

—¿Te encuentras bien?—dijo Nagata mientras intentaba ayudarlo a levantarse.
—Sí, Sí lo estoy—dijo el chico mientras observaba angustiado el piso— Mierda, Murama va a matarme si llego tarde nuevamente. El chico procedió a levantarse del suelo y comenzó a limpiarse la poca tierra que tenía en sus zapatos y pantalones.

—¿Murama?—preguntó Nagata esbozando una mueca de sonrisa en su rostro.
—Akatsuhi Murama, es la capitana del equipo de voleibol femenino Hinawa— respondió el chico mientras se limpiaba un poco el polvo de tierra de su ropa apenas lavada.
La sonrisa de Nagata se mantuvo e insistió en que el chico la llevase a conocer el gimnasio y el nuevo equipo.
—Emm..Soy Satsuki Nagata, un gusto.
—Matsuo Takara— respondió. El chico logró limpiar los informes y ponerlos dentro de su mochila para que no estorbaran y guió a Nagata hasta el gimnasio ubicado en el área norte de la Universidad de Hinawa.

El complejo deportivo era bastante bonito por fuera, habían plantas que rodeaban la zona dándole un tono menos opaco al color con la que estaba pintada. Además, tenía instalaciones y fierros a su exterior más nuevo. El interior era mejor, un piso de madera bastante bonito dando amplitud a la cancha, la red para jugar voleibol, unos aros de básquetbol a sus extremos y las luces para decorar.