7

52 2 1
                                    

Capítulo 7: La Elección

Saichi se aproximó frente a la casa de Matsuo para irlo a buscar. Tenían clases temprano y de él no se sabía nada desde hace un día.

Golpeó la puerta un poco, había ido con una chaqueta que apenas abrigaba.—¿Quizás haga sol a media tarde?—pensó. Mientras observaba las aves y la calle casi vacía, la puerta se abrió suavemente mostrando el interior de la casa.

—¿Quién eres?—dijo una voz de niña que se dirigía a Saichi con un tono curioso. Era Maki, la hermana de Matsuo
—Soy Saichi Asakura—dijo—estoy buscando a tu hermano.

La niña vociferó a viva voz que una bonita mujer buscaba a Matsuo, haciendo que Saichi enrojeciese. Todo terminó cuando la madre de Matsuo detuvo el griterío de su hija.

—¡Maki!— dijo— lo siento hija, Matsuo esta en su pieza, si quiere puede pasar.

La casa de Matsuo era bastante grande y simple a la vez. Tenía unos cuadros familiares, unos trofeos de su padre colgando en una repisa, unos sillones cafés con unos viejos cojines, una escalera simplista y una mesa de centro de madera refinada.

Saichi subió las escaleras y se detuvo frente al cuarto. Pensó si debía abrirla altiro.—Talvez se debe estar cambiando ropa—pensó. Luego de un rato decidió abrirla de golpe con los ojos cerrados.

Al abrirlos vio en el escritorio del cuarto a Matsuo recostado en la silla durmiendo cerca de unos apuntes y hojas al azar.

—Buenos días Saichi—dijo Matsuo apenas gesticulando.

—No contestabas nada, me tenías preocupada.

—Perdón—dijo Matsuo—estuve muy estresado planificando la idea de la elección, aparte que Maki no me dejó dormir.

—Tu hermana es bastante agradable—dijo Saichi con un tono alegre.

—No dejes que te engañe—dijo Matsuo—es alguien terrible.

Matsuo finalmente pudo ordenarse, le pidió a Saichi esperar en el living para poder vestirse. Mientras Saichi esperaba se puso a pensar sobre la elección. Tanto Nagata como Toriko habían progresado de forma excelente. Estaban al mismo nivel pero solamente por idea de Murama o Matsuo solo debía quedarse y jugar una.

Cuando se perdió en sus pensamientos, Matsuo bajó rápidamente y le pregunto si quería desayuno. Saichi aceptó de todas formas.

Mientras en la cancha, Nagata y Toriko se preparaban para practicar pases y recepciones. Por su lado Nagata temblaba de miedo, era su última oportunidad frente a Murama para entrar y cumplir su objetivo. Toriko por su lado, sentía un pequeño apretón en su estómago, apenas se concentraba y coordinaba sus manos con el propio balón.

Ahashi y Sakurawa observaban de la banca, mientras esperaban que llegase Murama, Saichi y Matsuo. Ahashi por su lado observaba a las aves que cruzaban por el ventanal del gimnasio.—¿Oye Sakurawa...—dijo Ahashi—¿Crees que las aves tienen el mismo nido o buscan otro por comodidad? Sakurawa se despegó y pidió que repitiese la pregunta.

—Supongo que si—dijo Sakurawa—no creo que estén de un lado a otro buscando otros lados.

—Me saltaba la curiosidad—dijo Ahashi—Es que por altura temía que te convirtieran los pájaros en un lugar donde poner el nido.

—No me dio risa para nada—respondió Sakurawa dándole un fuerte golpe en la cabeza a Ahashi.

Luego de eso llegó Murama en conjunto de Matsuo y Saichi.—Bien, tengo la prueba definitiva para escoger quien queda y jugará contra Hitsuka—dijo Matsuo.

SatsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora