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Capítulo 17: Los inicios de Momoko

Toriko seguía bastante aturdida debido a la fuerte caída. Su cuerpo se mantenía estático debido al impacto.
—Se pide a favor de Hinawa, una pausa de unos 3 minutos debido a la fuerte caída sobre por la numero 6, Toriko Hanamichi.—dijo el árbitro alto mientras guardaba su silbato dentro de su bolsillo de la camisa.
—Estas bromeando Omoi—dijo el otro árbitro calvo—Si nos seguimos retrasando el partido terminará tarde y no tendré tiempo de alcanzar la tele de media tarde.
—Eres un tonto Teruyo—contestó Omoi—es solo una pausa de dos minutos. Aparte es muy probable que nos paguen más por el tiempo extendido.

Las chicas de Hinawa y Matsuo se acercaron hacia la red para ver a Toriko. El impacto había sido fuerte. Ahashi la observó mientras le preguntaba a Sakurawa que debían hacer ahora.
—No se—dijo Sakurawa—Nunca tome clases de primeros auxilios.
—Creí que lo habías hecho para el trabajo de tu papá en el taller—dijo Ahashi—digo, por tu altura podrías chocar con...
—¿Que diablos insinúas?—respondió Sakurawa con rabia antes de ser interrumpida por unos pasos que se acercaban desde el otro lado de la cancha. En ese instante Toriko abrió los ojos, se sentía mareada por el impacto, miró a todos y empezó lentamente a mover sus manos para poder levantarse siendo detenida rápidamente por Matsuo quien le tomó el brazo con fuerza.
—Quédate acostada, no puedes levantarte aún—dijo Matsuo—podría ser peligroso ya que no sabemos como fue el impacto.
—Bueno—respondió Toriko—aunque no creo que fuese tan fuerte el golpe...no me duele tanto.
—¿Oye Ahashi?—preguntó Matsuo—¿tienes alguna bolsa de hielo a la mano o puedes conseguir una?

Antes de que Ahashi se levantase, una voz leve hizo que todos voltearan hacia la red.—Disculpen tengo un poco de gel frío si quieren usarlo para ella—dijo la voz resultando ser Tika Hayashida.
—Gracias—dijo Sakurawa colocando el gel sobre la cabeza—¿De donde lo conseguiste?
—Mi viejo es prevencionista de riesgos y por eso a mí y a mi hermana chica nos enseñó eso—dijo—¿Quieren que revise si tiene algún problema?
—Bueno—respondió Matsuo.
Tika comenzó a revisar a Toriko por su cabeza, pasando su mano por su ojos y luego por su cuello para ver como iba la respiración. Finalmente tomó su brazo y le preguntó si le dolía debido al fuerte golpe obteniendo una respuesta rápida sobre Toriko diciendo que era solo un leve golpe. Luego de eso acomodaron un poco a Toriko en la banca levantándola levemente evitando algo que empeorara la situación colocándole el gel en la cabeza por un minuto.
El rostro de Toriko se sentía normal; no contaba con algún raspón, como si lo eran sus brazos, pero cuando esta se levantó para devolverle el gel a Tika Hayashida, esta reveló bajo el mechón de su pelo, una línea de sangre producto del impacto.
—Toriko estas sangrando—dijo Nagata observando.
—No te preocupes—respondió—creo que se secó todo el rato que estuve en el piso, aparte no duele tanto.

Mientras Toriko se sanaba del impacto. Momoko desde su lado la observaba extraña, su mirada no se despegaba del "intento de ataque" producido por Toriko Hanamichi.—En cierto modo me recuerda a Aoi—pronunció levemente Momoko.

*Narra Momoko
"Y faltando solamente cinco minutos para el término del tercer tiempo el equipo Kogane toma la delantera 99 a 98, aunque el partido se decanté a favor de ellos es posible que sea imposible—dijo un comentarista deportivo—pero estando el Sukuhara al mando de Aoi Hanbu, es imposible que pierdan."

Yo tenía cinco años cuando vi el deporte a manos de mi hermana. No conocía las reglas, pero me sentía bastante feliz observando a mi hermana jugar, en ese día estaba acompañada de mi hermano mayor Hayori, Ishikawa, el novio de mi hermana y mi papá. Siempre admiré a Aoi cuando era niña, siempre quise jugar como ella. Era fantástica.
—Papá, quiero jugar básquetbol al igual que Aoi—dije mientras observaba a mi padre sentado en su silla ubicada dentro del living.
—Tienes razón—dijo Hayori—ella es talentosa debido a los ojos que poseen la familia Hanbu. Es imposible que un Hanbu pueda vencer teniendo los "ojos del futuro".
—No se llaman así—dijo una voz femenina alto rasposa siendo mi prima Uzuka, quien se encontraba sentada frente a mi—ese nombre es horrible, el nombre debe ser fino y elegante como lo es la carne argentina y el vino chileno. No sonar como de historia cursi.
—El tenis te voló la perdiz—respondió Hayori con un tono enojado.
—¡Silencio!—dijo mi padre—debemos discutir cual será el futuro deportivo de Momoko y ustedes dos hablan idioteces.
—¡Yo decidí jugar básquet como Aoi!—dije mientras observaba a Aoi.
—Es imposible que más de un Hanbu se dedique a un solo deporte, su calidad es que son únicos y no puede haber más de uno.
—Un momento Tío Catena—dijo Uzuka, mientras estiraba sus brazos detrás de su cabeza—no creo que sea necesaria tanta rigidez con la pobre Momo, podemos dejarla que practique. Sería interesante ver a un Hanbu enfrentarse a otro.

Tras permitirme jugar basquetbol, le pedí a mi hermana que me entrenara. Ella accedió e incluso me enseñó algunas tácticas del deporte.
—Practicaremos un poco de pases—dijo Aoi lanzándome el balón hacia mis manos—lo que tienes que hacer es tirarme el balón suavemente desde tu posición a la mía. Tome el balón con mis manos pequeñas y lo lance muy suavemente rodando hacia los zapatos de Aoi quien solamente atinó a reír.
—No te rías—dije un poco enojada—es primera vez practicando.
—No es eso—dijo Aoi mientras intentaba contener su risa—es que me recuerdas a mí cuando inicié en el básquet.

Paso un tiempo y mientras Aoi se centraba más en los deportes, mi papá me inscribió en una iniciativa que tiene la municipalidad de mi zona.  Así que mi hermano Hayori me acompañó hacia el techado de la zona. La iniciativa consistía en un pequeño entrenamiento de básquet dirigido por una mujer de pelo negro amarrado hasta su nuca llamada Ikiyami. Su pose denotaba que sabía del tema o incluso pensaba que era imposible que cometiese errores.
Ikiyami tenía una voz seca, cuando se presentó bebió un poco de agua y observó a cada una de las participantes dentro del techado. Entre todas éramos unos 6, resaltando a una pequeña de pelo negro que tenía la mirada baja y se apretaba las personas con las manos del pánico.
—Muy bien, quiero conozcan a dos personas que se unirán a nuestro pequeño grupo—dijo Ikiyami mientras estiraba sus brazos—ellas son Momoko Hanbu y Satsuki Nagata.
—Nagata—dije mientras observaba. La niña solamente levantó la cabeza rápida con fuerza. No pudo decir casi nada y solamente volvió a su pose.
La profesora fue por un par de balones y nos entregó a cada una. Pero no podía quitar los ojos de la pelinegra. No sabía que hacía aquí ella. Cada tiro que lanzaba lo fallaba con fuerza y dejaba el balón tirado en el suelo. Fue la última vez que la vi.

Tiempo después de un acontecimiento me comenzó a agradar el voleibol al paso de que Aoi se volvía alguien admirada. Siempre era entrevistada por alguien y mucha gente lo conocía. Sin embargo, todo cambió luego de un par de años. Mientras estaba en la media sentí un fuerte dolor en el ojo que me dejó recostada dentro del patio del liceo. Cuando me llevaron a la enfermería me recibió mi madre y mi prima quien tenía una cara deprimida observando sus zapatos.
—¿Qué sucede?—dije—Mi ojo no arde tanto para que se preocupen.
—Aoi perdió su partido debut en la liga.—dijo Uzuka—todos en casa están enojados con ella.
—Es imposible—dije casi enojada—Aoi no es tan débil. Debe ser un error. Debes estar mientiendo prima.
—No hay ninguno, Aoi perdió y todos piensan que el legado de los Hanbu se fue al desastre. Y eso que lo ocurrido con Hayori pasó más de un año.

Finalmente luego de una larga discusión, Aoi decidió irse de casa. Me había quedado sola. Mi único apoyo se alejó delante de la puerta. Entonces decidí en ese momento volverme más fuerte y hacer que olvidasen lo de Aoi y que volviese a vivir con nosotros.

*Fin narración*

—Momoko? ¿Momoko?—dijo Haruka esperando que Momoko despertase de su trance—¡Despierta Momoko!
—Ya desperté Haruka—dijo Momoko un poco sobresaltada—No era necesario que me gritases.
—Entraste en un trance. Ya terminó el "tiempo muerto" de Hinawa.
—Entonces..¿Podrías pasarme el balón?—dijo Momoko ordenando su camisa de lo arrugada que estaba—Comenzaremos fuerte con ese saque y recuperaremos el empate.
—Bien—dijo Toriko levantándose el gel frío de la cabeza y caminando medio torpe hacia la mitad de la cancha con el paño en su mano.
—Oye detente—dijo Sakurawa—No sabemos si se te ha pasado el mareo.
—Pero si debo jugar debo acostumbrarme a moverme en la cancha rápidamente—contestó Toriko enojada.
—No seas impulsiva—dijo Murama—pídele a Nagata que vaya a dejar el gel frío por ti.
—Bueno—dijo Toriko de manera tosca. Le paso el gel a Nagata y espero a que ella se lo fuese a dejar.

En ese entonces Momoko se puso a practicar con el balón dándole unos pequeños botes. Cada vez empujaba el balón al suelo más concentrada solamente errando uno que rodó a los pies de alguien parada frente a la red. Cuando levantó la vista observó a Nagata acercándose con un gel que Tika le había ofrecido.
—¿Ya no le sangra la cara a esa mina?—preguntó Tika.
—No—respondió Nagata con una sonrisa—venía a devolvértelo.
—Gracias Nagata—dijo Tika recibiendo el gel.
Momoko recordó a aquella niña temblorosa que vio durante su infancia Su rostro se asimilaba a la de ella. Sus emociones estaban revueltas, pero le daba algo de calma y pánico volver a verla. —Nagata—dijo Momoko casi en voz baja. Nagata se dio vuelta y observó a Momoko viéndola.
—Finalmente has vuelto Pelinegra.

SatsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora