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Capítulo 9: Las chicas de Hitsuka

Hitsuka era una universidad bastante reconocida. Tanto su ámbito educacional como el deportivo destacan a partes iguales. El equipo de Kamina, al mando de Kiske Murama y el Hitsuka, al mando de Shiro Kitsuna, y dirigidos ambos por Katsuhiro Takara habían dejado la vara alta en diversos campeonatos como el Interuniversitario en varias ocasiones. Sin duda, Hitsuka era un equipo de prestigio.

Haruka Tencho había llegado de las primeras, se encontraba sentada bajo un árbol leyendo un par de apuntes que sacó de su mochila cuando una sombra le tapó la luz. Resultando ser Shigeo quien cruzaba directo a sus clases.

—¿Solamente llegaste tú?—preguntó Shigeo mientras observaba a Haruka sentada. Haruka no contestó y fijó su mirada en sus apuntes haciendo que Shigeo se fuese.
—Eso estuvo cerca—pensó Haruka—no debo mostrar interés en nadie ni siquiera en Shigeo, no debe interponerse nada en lograr ser una jugadora excepcional.

En ese instante sintió un leve toque en su hombro que la hizo saltar. Era Momoko Hanbu quien se le dijo que entrará ya que ella tenía las llaves. A Haruka aún no le devolvía el alma al cuerpo.

Momoko Hanbu era alguien curiosa. Media 1.77, dos centímetros más que Haruka, tenía el pelo azul, vestía la chaqueta blanco-amarilla del equipo con el logo de Hitsuka en su espalda. Poseía su ojo izquierdo blanco y su ojo derecho color negro. Nadie sabía de su explicación y siempre daba la misma excusa cuando se le consultaba. En eso Haruka reaccionó, levantó sus cosas y se dispuso a seguir a Momoko dentro del gimnasio de Hitsuka.

El gimnasio era una especie de techado abierto a sus costados, era el lugar perfecto para que algunas aves colocasen sus nidos y no molestasen a la gente, bueno a la menos quisquillosa eso si. Las bancas eran de madera con cemento para reforzar, un piso de cemento de color azul. Y como no dos aros de baloncesto en cada lado.

Haruka se sentó por mientras en la banca, mientras buscaba en su bolso el uniforme de Hitsuka, se dirigió al camarín a probarse el uniforme. En eso sintió unas pisadas en la cancha que aumentaban su sonido hasta acabar en un golpe hacia un balón. Se acomodó el busto del uniforme y salió del camarín a observar que era.

—12.3 segundos, aún no bajas de tu marca inicial—dijo Takeo, mientras estiraba un poco los brazos.

Haruka entró en pánico un poco, pero antes de reaccionar, sintió un balón en la espalda que la dejó adolorida. Era Kiyoko Hano, quien ocupaba la posición de zaguero. Kiyoko se acercó y le preguntó si le había dolido fuerte el impacto con la pelota. Haruka le dijo que fue un poco leve.

En eso se abrió la puerta del techado apareciendo el profesor Takara, quien les ordenó a los chicos despejar la chancha para que Hitsuka pudiese entrenar tranquilamente.
—¿Esperamos afuera?—dijo Tenzin mientras movía el cigarrillo de su boca al hablar.
—Si, pero antes les puedo pedir un favor a ustedes—dijo el profesor Takara juntando al equipo del Kamina completamente—¿Podrían asistir de público al partido contra Hinawa mañana?

Los chicos quedaron estáticos ante tal pregunta.

—Es que como es el debut de mi hijo Matsuo como entrenador, pensé que sería buena idea que ustedes fuesen a observar, así tal vez puedan ver como ha mejorado—dijo Katsuhiro.
—Por mi parte no lo sé—dijo Ruijy mientras se acomodaba la chaqueta—tenemos que prepararnos para el Interuniversitario y siento que podríamos aprovechar tiempo del partido para practicar.
Todos dudaban un poco hasta que Kaneda Bunse, el chico de pelo azul, aceptó ir argumentando que lo mismo que con el equipo de Hinawa podían usarlo para perfeccionarse.
—Yo apoyó la idea—dijo Takeo. Lamentablemente recibió un golpe en la cabeza de Shigeo llamándolo "pervertido". —Vas a mirar mujeres—dijo Shigeo enojado—aunque igual iré para controlar tus libidos.

Las chicas de Hitsuka observaban de lejos, pero no podían oír debido a que se habían ido lejos. En eso una voz interrumpió lanzando un balón hacia la red pidiendo que todas se juntaran.
—Mi nombre es Shiro Kitsuna—dijo mientras se ponía en posición—soy la capitana del equipo de Hitsuka, así que por mientras hagan ejercicios de estiramiento mientras el resto se pone a practicar recepción.

Kitsuna era alguien bastante seria cuando se refería a los deportes, había jugado voleibol en la enseñanza media junto a Akatsuhi Muarama, por lo cual sabía como usar las circunstancias a su favor. Tenía el pelo corto de color café, un número cinco rayado en su mejilla izquierda y los ojos grisáceos. Kitsuna tenía un talento innato para algunas temas del deporte, en especial, cuando daba remates que eran imposibles de bloquear a cierta distancia.

Cuando el grupo terminó de estirar, Kitsuna les pidió que diesen un par de vueltas a la cancha para poder ser rápidas al detener ataques.—Tendrán mejor reacción al recibir un ataque primerizo—dijo. Las chicas comenzaron a trotar, mientras Haruka se perdía en sus pensamientos escuchó una voz susurrar unos palabras extrañas.

Un equipo tiene la posibilidad del 50% de ganar o perder un juego, al haber cuatro colores en una ruleta simple tendrá la posibilidad de un 25% de escoger el color sugerido...

Cuanto más se acercaba,  oía la voz más claramente—En el juego de blackjack, el jugador tiene 1 en 20 probabilidades de conseguir el 21...

Al estar al mismo nivel pudo distinguir la voz de quien era, resultando ser Saikoro Randamu quien a modo de mantra susurraba palabras al azar.
Luego de un par de minutos Haruka se puso a descansar mientras observaba como las demás chicas practicaban; Momoko se dispuso a practicar recepción con Kitsuna intentando mantener un ritmo estable, Tenku Kodama, la líbero, se disponía a la práctica habitual en conjunto a Mura Sakino, quien apenas podía concentrarse en lanzar un tiro recto. Haruka solo suspiro mientras tomaba un poco de agua.

En tanto los chicos estaban sentados afuera del techado, Tenzin solo se recostaba en la pared jugueteando con el cigarrillo como de costumbre pensando en cualquier cosa; Kaneda solo apuntaba en comer un pan agrio para pasar el hambre y Takeo y Shigeo solo miraban imágenes en el teléfono para pasar el rato.

—¿Oye Tenzin?—dijo Kaneda apenas audible por el sonido de pan en su boca—¿Tu hermana va a participar en el encuentro?

Tenzin quedó mudo e intentó pensar en otra cosa.—No lo sé, quizás no vino a las prácticas—dijo mientras buscaba un fósforo para prender el cigarrillo y tranquilizarse.

—No sabía que tenías una hermana Tenzin—dijo Shigeo mientras observaba a Tenzin nervioso.

—Espero que no haya venido—dijo Tenzin. En ese instante un balón de voleibol golpeó la cara de Tenzin con fuerza aturdiéndolo de un impacto en el suelo de tierra.

—Deberías estar entrenando y no perdiendo el tiempo—dijo una voz femenina que se hacía más densa cuanto más se acercaba. Dicha figura se presentó resultando ser Hoiusu Shikarada, la hermana de Tenzin.

La figura de Hoiusu desprendía un aura malévola que inundaba la zona de descanso. Ella era la hermana mayor por solo cinco minutos, aunque en estatura Tenzin le ganaba por apenas un milímetro ella tenía más fuerza para tomar la autoridad por sus manos. Tenía el pelo largo color negro y siempre llevaba un silbato como colgante.

—¿Te dolió el golpe?—pregunto Hoiusu. Tenzin se levantó de golpe y le dijo que se fuera, a lo cual ella accedió mirándolo con una cara de enojo.

Tras la práctica del líbero, Mura procedió a practicar lanzamiento por su cuenta mientras daba un par de pasos. Era su forma de mantener la concentración. Por su parte, Momoko se dispuso a practicar bloqueo con Haruka. Momoko se ponía en ventaja por su altura, lo que obligaba a Haruka a saltar más alto.

Pasada una hora las chicas ya estaban listas para el encuentro de mañana, a lo cual tomaron sus cosas y decidieron irse. Los chicos las siguieron dejando solamente a Shiro en la cancha.—Finalmente nos veremos las caras...Murama—dijo lanzando el balón al aire dándole un fuerte golpe haciendo que rebotase fuera de la línea.

SatsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora