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Capítulo 24: Bienvenido a Odayaka parte 2: El equipo de Kaminawa

—Perdona si te asuste—dijo Okuma mientras daba una leve sonrisa.
—No, no es nada—dijo Nagata riendo—¿tú estudias aquí?
—Sí—contestó —Soy estudiante de biología marina y quiero convertirme en una cuando terminé.
—Interesante—dijo Nagata—yo por ahora estudio educación parvularia.
—Ah, ¿debes querer mucho a los niños no?—preguntó Okuma
Nagata solo asintió a reír, mientras eso sucedía el teléfono de Nagata comenzó a sonar. Era Sakurawa, quien la llamaba para juntarse ya que el equipo de Kaminawa se encontraba listo.—Solo les falta un integrante al igual que nosotros ¿Dónde estas?
—Tendré que dejarte, me necesitan en la cancha—dijo Nagata mientras tomaba sus cosas y alejándose hacia la cancha.
—Tranquila—respondió Okuma casi riendo.

El gimnasio de Kaminawa era grande. A pesar de ser un complejo casi simplista en su exterior, con lo básico de sus luces exteriores y estar ubicado cerca de una cancha de fútbol, que era usado más para fumar un poco que para tener torneos de fútbol, era sede de diversos torneos organizados por la universidad o de carácter nacional. El interior era más profesional, poseyendo butacas e incluso un segundo piso. Distinto de Hinawa quien apenas contaba con una planta de asientos. La cancha era azul, pues era de concreto y no contaba con un escenario improvisado en el.
—¿Donde estabas?—preguntó Toriko mientras se amarraba los cordones.
—Perdón—contestó Nagata riendo—es que conocí a una chica y me quede hablando con ella.
—Como sea, Matsuo fue a buscar algo para tomar agua y venía altiro. Las chicas de Kaminawa estaban esperándonos.

Cuando Nagata dirigió la mirada hacia el frente observó al equipo entero. Vestían un uniforme azul completo con las letras de "Kaminawa" escritos en su torso. La luz entraba de manera diagonal a la cancha. Finalmente mientras hablaban una figura se presentó ante todas.
—Mucho gusto, soy Hiyuki Sado—dijo mientras soltaba una leve sonrisa—soy la capitana del equipo de Kaminawa. La chica era rubia con el pelo tomado de una cola de caballo; de tez blanca; alta, dejando a los hombros un poco corto la abertura del uniforme con un tono de voz que daba una seguridad enorme. Mientras estiraba observó a Murama lentamente, cuando fue interrumpida por un correr desesperado.
—Llegaste tarde Okuma—dijo una de las chicas del fondo.
Nagata solamente se sorprendió obviando y desconociendo al mismo tiempo que aquella chica jugaba en aquel equipo. Okuma corrió hasta el centro de la cancha deteniéndose solamente para exhalar un poco de aire. Okuma era más relajada e incluso distraída que la propia Hiyuki. De complexión baja, con un busto prominente, un parche curita colocado frente a su nariz, un pelo negro corto y desaliñado que recorría su cabeza. Hablaba casi con una voz ágil que podía incluso cortar palabras.

—Mi nombre es Okuma Kogeki—dijo mientras colocaba uno de sus brazos detrás de su cabeza—soy la armadora y atacante lateral del equipo de Kaminawa.
No obstante, Murama, y el resto de las chicas solo tenía concentrado el enorme busto que Okuma tenía. Lo que dejaba a Murama en una gran duda y desventaja.
—¿Con esos senos enormes como lo hará para saltar?—pensó—No debería dolerle la espalda.
—Y bueno—dijo Okuma—lamentó llegar tarde, es que estuve...
—¿Como diablos puedes hacer recepciones o incluso saltar con esos enormes senos?—preguntó Murama un poco desconcertada.
—Hahaha—dijo riendo—es bastante sencillo como mis pechos no me dejan saltar y me incomodan un poco, uso las piernas. Es una técnica que me dejó mi madre, Makoto Kogeki.
Ese nombre dejó a Hiyuki y Murama desconcertadas. Ese nombre de alguna forma se les hacía conocido pero no sabían donde lo habían escuchado. Por su parte, para romper el hielo, se fueron presentando los demás chicas.
—Mi nombre es Hoshi Zetsubou—dijo una de ellas. Su pelo enredado y con aspecto de poco uso además de su tono que sonaba como si estuviese masticando algo.
—Qué equipo más simple—pensó otra chica llamada Hanna Kizuna —¿Acaso ellos cayeron frente al patético equipo de Hitsuka?
—me he estirado unas 34 veces, por ahora—dijo otra llamada Kenshi Yamaguchi—al menos así puedo mentalizar todo.

SatsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora