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Capítulo 32: Fuerzas Igualadas.

*Hace 14 años
—Y faltando nomas unos diez minutos para este encuentro en la ciudad de Kaukari finalice, el equipo infantil "Campo Soleado" a cargo de la entrenadora Ayumi Hayese se ha interpuesto un poco frente al equipo "Agua Plateada" —dijo uno de los jueces sosteniendo un micrófono—Ambos equipos provenientes de la ciudad de Odayaka han logrado superar a cada equipo que se les atravesará quedándose a pasos de ganar el torneo infantil.
—Gracias por haberme traído a ver el partido papá y tía—dijo una Toriko de ocho años mientras agolpaba sus manos frente al fierro de la tribuna. Su padre, Enzo Hanamichi, era alguien de estatura mediana, su rostro era algo achatado sobre su nariz,de constitución delgada pero dejando una musculatura estable debido al trabajo de minería que ejercía.—No hay de que mi niña—dijo sobándole un poco el pelo dejando caer un poco de tierra en el—Yo soy más apasionado por el fútbol, pero igual sería bueno experimentar otros deportes.
—Lo sé cuñado—respondió su tía un poco riendo—Tú y Kamori son muy fanaticos del fútbol—La pobre Toriko apenas duerme con sus cánticos cuando toman en conjunto del negro "Cobija".

Toriko se despreocupó de la conversación y se empezó fijar en una pequeña niña con lentes que se disponía a dar un saque. —Ahora, la jovencita Akatsuhi Murama dará el saque—dijo el juez de línea. Era primera vez que veía un deporte tan de cerca. Solamente había visto partidos de fútbol con su padre cuando jugaba el equipo local contra algún equipo de la capital cuando estos tenían los huevos, en un sentido más vulgar, de someterse al abrasante calor de la zona de Agoshihama. Cuando la niña dio un salto Toriko quedó impresionada. Un nuevo mundo se había abierto ante sus ojos y quería ser parte de él.—Quiero ser como ella—dijo susurrando.

El balón paró a rebotar detrás de otra niña que la miraba estupefacta. Toriko siguió mirando el partido hasta que escuchó la voz de otra niña a su lado.—Juega bastante bien—dijo la niña—¿No crees que debería ser su aprendiz? Cuando se dio una vuelta observó a una pequeña Satsuki mirando el partido.—¿Qué hace ella aquí?—se preguntó Toriko. Al momento de tocar el brazo de ella, la cara de Nagata comenzó a deformarse dejando un aspecto grotesco y aterrador con una sonrisa tétrica.

—¡¡Aaaaaaaaaaaaah!!—gritó Toriko soltando un alarido del pánico—Fue una pesadilla—dijo mientras se tocaba la cara del susto. Se revisó si tenía sudado algo, miró a su alrededor y vio a Saichi quien se encontraba despierta preguntando que había pasado.
—Nada Saichi—respondió Toriko—fue solo una pesadilla que tuve. Quizás cuando sea mediodía pueda contártela.
—Dale nomás—dijo Saichi—No creo en esa superstición. Aunque por sea acaso.—tomando un trébol que había encontrado ayer y dejándolo en la mesa—Protección a todo.
Toriko comenzó a contarle el sueño, mientras Saichi escuchaba antentamente.—Entonces soñaste que fuiste a ver un partido de niña con tu padre.
—Sí—dijo Toriko.
—¿Y tu padre..?—preguntó Saichi de forma muy dinámica—¿Es agradable? ¿Es atractivo? ¿Tiene la misma personalidad que tú? Dime Toriko Toriko.
—Calma Saichi—dijo mientras trataba de calmar el ímpetu de Saichi—Primeramente, nací en Agoshihama mientras mi padre trabajaba allí como contratista en una empresa llamada Pampa Unión, allí luego de acercarse de paso a la zona portuaria se encontró con esa "pizpireta" de mi madre.
—¿Pizpireta?—preguntó Saichi curiosa—No significa alegre.
—No me interrumpas Asakura—dijo Toriko molesta—La verdad es que lo encontré en un libro que había leído y pensé que significaba una grosería.
—Esta bien—dijo Saichi—¿Por qué tratas a tu madre de esa forma?
—Mi madre o esa mujer me abandonó con cuatro años. Tras eso, mi padre y mi tía me criaron en Agoshihama y cuando terminé la media llegué Okuyaki. Lo único malo es que luego me quede con mi tía. Mi padre me dejó de lado—dijo mirándose la cara con desdén—Por qué soy muy parecida a ella. Literalmente soy una copia mal hecha de ella.
—Pero no es motivo de tratarla mal—dijo Saichi extrañada y molesta—Yo y mi hermana somos adoptadas por Dorotea. No desprecies eso Toriko.
—No es lo mismo Saichi—dijo Toriko enojada—No tengo madre y un padre que me quieran—Por eso,busque una figura materna donde fuese y la encontré en Murama. Tal vez sea ilógico mi actuar, pero no quiero perder esa figura materna que trate años de alcanzar. Nagata no debe interferir de alguna forma. ¿Tienes una hermana Saichi?
—Olvida lo que dije—replicó Saichi moviendo las manos de forma acelerada. Tendremos que ir al Kaminawa nuevamente.
—Bien—dijo Toriko—¿puedes pasarme mi sostén? Iré a vestirme.
—Ten—dijo pasándole el sostén a Toriko—A propósito, pensé en un castigo apropiado para ti. Tendrás que ayudarme a entrenar mi "zona. Pero no tendrás movimiento con ello. Es decir, sólo cronometrarás mi avance.
—Eso es absurdo—respondió botando su polera a la cama y tomando el uniforme de Hinawa con rapidez—Nagata tendría que ser castigada. Ella comenzó. Si solo se alejase de mi camino será más sencillo.
—Es imposible—respondió mientras jugaba con sus manos—Deberías tener una rivalidad con ella.

SatsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora