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Capítulo 41: Cien años de soledad.

La sombra de Annie Itsuka se había despegado del suelo al igual que la de Tokiwa, tanto la estruendosa barra del Kaminawa como la tosca y apagada barra del Hinawa se encontraban expectantes a lo que sucediese. Tokiwa se dispuso a adelantarse un poco para evitar que Annie respondiese. Sin embargo, Annie pensó rápidamente lo mismo pero extendió el dedo índice para lanzar el balón—Te tengo Annie Itsuka—dijo Ahashi con emoción dando un largo remate. Sin embargo, al tocar levemente el balón sintió un leve hormigueo, casi como si hubiese corrido un poco de electricidad en ella lo que hizo que retrocediese pero lanzando el balón fuera de cancha rápidamente antes de caer de pie nuevamente—¡Balón fuera!—dijo el árbitro—Ninguno de los equipos toma punto y es el turno del equipo de Hinawa para lanzar.

—Veo que has mejorado bastante desde Osaosan Tokiwa—dijo Annie sonriendo de forma pacífica—Me hace bastante emoción que mi consejo te haya servido.
—¿Qué carajos?—preguntó Tokiwa confundida ante lo ocurrido—¿Como pudo ese balón hacer eso? Transmitir electricidad.
—Un mago no revela sus secretos—dijo mientras colocaba su dedo sobre su labios—Pero puedo decirte que no es magia, sino ciencia.
—Explícate Harry Houdini—dijo Ahashi enojada—¿Como provocaste el hormigueo?
—Sereno moreno—respondió Annie mientras se alejaba—Solo dire que estoy jugando a ser Nikola Tesla.

—¿Qué pasó Ahashi?—preguntó Sakurawa mientras miraba a Ahashi mirarse su mano.
—No lo sé—respondió—parece que la mexicana consumió una fruta del diablo que le permite provocar hormigueo eléctrico.
—¿Fruta del diablo?—preguntó Sakurawa—Tal vez Annie debe tener un truco bajo la manga. Talvez no sea la única del Kaminawa que los tenga—dijo mientras miraba Annie conversar con las chicas que estaban en la banca.

—Te luciste Annie—dijo Seichi quien le empezó a sobar un poco el pelo—No pensé que lo harías de nuevo.
—La verdad es que sólo aplique—dijo Annie—un poco de...
—Ahora que pinche tontera hiciste—dijo Katie quien jaló un poco de los brazos a Annie—Tienes una sonrisa de malicia y no me gusta eso.
—Pues digamos que—dijo Annie jugueteando un poco—es una divertida mezcla entre ese sofocante calor y unas inofensivas cosas que escondí dentro de mi zapato...Pero es un secreto. Katie solo miró con quietud esperando que Annie entendiese el mensaje.

Ahashi observó un poco su mano, de la nada comenzaron a brotarle hormigas de su palma provocándole un espeluznante escalofrío obligándola a cerrar su mano con fuerza, al abrirla nuevamente vio su palma desnuda nuevamente. Las hormigas habían desaparecido.
—¿Qué te ocurre Aha..?—preguntó Toriko antes de ser interrumpida por Ahashi.
—Nada—exclamó Ahashi casi con brusquedad—Solo me quede pegada.
—Segura—preguntó Toriko—¿Por qué te vi extrañada mirándote la mano? ¿Te lastimaste?
—Olvídalo—dijo mientras se alejaba un poco en dirección a su posición para retomar el encuentro. Sin embargo, fue detenida por Sakurawa quien la miraba un poco molesta preguntándole que pasaba con su actitud. Ahashi se limitó a contestar con que se sentía un poco agobiada por el encuentro y que no hubiese funcionado ninguna de sus tácticas.

Si sigues portándote como una idiota insensible, sólo me queda ofrecerte dos soluciones—dijo Sakurawa con un tono seco—¿Te olvidarás de mi el resto del primer set y tendrás que lidiar con ello sola o prefieres hablarle a Toriko y que resuelvan las cosas entre las dos?
—Ninguna—susurró Ahashi.
—No te esuche bien Tokiwa—respondió Sakurawa curiosa por lo que dijo Ahashi.
—¡Me niego! ¡Me niego!—comenzó a gritarle Ahashi—No me hagas lo mismo que Igahama ¿Por qué Sakurawa?
—No entiendo por que no quieres perdonarla—dijo Sakurawa—¿Qué es lo que no lo permite?
—No quiero verme vulnerable ante ella—dijo Ahashi—Pasó una vez y no quiero que pase de nuevo.
—¿De que hablas? ¿Peleaste con ella antes?
—No...Fue con alguien más.

SatsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora