El único error del director (TRADUCCIÓN) - PAUSADO

Una familia perfectamente normal

N/M: Esto estaba en la versión original y no supe si quitarlo así que si deseas responder será mejor que vayas a la historia original...

A= PREGUNTA IMPORTANTE, RESPONDA: así que no sé si quiero hacer que Hermione sea realmente malvada o no, y puedo cambiar eso en los próximos capítulos, así que comenta si quieres una Hermione buena o mala.

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"Bueno, entonces" dijo Remus, levantándose y levantando a Harry "si eso es todo, director, creo que deberíamos estar en camino" No dejó al hombre barbudo otra opción cuando las tres personas se acercaron a la chimenea y regresaron a casa por flú.

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Decir que Remus, Sirius y Harry, especialmente Harry, se sorprendieron al recibir una respuesta de los Dursley sería quedarse corto. Cuando Sirius lo vio mientras revisaba el correo muggle, literalmente había comenzado a gritar. Luego procedió a pincharlo con su varita, tratando de encontrar si fue enviado por Dumbledore o uno de su gente. Cuando las pruebas dieron negativo, empujó la carta en la cara de Remus, quien reaccionó exactamente como Sirius. Harry se limitó a mirarlos confundido hasta que Remus dejó caer el sobre frente a él y leyó quién era el remitente. Obviamente, no reaccionó externamente, pero si realmente lo intentaras, podrías ver el asombro absoluto en sus ojos.

Remus respondió rápidamente, invitándolos a tomar el té el domingo, lo que Petunia había aceptado cortésmente. Había conmocionado a la familia antes de lo que les gustaría admitir, pero si esto significaba que tendrían una buena relación con las personas con las que tendrían que trabajar durante los próximos dieciséis años, valió la pena. Remus y Petunia continuaron intercambiando cartas, algo por lo que el hombre lobo estaba muy feliz, y Remus les había dicho lo emocionada que parecía Petunia de conocer a Harry. Parecía que Petunia y su esposo (más tarde) habían sido otro grupo de personas bajo las compulsiones de Dumbledore. Petunia se había arrepentido inmensamente de la forma en que había actuado con su hermana, especialmente ahora que estaba muerta, y le había dicho a Remus que esperaba que esto de alguna manera ayudara a que su culpa se desvaneciera.

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Llegó el domingo y encontró a los tres habitantes de Grimmauld Place descansando en el salón informal, agradeciendo cortésmente a Kreacher por los maravillosos bizcochos que acababa de hacerlos (le había gustado Harry y había decidido que el 'pequeño amo' debería tener solo el mejor) y esperando a que suene el reloj.

Justo cuando el reloj del abuelo sonó doce veces, señalando que era mediodía, sonó el timbre. Eso era algo que aparentemente no había cambiado sobre los Dursley, reflexionó Harry, nunca llegan ni un minuto tarde ni un minuto antes.

Las cejas de Sirius y Remus se alzaron mientras miraban el gran reloj. Habían esperado que los Dursley llegaran un poco tarde, como la mayoría lo hacía cuando se les invitaba a tomar un té informal, y no precisamente a tiempo, pero no les importaba. Remus detuvo a Kreacher para que no abriera la puerta, decidiendo que si bien tal vez no odiaran la magia como lo hacían antes, se llevarían una sorpresa desagradable si lo primero que veían mientras se les presentaba al Mundo Mágico era un gato calvo y feo en un elegante uniforme.

Remus saludó a sus invitados calurosamente, asegurándose de que supieran que eran bienvenidos, y salpicó a Dudley, que aún no se había vuelto tan gordo como cabría esperar, viendo el tamaño que Harry lo había visto por última vez.

Entonces apareció Sirius, con Harry en sus brazos, y también saludó a sus invitados. Todo esto era... extraño, para Harry. Los Dursley parecían muy felices de verlo y lo salpicaron. Ellos sonrieron, en lugar del ceño fruncido o la mueca habitual, y la tía Petunia incluso lo levantó, algo que nunca le había hecho a Harry en su primera vida.