Harry se rió "¡Harry, sí!"
...
"¡Invernadero Tres hoy, muchachos!" Les dice la profesora Sprout mientras reúne al último de sus estudiantes. Se veía muy disgustada, para nada como su yo habitual, lo que a Harry le pareció bastante extraño. Su sombrero estaba inclinado precariamente sobre su cabeza y su túnica estaba arrugada y sucia.
Murmullos emocionados recorrieron la multitud de Ravenclaws y Slytherins ante el anuncio.
Solo habían trabajado en el invernadero uno antes, y era bien sabido que el invernadero tres contenía las plantas más peligrosas y volátiles. Estas plantas eran mucho más interesantes que los nenúfares cantores que habían estado estudiando en Greenhouse One a finales del año pasado.
Dirigiéndose al invernadero indicado, la profesora Sprout sacó una llave grande de su cinturón y abrió la puerta.
Harry percibió una bocanada de tierra húmeda y fertilizante mezclándose con el pesado perfume de flores gigantes del tamaño de un paraguas que colgaban del techo.
Entró, evitando por poco una planta puntiaguda que colgaba frente a él. La planta naranja y roja se marchitó un poco antes de elevarse una vez más y caer sobre la cabeza de otro estudiante desprevenido.
La profesora Sprout estaba de pie detrás de un banco de caballete en el centro del invernadero. Alrededor de veinte pares de orejeras de diferentes colores se colocaron en el banco.
Mientras Harry tomaba su lugar entre Tracy y Hermione, ella dijo "Hoy estaremos trasplantando mandrágoras. Ahora, ¿alguien puede decirme las propiedades de la mandrágora?"
Para sorpresa de nadie, la mano de Hermione fue la primera en el aire, seguida por la de Harry unos segundos más tarde y, sorprendentemente, la de Millicent Bulstrode.
"¿Sra. Granger?" Llamó la profesora Sprout.
"La Mandrake, o Mandragora, es un poderoso reconstituyente" dijo Hermione con total naturalidad, sonando como si se hubiera tragado un libro de texto "También es un componente vital en las pociones reconstituyentes, comúnmente utilizadas para devolver a las personas que han sido transfiguradas o malditas a su estado original"
Harry captó los ojos de Pansy mientras ella miraba a Hermione con cariño. Él arqueó una ceja y ella se sonrojó, dándose la vuelta.
"Excelente; diez puntos para Ravenclaw" dijo la profesora Sprout "La mandrágora forma una parte esencial de la mayoría de los antídotos. Sin embargo, también es peligrosa. ¿Alguien puede decirme por qué?"
"El grito de la mandrágora es fatal para cualquiera que lo escuche" dijo Daphne rápidamente, sin siquiera molestarse en levantar la mano.
La profesora Sprout asintió ante las palabras de confianza.
"Precisamente. Toma diez puntos para Slytherin" dijo la profesora Sprout.
El rostro de Daphne permaneció plácido, pero Harry pudo ver que estaba complacida por el brillo en sus ojos.
"Ahora, las mandrágoras que tenemos aquí son todavía muy jóvenes" Hizo un gesto hacia una hilera de bandejas profundas mientras hablaba, y todos se acercaron arrastrando los pies para ver mejor. Un centenar de plantitas de pelo largo, de color verde violáceo, crecían allí en hileras. Parecían bastante anodinos para cualquiera que no lo supiera mejor, pero Harry se estremeció al verlos, las imágenes de bebés feos, arrugados, pateando y gritando destellando en su mente.
"Todos, tomen un par de orejeras" Instruyó el profesor Sprout con severidad.
Harry recogió las orejeras más cercanas a él, sin importarle el hecho de que eran de un rosa pálido o esponjosas.
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El único error del director (TRADUCCIÓN) - PAUSADO
FanfictionCuando Harry Potter recibe una carta de Gringotts en su decimoctavo cumpleaños, está más que confundido. Pero una vez allí, está mucho más que confundido. Se siente enojado, traicionado, decepcionado, pero sobre todo, siente la necesidad de vengarse...