10. Durmiendo Con El Enemigo

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Tía Petunia lo oyó entrar y contuvo una exclamación al verlo.

—¿Tan mal me veo?

—¿Estás bien?

La miró con extrañeza, era raro oírle ese tono de preocupación.

—Estoy reventado de cansancio. Pero aparte de eso, estoy bien.

Ella hizo una seña con la cabeza hacia arriba. —Vi a tu... huésped. Había un reguero de sangre.

—Ah... —dijo Harry y bajó la vista al suelo. Ella ya había limpiado todo por supuesto.

—¿Se va a poner bien?

Harry asintió y enfiló hacia la escalera. —Sí. Le traje medicinas que lo van a ayudar. Es posible que me pase la mayor parte del día durmiendo. —le informó.

—Harry... ¿está todo bien? —preguntó muy nerviosa.

—Todos salieron vivos. —le contestó escuetamente. No era preciso que le dijera mucho más.

No había esperado encontrarse a Victoria despierta, pero lo cierto era que ya era de día. Draco lo miraba desde la cama con una expresión intensamente dolorida en el rostro. Se agachó para alzar a Victoria que había gateado hasta él. La llevó y la depositó en la cuna. —Ahora no, Victoria. Estoy muy cansado y tu papi necesita tomar las pociones que le traje. —ella soltó un arrullo y le tiró los bracitos. Winky le dio a la nena unos juguetes para distraerla y le hizo una seña a Harry para que fuera con el herido.

Harry fue sacando los frascos del bolsillo y los fue alineando en la mesita de luz. Le pasó una poción calmante a Draco que la aceptó agradecido y se la bebió de inmediato. Luego le pasó una poción para recuperar la sangre perdida, Draco también se la bebió.

—¿Ya te sientes mejor? —le preguntó unos momentos después.

—Por fin. —suspiró Draco.

—Bueno... entonces a curarte.

Draco alzó una ceja. —¿También te aprendiste encantamientos de curación?

—Fue una noche muy productiva.

—¿Y adónde fuiste? Estuviste horas ausente.

—Hogwarts. —respondió retirando las mantas. El vendaje estaba impregnado de sangre. Draco se quedó mirándolo sin decir nada mientras destapaba la herida.

Harry sacó la varita, cerró los ojos y comenzó a salmodiar el encantamiento que Snape le había enseñado. Abrió los ojos y fue desplazando la varita por encima de la herida susurrando una y otra vez la letanía. La lesión fue cerrándose lentamente. Concluida esa etapa agarró el frasco de esencia de mejorana que había dejado en la mesita y se la aplicó suavemente, supuestamente servía para minimizar las cicatrices.

Devolvió el frasco a la mesita y observó con satisfacción el resultado. Se veía muy bien. Winky se le acercó con un recipiente con agua tibia y una esponja para que limpiara la sangre. Harry procedió a limpiarlo con la mayor delicadeza.

Alzó los ojos hacia Draco. —¿Cómo te sientes?

—Mucho mejor. Pero cansado y débil.

—Cansado... —repitió Harry, los ojos se le iban cerrando... sacudió la cabeza para despejarse un poco— Voy a tomar una ducha rápida. —dijo. Sacó un piyama del armario y salió hacia el baño.

Regresó unos minutos después, sólo se había puesto los pantalones del piyama y se estaba secando los cabellos con una toalla.

—Pa. —dijo Victoria y le tiró los bracitos.

Secretos DRARRY/HARCODonde viven las historias. Descúbrelo ahora