13. De Esperanzas, De Alegrías Y De Llantos

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Draco estaba al lado de la puerta oculto bajo el Manto. Se lo quitó cuando Harry entró.

—Todavía no alcanzo a decidir si es que todos están de tu lado... o si es que ninguno está de tu lado. —dijo Draco intrigado.

—Dímelo a mí. —gruñó Harry. Después de la discusión con Scrimgeour, se sentía como si estuviera obligado a pelear por cada ápice de cooperación de sus supuestos aliados.

—Yo creía que al menos los Weasley estaban de tu lado. —dijo Draco.

—Sobre eso no cabe duda. —reaccionó Harry con brusquedad y a la defensiva— Fue una metida de pata mía. Debí haberles recomendado que no mencionaran a Victoria... y es posible que el señor Weasley haya deslizado algo... sin mala intención obviamente.

Notó que Draco lo estaba mirando de manera extraña... con admiración al parecer. —Realmente me dejaste muy impresionado, Potter.

—Y a mí también. —dijo Narcissa acercándose.

Harry los miró a ambos. —Ustedes escucharon todo, ¿no?

—Sí, mi hija va a ser una Potter dentro de poco. —señaló Draco sarcástico.

—Bueno, ¿y qué otra cosa se suponía que hiciera? —dijo Harry enfilando a la escalera— Mal podía darle el verdadero nombre. Por lo menos así va estar protegida de un lado. Si le hubiese dicho el verdadero apellido la hubiese transformado en blanco de los dos lados.

Entró en la habitación y fue directo al escritorio, buscó pergamino, pluma y tinta.

—¿Y ahora qué vas a hacer? —preguntó Draco.

—Tengo que empezar a preparar las cosas para cumplir con mi parte del acuerdo. —respondió Harry distraído.

—¿De qué forma?

—Le voy a escribir a Luna para que hable con su papá. Y a Hermione, para explicarle, ella me va a ayudar a decidir qué conviene hacer público y qué no. —hizo una pausa reflexionando— La de Hermione voy a tener que planearla muy bien o me va a plantear un montón de preguntas... bueno, tampoco creo que vaya a ser tan grave; ella sabe bien lo que yo siento con respecto a la familia, no creo que se ponga a cuestionarme demasiado mis motivos.

Los Malfoy guardaron silencio mientras escribía las cartas, cuando terminó se las ató a Hedwig y la mandó para que las llevara.

Cuando se dio vuelta, Narcissa estaba sentada en el borde de la cama, Draco por su parte se había recostado muy cómodo. Harry no pudo evitar una risa.

—Señora Malfoy, la verdad es que Ud. parece totalmente fuera de su elemento en una habitación tan chica y modesta.

Ella giró la cabeza mirando rápidamente alrededor. —Debo admitir que esto difiere de mi estilo habitual, pero le estoy muy agradecida de que nos haga sentir bienvenidos. No tengo motivos de queja.

Harry arrugó la frente. —Ud. es muy diferente de como yo me la había imaginado.

—Estamos a mano entonces. —respondió ella sonriendo cálidamente— Tampoco Ud. resultó ser como yo me lo había imaginado. Creo que esta noche se ha ganado Ud. mi confianza, como ya antes se había ganado la de mi hijo y la de mi nieta. Y creo que mi hijo tiene razón cuando sostiene que nos conviene aceptar la protección que Ud. nos ofrece... y a cambio, estamos dispuestos a brindarle nuestra ayuda.

Harry la miró sorprendido. Era lo que él quería, pero no había confiado en conseguirlo.

Ella le dirigió una sonrisa triste. —No es ésta una decisión que me haya resultado fácil tomar. Es una decisión sobre la que estuve meditando durante largo tiempo. No me hace feliz que el Señor Oscuro se arrogue el derecho de usar a mi hijo como lo hizo el año pasado. —hizo una pausa, miró a Draco con cariño y luego volvió otra vez los ojos a Harry— En cierta forma los sigo viendo como chicos, pero es claro que los dos son ya jóvenes de gran fortaleza, dispuestos a defender la familia. Ud, Harry Potter, está dispuesto a hacer lo que sea por todas las familias. Siento gran respeto por eso y admiro su tremenda fuerza de voluntad.

Secretos DRARRY/HARCODonde viven las historias. Descúbrelo ahora