NARRA SAMMUEL
No quería salir, no quería ir a ningún lado y mucho menos si ese lugar era un molesto centro comercial. Suspire cientos de veces mientras me cambiaba. Opte por un pantalón negro de mezclilla con una playera azul marino de manga larga. Fruncí el ceño cuando tuve que ponerme el abrigo negro que Ryder me había obligado a usar. Se que estamos en la época fresca en Estados Unidos, pero era demasiado molesto y estorboso. Me mire en el espejo para luego ponerme un gorro de lana sobre mi cabello rebelde, no tenía ganas de peinarme.
Solo de pensar en el montón de gente que posiblemente se abarrotaría en las tiendas con las compras de ultimo minuto, me molestaba. Seguro habría de todo, desde adolescentes que no se lo tomaban enserio hasta madres histéricas que no dejaban de gritar. Un dolor de cabeza garantizado me esperaba de vuelta a casa.
Revise mis bolsillos para ver que llevaba lo necesario. Llevaba mi cartera, mi celular y...no llevaba un juego de llaves porque no tenía uno propio todavía. Después de que Ryder se entero que las tome para salir a caminar sólo el día anterior, las había guardado en otro lado. Era inteligente evitando que simplemente saliera sin rumbo fijo a perderme en mis pensamientos.
Escuche entonces la voz de Ryder llamándome por decima vez, parecía realmente desesperado por irnos. Seguro que estaba siguiendo una de sus ya comunes listas de pendientes y estaba retrasando su itinerario. Cuando salí no pude evitar una muy ligera sonrisa. Ryder estaba regañando a Briana por que usar un gorro no era peinarse, cuando me miro solo suspiro. Le habíamos ganado.
Ella escapo aprovechando su distracción y bajo los escalones dando brinquitos.
—No brinques en la escalera, te caerás—mascullo Ryder.
—Es-ta-ré bi-en—dijo en un curioso tono, separando cada una de las silabas.
—Decirlo no hará que suceda.
—Soy poderosa, no pasará nada.
Esto era típico en Escocia y por supuesto que aquí seria exactamente lo mismo. Ryder había pasado a ser una parte importante y normal de nuestras vidas. Salimos a la calle y desafortunadamente nos fuimos caminando al centro comercial. Fue muy cansado, pero por lo menos ellos estaban suficientemente ocupados como para no hablarme demasiado. La verdad me había perdido en mis pensamientos y solo cuando Briana grito, regrese a la realidad.
—¡Miren ahí! —y sin que pudiéramos detenerla corrió dentro de una tienda de cositas que parecían ser asiáticas, demasiado lindas para que yo pudiera entrar ahí.
—La perdimos—mencioné suspirando, fue ahí donde me di cuenta que mi boca estaba increíblemente seca.
—Debí haberlo previsto—suspiro mirando una banca cercana—¿Quieres sentarte?
—La verdad preferiría algo de tomar—si esto continuaba iba a morir de deshidratación o algo así. Aunque eso no sonaba nada mal.
—Las bebidas están dos pisos arriba, ahí se concentra toda la zona de comida. ¿quieres que vayamos en lo que Briana sale?
—No, no creo que sea buena idea dejarla sola—no me gustaría ser el responsable de alguna tragedia. Éramos un trio de extranjeros en un país desconocido. Así que no quería que nada malo pasara—Iré y volveré pronto.
—¿Traes tu teléfono?
—Si, lo traigo—lo saque enseñándoselo, a veces era peor que una mamá—si pasa algo te llamo.
—Está bien, ¿Necesitas dinero?
—No, traigo dinero suficiente—empecé a caminar rumbo a las escaleras eléctricas antes de que pudiera hacerme más preguntas.
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¡Maldito Whatsapp! (Libro 2 después de ¡Bendito Whatsapp!
Teen Fiction*Esta es una historia a base de mensajes de whatsapp y narraciones. *Los nombres usados y la historia es puramente ficticia (seria genial que fuera real pero no todo se puede en la vida XD) *Las fotos usadas o canciones no son mías, incluyendo la im...