Cap. 20

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Narra Elliot

Por suerte el Uber no había tardado demasiado, pero cuando llego la lluvia solo había empeorado. Ya había pequeños charcos de agua llenando las calles de Francia. Eso sin contar que la temperatura había descendido bastante a comparación de mis mejillas que se sentían muy calientes. Joder, creo que en verdad me había enfermado más de lo que pensaba.

Cuando me subí al taxi parte de mi ropa estaba empapada y me tomé la libertad de recargarme un poco en la puerta. El vidrio estaba frio y eso aliviaba el calor de mi rostro. Pero tuve que alejarme por que a este paso me quedaría dormido. Lo cual seria malo, de por si iba hacia un posible punto de secuestro como para terminar secuestrado en un Uber por quedarme dormido.

No supe en que momento paso, pero solo alcancé a escuchar la voz del conductor.

—Bien joven, aquí termina su viaje.

—Muchas gracias—tuve que obligar a mi cuerpo a espabilarse.

—Por favor, no olvide sus pertenecías y que tenga un buen día.

—Igualmente.

Baje del auto y mi cuerpo resintió un poco el cambio de temperatura. Dentro del taxi estaba todo calientito y ahora de nuevo me enfrentaba a la fría lluvia. Trate de buscar a Percy con la mirada, no sabia como se veía, pero si había pagado el Uber seguro sabía que ya había llegado. Me colgué bien mi mochila y caminé hacia la entrada del edificio de departamentos. Era un lugar bastante grande, casi cuando estaba a punto de llegar vi como alguien con una gran chamarra, lo que parecía una bufanda y una sombrilla aparecía en la entrada del edificio.

Me acerqué con algo de prisa por no mojarme más.

—Hola, Supongo que eres Percy. Muchas gracias por lo del taxi—sonreí lo mejor que pude—Por cierto, que no me he...—tuve que usar mi antebrazo para poder estornudar.

—Salud—su voz se escuchaba un poco lejana, tal vez por mi estado físico actual. Para ser sincero hasta veía borroso.

—Gracias, perdón. Creo que me resfrié un poco...—sonreí nervioso, aún con miedo de poder perder el único lugar que había encontrado hasta ahora—Decía que mi nombre es Elliot Derricks, Pero puedes decirme solo Elliot si quieres, es un placer conocerte—Extendí mi mano para poder saludarlo. Pero Percy no pareció querer tomar mi mano—Perdona, entiendo que no esta bien por que estoy enfermo—Reí nervioso y estuve a punto de retirarla, pero al final a la tomo.

—Perdona, no quiero contagiarme—se disculpo en un tono que apenas si alcance a escuchar y había tomado mi mano usando la manga de su chamarra de por medio.

—No te preocupes, enserio no he tenido buenos días—me mareé un poco y perdí un poco el equilibrio dando dos pasos hacia atrás. Si no me caí fue porque el me detuvo—Gracias—Cerré los ojos y pude sentir las frías yemas de sus dedos sobre mi frente.

—Estas ardiendo, será mejor entrar.

Me ayudo a entrar al edificio. Le vi intercambiar algunas palabras con el guardia de la recepción. Ahora tenia un poco más de sentido que necesitara un compañero de cuarto. Parecía un lugar un poco caro para vivir por uno mismo. Ojalá hubiera podido poner más atención a lo que decían. Pero apenas si podía mantenerme en pie.

Caminamos un poco hacia un elevador. Lo cual agradecía porque no me creía capaz de subir una escalera. Luego de nuevo, justo como en el taxi no supe el momento exacto en el que ya estábamos dentro de su departamento. Si que pude terminar secuestrado con eso. Me guio hacia una habitación y abrió la puerta. Dejo el paraguas a un lado en lo que parecía ser un bote, a lo mejor un lugar donde pudiera escurrirlo un poco.

¡Maldito Whatsapp!  (Libro 2 después de ¡Bendito Whatsapp!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora