Capítulo 22

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Capítulo 22: Noviembre

2017

—Más despacio, pequeña.

Kristen perdió la cuenta de cuánto llevaba bebiendo, lo único que tenía en claro era que lo necesitaba para infundirse valor.

—Oye, ¿te encuentras bien?

Sin responderle, lo tomó de la mano y lo llevó por el pasillo.

—Necesito que hablemos.

Probó las puertas de los salones de clases hasta dar con una que estaba abierta.

—¿Por qué no podemos hacerlo aquí?

Se retorció las manos, más nerviosa de lo que había estado en su vida. Los últimos meses fueron increíbles, nadie la había entendido tan bien como Robert. Y ella lo conocía mejor que nadie.

—Estoy enamorada de ti —soltó de sopetón.

En vez de sonar como una mujer adulta, pareció que volvía a ser una adolescente confesando sus sentimientos ante su primer amor. Dejándose llevar por los nervios se paró de puntillas y junto sus labios con los suyos. Robert la tomó por los brazos y la alejó.

—Has bebido demasiado.

—¡No! ¿No lo ves? Nosotros... ¿Quién más te entendería como yo lo hago? Nosotros estando juntos es lo correcto.

—Necesitas aire fresco —determina.

Trató de tomar su brazo para sacarla, ella se zafó de un tirón. No podía retroceder ahora, tenía que lograr que la escuchara.

—¡En verdad, te amo!

Por unos segundos Robert la miró con la boca abierta.

—Por Dios, lo dices en serio. Estás confundida, Kristen.

—Son mis sentimientos de los que hablas, nadie puede estar más segura que yo.

Sus hermosos ojos azules no dejaban de mostrar sorpresa. Reuniendo valor, juntó sus cuerpos al mismo tiempo que desataba los lazos de su vestido. Nunca sabría cuál sería su reacción, en ese momento la puerta se abrió, la risa de los hombres se detuvo abruptamente. Kristen se apresuró a cubrirse.

Pero fueron las siguientes voces las que le pusieron los vellos de punta.

—¿Seguro?

—Que sí. Últimamente le gusta andar lamentándose por su trasero abandonado.

Reconoció las voces al instante, miró desesperada por ayuda a Robert, pero él seguía en trance.

—Tch. A veces mi hermana puede ser un dolor en... ¿Qué sucede?

—Parece que encontraron a una pareja infraganti.

Eran su hermano y Ethan, el mejor amigo de Will. Ellos no deberían de estar en esa fiesta, eran empresarios y no profesores. Keaton la reconoció al instante.

—¿Qué mierda?

Keaton se abalanzó sobre Robert con el puño en alto. Kristen se arregló el vestido lo más rápido posible, evitando las miradas acusadoras de Ethan. Todo se volvió un caos. Los gritos atrajeron a los demás invitados.

No pudo ir a ayudar a Robert porque Ethan se paró en frente.

—¿Por eso dejaste a Will? ¡Por qué no le dijiste la verdad! Eres de lo peor. ¿Siquiera te importa lo que le pase a él?

—Ahora no —suplico. Odio lo débil que sonó su voz. —Por favor.

—Dejaste a mi amigo en el altar para irte con otro hombre. ¿Me equivoco? Él sigue esperándote, ¿lo sabías? Supongo que no te importa.

Ethan y Keaton dijeron las verdades que hace tiempo ella le debió revelar a Robert.

Fue muy tarde. Robert escuchó cada palabra y la mirada llena de odio que le lanzó no fue producto de su imaginación.    

Locuras de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora