Capítulo 5

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Capítulo 5: Whisky del rey

Qué los vientos soplaran en dirección contraria, pensó Kiara cuando vio a Ethan bajar de su todoterreno con una maleta. A este paso no iba a poder regresar a casa pronto.

Un largo silbido anunció que el agua estaba lista. Con una paciencia que no sentía sirvió tres tazas. Will, cuyo pasatiempo favorito de las últimas semanas era encerrarse y beber, apenas notó la infusión caliente. Ethan en cambio, se abalanzó con desesperación, quemándose en el proceso.

—Puedo asumir que tienes intenciones de quedarte. También creo que no es para vigilar a tu amigo.

—Me fuí de casa.

—Bien por ti, siempre he dicho que es bueno independizarse siendo jóvenes —miró con disimulo la hora en su reloj pulsera.

Ethan volvió a intentar tomar un trago del té. —Lo digo en serio. Mis padres intentaron arreglar un matrimonio en mi nombre.

—Y tomaste tus cosas y saliste huyendo como todo un hombre adulto.

—Tu hermana hizo lo mismo —devolvió.

Will se levantó con brusquedad y a los minutos escucharon la puerta cerrarse de golpe.

—Deberías seguirlo —sugirió Kiara—. Manténlo alejado de los bares. Se supone que al estar lejos de la prensa le ayudaría a superar lo que pasó.

Conocía a Will desde hace años, pero Ethan era otra cosa. No le gustaba como no se tomaba nada en serio, se la iba de bromista con todos y no podía decir lo que pensaba realmente. Pero en ese momento la miraba con tal seriedad que casi podía ver al empresario que decía ser.

—Puede que para ti no sea la gran cosa, pero Will en verdad ama a tu hermana. Lo que hizo ella no es algo que simplemente puede olvidar. Ni siquiera tuvo el valor de dar la cara.

Ethan llevó las tazas vacías al fregadero y las dejó ahí, luego tomó el sombrero del perchero antes de salir. Fue tan calmado y rápido que no tuvo tiempo de responder, aunque no sabía qué decir. Amaba a su hermana pero no podía defenderla.

***

Siendo una ciudad pequeña los lugares donde uno podía ir a emborracharse eran limitados. Ethan solo tuvo que entrar al primer lugar que le señalaron, además ayudaba que todos conocieran a Will. Debió ser difícil crecer en un lugar así, donde todos saben donde estás y lo que haces en cada momento.

Will estaba recostado sobre una mesa, sus brazos rodeaban tres botellas vacías.

—Will —lo movió con fuerza tratando de despertarlo.

—Hmm.

Lo ayudó a levantarse, pero no podía mantenerse en pie por su cuenta. Contrario de lo que Kiara pensaba, él estaba firmemente convencido de que lo que necesitaba era enfocarse en el trabajo. Si mantenía su mente ocupada no le iba a quedar tiempo para pensar en su prometida.

—Esto no ayuda. Tienes que volver a tu vida.

El barman se acercó en cuanto los vio dirigirse a la entrada.

—¿Usted va a pagar?

Amigo. Paga tus propias bebidas. Dejó a Will en una mesa junto a un grupo de mujeres que celebraban una despedida de soltera.

—Joder. ¿Cuánto me va a doler? —el barman se lo dijo—. ¿Pero que se ha bebido? ¿El whisky del rey?

Al regresar, Will tenía puesta una diadema de plumas y una boa rosa envuelta alrededor del cuello.

—Bastardo. Te cobraré diez veces más. Me las pagarás, haré que hagas la mitad de mi trabajo, también tendrás que cubrirme la próxima vez que quiera salir a divertirme. Le diré a tu madre, orinare tus zapatos, secuestraré a tu gato... Primero te regalare uno y luego me lo robaré en medio de la noche. Ya verás, si esa mujer...

Kiara ya los estaba esperando en la entrada. Con su ayuda lograron subir a Will a su habitación. Un ronquido anunció que ya estaba en los brazos de morfeo.

—Mañana vamos a regresar. Estar aquí no le hace bien. Tendrá que enfrentarse a la prensa tarde o temprano.

Kiara arqueo una ceja. —¿Sabías que aún no hay ningún artículo? Hasta hace poco era un compromiso que llamaba la atención, el apellido de mi familia es conocido por ser fundadores de museos, teatros y participar en obras de caridad. Will dirige una importante cadena de restaurantes, donde muchas celebridades pelean por reservar un lugar. Pero no hay nada.

Ethan sonrió. —Trabajo en el área del espectáculo, mi red de contactos con reporteros es grande e influyente.

—Te subestime, lo admito.

—¿Sorprendida? ¿Te conquiste aunque sea un poco?

—Eso no va a pasar.

—Siempre tan fría —no pudo contener la risa al ver su cara inexpresiva. ¡Diablos! Esa mujer era un hueso duro de roer. —Necesitaba unos días de descanso, mis padres me presionan para que me case y cuando me negué hicieron un drama. También quería ver como lo estaba haciendo Will. En cuanto regresemos pienso darle tanto trabajo que lo único que haga al llegar a casa es caerse de sueño.

Ella no cuestiono como lo haría. Podrás atraparla con la guardia baja una vez, pero dos ya eran demasiado. Le agradaba. Kiara Queen trabajó desde muy joven para fundar su propia empresa, forjó su propio camino sin valerse de la fama de sus padres. Debía tener cuidado o podría caer en sus redes, y eso no era bueno.

—De haberlo sabido no habría perdido estas semanas.

—No preguntaste.

Kiara no le dio pie a nada más, dio media vuelta y entró a su habitación. La sonrisa de Ethan se borró al darse cuenta de que no tenía donde dormir. 

Locuras de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora