Capítulo 14

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Capítulo 14: Agosto

2017

Frodo se pedorreo en la cara de Robert. Sin apartar la mirada de la revista que leía Kristen se rio.

—Te advertí que anda mal del estómago.

—Dios, ¿Qué le dan de comer a estos animales?

Frank le dio unas palmaditas en la cabeza al perro, un gesto que se podía interpretar como que no era su culpa o que lo felicitaba.

—Solo lo mejor de lo mejor —canturreo Kristen.

En realidad, las mascotas de Frank variaban su alimentación entre un alimento balanceado y comida casera, en especial la congelada que todos se cansaron de comer. Tres gatos: Limón, Manzana y Tomate, entraron a toda carrera y desaparecieron escaleras arriba.

Frodo —a quien Frank llamaba Churro— volvió a lanzar dos pedos consecutivos, casi parecía que quería imitar a la banda de las preparatorias. Reina —Albahaca—, una perra mestiza de color negro salió con la cola abajo y el hocico alto, la sola idea de que su amigo hiciera tal acto la ofendió.

—Tengo la impresión de que no dejan de multiplicarse —se quejó Robert luego de cambiar de lugar.

Debido a que el sofá era ocupado por Frank, Frodo y Gasper, no tuvo de otra que traer una silla y ubicarla al lado de donde estaba Kristen. Cooper le lanzó una larga mirada en cuanto se acercó, seguramente valorando si estaba de acuerdo en compartir su espacio. Robert lo ignoró.

—Llegaron dos más esta semana, por suerte pudimos encontrarle una familia dispuesta a adoptarlos. Ahora que veo cuántos animales sin hogar hay me resulta difícil comprender a las personas que prefieren comprar antes que adoptar. Sé que ninguno es de raza o pequeños y adorables, pero tienen su encanto.

Nadie la recibía con tanto entusiasmo como esos caninos, ella era su Diosa. Prácticamente lo único que hacían era dar amor sin esperar nada a cambio.

***

—¿Qué clase de persona es Gabriel?

Esa mañana Robert pasó a buscarla para que lo acompañara a buscar un regalo para su amigo.

—Es psiquiatra, ya te lo dije.

—Me refiero a cómo es, que le gusta. Es difícil escoger un regalo para alguien a quien no conoces.

Kristen sacó varias camisas tratando de visualizar al tal Gabriel.

—¿Por qué no le pediste a Mila que te acompañara?

Robert miraba al otro lado de la tienda, donde un grupo de jóvenes estaban riendo fuerte. Entonces se dio cuenta de que ellos miraban a Kristen, uno de los chicos empujó a otro y la señaló.

—¿Qué pasa?

—No son tu tipo —dijo al ver como ella sonreía divertida.

—¿Y cuál es mi tipo?

—No menores, eso seguro.

Kristen los miro más detalladamente, lo cierto era que no estaban mal. El que se mantenía ajeno a sus amigos era guapo, le sonrió antes de negar, la actitud de sus amigos le divertía.

—No parecen menores.

—Lo son —sentenció.

—¿Ahora eres adivino? Parecen tener mi edad. Tal vez te parecen menores porque ya estás viejo.

A Robert no le agrado eso.

—Vamos. Mejor le regalare una botella de vino.

No le dejó tiempo de objetar. Si Kristen no lo conociera pensaría que estaba celoso, pero eso era imposible.


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