Capítulo 1

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Capítulo 1: La novia fugitiva

30 de Marzo, 2017

Nadie podía dar crédito a lo que veía.

La novia se escapó por la puerta trasera, sostenía la falda de su vestido para que no le estorbara. Una mesera levantó el velo olvidado.

Kristen no dejo de repetir que lo sentía en silencio. Debido a su cobardía solo dejó una nota para su hermana. Confío en que Kiara podría solucionarlo todo. Los tacones le dificultaron su huida, por lo que se los saco y los tiró a un lado. Sus padres iban a estar furiosos cuando se enteraran y ni hablar de Keaton, quien siempre le reprochaba su comportamiento.

Golpeó a uno de los guardias al pasar por su lado y este la miró atónito.

La novia se estaba escapando.

Dio aviso al resto de los guardias y pronto cinco hombres en traje la perseguían. Kristen salió de la residencia lo más rápido que pudo, el sudor arruinó su maquillaje, pero no le importó. Tarde se dio cuenta de que no podía seguir corriendo el resto del camino. Como si la diosa de la suerte le sonriera apareció un auto en la desolada carretera. Kristen se detuvo en medio y movió los brazos para que parara.

El conductor redujo la velocidad hasta detenerse por completo, acto seguido sacó la cabeza por la ventanilla para gritarle.

—¿Qué hace? ¿Está loca?

Kristen aprovechó para subirse.

—Por favor, arranque.

—Bájese ahora mismo.

Los guardias le dieron alcance, seguidos por dos meseros y la organizadora de bodas. Ahora sí la había cagado. Presa del pánico se inclinó y pisó el acelerador por su cuenta. El conductor intentó tomar el volante, pero ella no iba a darse por vencida. Ya no podía volver atrás.

El auto avanzó en zigzag.

—¡Por Dios, mujer! ¿Pretende que nos matemos?

—¡Conduzca! Es de vida o muerte.

¿Quién iba a atraparla primero? ¿Sus hermanos o sus padres?

El hombre tomó el control y pronto se alejaron. Los dos miraron por el espejo retrovisor para verificar que nadie los seguía. Kristen respiró aliviada.

—¿Puede decirme qué está pasando? No estará metida en una cosa turbia, ¿verdad?

Kristen tenía un nudo en la garganta, para esa hora todos debían de saber que la novia no iba a presentarse. Volvió a disculparse de manera silenciosa. Trató de contener las lágrimas, se mordió el labio con fuerza y clavó las uñas en sus piernas por sobre la tela del vestido. Había sido tan cobarde al escapar antes que enfrentarlo de frente. Ahora no tenía a donde ir, su teléfono y cartera olvidados.

El auto se detuvo.

—¿Tengo que llamar a la policía?

El hombre miró su vestido todo sucio y su cabello que era un desastre.

—¡No!

Kristen se giró en el asiento, temiendo que en verdad lo hiciera. Aprovecho para ver mejor al conductor y confirmar que no tenía pinta de asesino (algo de que debería haber verificado antes). Tenía el cabello castaño oscuro con rizos perfectamente peinados hacia atrás, llevaba gafas de marco de metal que ocultaban sus ojos. Vestía un traje como si acabara de salir de una reunión. Incluso solo viendo su perfil sabía que era de hombros anchos, por alguna razón eso le pareció importante.

¿Cómo explicar lo sucedido?

Will era su mejor amigo, al menos lo fue durante muchos años. Kristen fue la única sorprendida ante la confesión. Las familias de los dos eran cercanas por tener negocios en común y todos respondieron un «ya era hora» al enterarse. Por su parte siempre pensó que él estaba enamorado de su hermana mayor. Kiara era la niña de sus padres, de la que presumían en las reuniones sociales, la que lograba todo lo que se proponía.

Locuras de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora