Me encontraba bastante nerviosa. Estos eventos siempre me ponían en tensión, pero saber que Aaron estaría a mi lado solía darme la confianza que necesitaba. Juntos, siempre parecíamos imparables. Sin embargo, esta vez estaba sola. La ausencia de Aaron a mi lado hacía que mis inseguridades afloraran. ¿Qué pensarían los demás? ¿Cómo se vería mi soledad en un evento tan exclusivo y lleno de caras conocidas?
Bajé de la limusina con una sonrisa radiante, obviamente fingida para todo aquel que me viera. Todo estaba bien y aquí no pasaba nada. Había bastantes fotógrafos, quienes me pidieron algunos planos para la revista. Ya me imagino los encabezados...
"AARON KÉLDYSH ESTRENA NUEVA NOVIA, MIENTRAS QUE MCGREGOR ASISTE SOLA"
Entré en el Hotel Plaza Athénée, un lugar cuya elegancia y lujo siempre me maravillaban. El salón principal era espectacular. Techos altos con candelabros de cristal que brillaban como estrellas, paredes adornadas con tapices y espejos dorados, y un suelo de mármol que reflejaba las luces suavemente. La atmósfera era perfecta para una noche de gala.
El espacio estaba dividido en varias áreas. Había una sección con cómodos sillones y pequeñas mesas donde la gente podía sentarse y conversar. Un bar elegantemente decorado estaba situado en un extremo del salón, donde camareros vestidos impecablemente servían cócteles y vinos finos. En la otra esquina, los camareros pasaban con bandejas de aperitivos: camarones, rabas y brochetas variadas, perfectos para picar mientras socializabas.
En el centro del salón, un área abierta servía como pista de baile, donde una suave música de jazz tocaba de fondo, creando una atmósfera sofisticada y relajante. Alrededor de la pista, las mesas estaban elegantemente dispuestas con manteles blancos y adornos florales, listas para el banquete que seguiría más tarde. Un escenario al fondo del salón tenía una gran pantalla, donde se realizarían las presentaciones y exhibiciones.
Comencé a buscar entre la multitud a personas conocidas. Allí estaba Henry Blackwood, el magnate de la industria automotriz, conversando con Clarissa Hale, una influyente crítica de diseño. Ambos eran figuras clave en la industria y sus opiniones siempre eran muy valoradas. Más allá, vi a Olivia Kensington, la reina del marketing, rodeada de un pequeño grupo de seguidores. Era evidente que su presencia elevaba la importancia del evento.
Mientras caminaba, varias personas se acercaron a saludarme.
—¡Scarlet! —exclamó Henry, acercándose con una sonrisa, es el dueño de industrias Zenith Oil —Te ves radiante esta noche, me alegra que vinieras. Debo admitir que me sorprendió que estuvieras sola.
—Gracias, Henry —respondí, esforzándome por mantener mi sonrisa. —A veces hay que experimentar cosas nuevas, que disfrutes de la velada. —salude cortésmente mientras seguía caminando.
—Scarlet, qué gusto verte —dijo Clarissa, abrazándome brevemente, ella era la CEO de StellarTech Systems, una empresa líder en la integración de tecnología avanzada—. Ese vestido es simplemente espectacular en ti.
Agradecí los cumplidos, pero no podía evitar sentir que sus palabras eran más por lástima que por sinceridad. La gente veía que estaba sola y probablemente pensaban que necesitaba ese refuerzo positivo. Sentía una punzada de inseguridad con cada comentario amable.
Cogí una copa de vino y comencé a dirigirme al centro del salón, con la esperanza de encontrar a alguien con quien hablar. Mientras caminaba, sentí una mano tocar mi cintura, haciéndome dar vuelta. Me encontré cara a cara con Aaron, quien se acercó peligrosamente cerca.
—Debo decirte, Scar —susurró Aaron al oído, su aliento cálido enviando escalofríos por mi piel —estás deslumbrante con ese vestido azul. El escote en V y la espalda descubierta son absolutamente cautivadores, y la abertura en la pierna añade un toque atrevido. Fue una excelente elección, y creo que nadie en esta sala puede apartar la vista de ti.
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Química Imperfecta
RomanceCuando los padres de Aaron y Scarlet deciden retirarse, les confían el mando de la empresa a sus hijos. Ellos se ven obligados a trabajar codo a codo, enfrentando el desafío de mantener el legado de sus familias, sin embargo, las cicatrices emociona...