Capítulo 18

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Me quedé mirando el mensaje en mi teléfono, desconcertado. ¿Qué mensaje se refería Scarlet? No recordaba haberle enviado nada extraño, y eso me preocupaba. Si alguien había usado mi celular o, peor aún, lo habían hackeado, eso ya era alarmante en varios niveles. Enseguida, una sospecha se plantó en mi mente: Melanie. Podría ser ella, quizás en un arranque de celos por no prestarle atención a nada de lo que insinúa y solo tratarla de manera profesional. Quizás hizo todo este plan para dañar a Scarlet.

Con esa inquietud en mente, me dirigí a mi oficina. Apenas crucé la puerta, Melanie apareció, evidentemente buscando una oportunidad para hablar conmigo sobre lo sucedido antes.

—Aaron, necesito hablar contigo sobre lo que pasó... —empezó a decir, con una mezcla de insistencia y seducción en su tono.

—Ahora no, Melanie. —la corté, tratando de mantener la compostura—. Enfócate en tu trabajo. No voy a tolerar más estas insinuaciones en la oficina.

Melanie se retiró con un evidente disgusto en su rostro, y yo cerré la puerta de mi oficina detrás de ella. Me dirigí al escritorio, pero en lugar de sentarme, comencé a caminar de un lado a otro. Pasé una mano por mi cabello, despeinándolo mientras mis pensamientos se enredaban en un nudo de dudas y preocupaciones.

Tenía que averiguarlo. Lo primero sería revisar las cámaras de seguridad y ver si Melanie había tenido acceso a mi celular, o cómo sabía las contraseñas. Decidido, llamé al departamento de seguridad e informática.

—Hola, Laura, soy Aaron. Necesito que vengas a mi oficina enseguida. Es un asunto delicado y requiere total discreción. —le dije a la encargada del área.

—Claro, Aaron. Estaré ahí en un momento. —respondió Laura con su habitual eficiencia.

Al poco rato, Laura entró en mi oficina.

—Aaron, ¿En qué puedo ayudarte? —preguntó, cerrando la puerta detrás de ella.

—Necesito que revises mi celular de arriba abajo. Quiero asegurarme de que es seguro y que no hay nadie metiéndose en él. Necesito rastrear y ver si hay algún mensaje borrado del cual no estoy enterado. Además, cambia todas mis contraseñas por seguridad. —le expliqué, manteniendo mi voz baja.

—Entendido, me encargaré de todo.

—Gracias, Laura. También necesito que revises las cámaras de seguridad de ayer y de hoy para ver los movimientos de Melanie. Quiero saber si en algún momento entró en mi oficina cuando yo no estaba. —añadí, preocupado.

—Quiero que sepas que será un poco difícil demostrar si Melanie es la culpable. Al ser tu asistente, puede entrar en cualquier momento y pudo haber pasado cuando tú estabas en la misma oficina. No puedo asegurarlo, pero haré el intento. —dijo Laura con franqueza.

Una vez que Laura se fue, tomé un respiro y decidí llamar a Melanie para que me comunicara con el área de marketing.

—Melanie, necesito que me pongas en contacto con Jace, por favor. —dije, manteniendo mi tono profesional.

—Claro, Aaron. Enseguida te lo paso. —respondió Melanie, sin rastro de su habitual tono insinuante.

Poco después, Jace estaba en la línea.

—Buen día Aaron, ¿En que te puedo ser útil? —dijo Jace con su típica energía positiva.

—Hola, Jace. Necesito que prepares una presentación para esta tarde sobre las estrategias de venta del nuevo lanzamiento. Quiero ver cómo están armando todo y los avances que han logrado hasta ahora. —le pedí, intentando mantener la concentración en el trabajo.

Química ImperfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora