La noche había sido un tormento. Me desvelé, dándole vueltas a la cabeza sobre lo que pasaría hoy. Cuando finalmente me levanté, supe que no había dormido lo suficiente. Llegué tarde a la oficina, algo que rara vez ocurría, y ya me sentí un poco fuera de lugar.
Al entrar, Melanie me esperaba con mi café favorito en la mano.
—Buenos días, Aarón. ¿Estás bien? —preguntó, notando mi cansancio.
—No del todo, Melanie. ¿Scarlet ya llegó? —pregunté, tratando de sonar despreocupado.
—Sí, llegó temprano como siempre. Está en su oficina. —respondió, con una leve sonrisa, mientras me entregaba el café.
—Gracias. —dije, tomando un sorbo del café, disfrutando brevemente del sabor.
Melanie se inclinó ligeramente hacia mí, una expresión más sugerente en su rostro. —¿Necesitas algo más, Aaron? Quizás... algo que te ayude a relajarte. —su tono dejó clara la insinuación.
Sacudí la cabeza, sintiendo una mezcla de incomodidad y asco. —No, Melania. Ahora no es el momento. Tengo que mantenerme enfocado en el trabajo.
—Entiendo. Si cambias de opinión, aquí estaré. —dijo, su voz volviendo a un tono más profesional mientras regresaba a sus tareas.
Intenté no darle más vueltas al asunto y me dirigí a mi oficina. Poco después, llegó Charles, nuestro abogado.
—Aarón, buenos días. Melanie me dijo que quería discutir el contrato con Global Motors. —dijo Charles, tomando asiento frente a mí.
—Sí, Carlos. Cerramos el trato, pero quiero asegurarme de que no haya ninguna cláusula oculta que nos pueda perjudicar en el futuro. Necesito que leas el contrato de arriba a abajo y me informes si hay algo que pueda ser problemático. —dije, entregándole una copia del contrato.
Charles ascendió, comenzando a revisar el documento. —Por supuesto, Aarón. Siempre es bueno ser cauteloso en estos casos. ¿Hay algo específico que te preocupe?
—Quiero asegurarme de que si decidimos no seguir con la asociación, podemos salir sin pagar una compensación significativa. No quiero que estemos atados a algo que pueda perjudicarnos financieramente. —respondí, con seriedad.
Charles ascendió, tomando nota. —Entendido. Revisaré todo minuciosamente y te daré un informe detallado.
—Perfecto. Además, quería agradecerte por manejar lo del artículo difamatorio. Vi que se retractaron después de que mencionaste la demanda. —dije, apreciando su esfuerzo.
—No hay de qué, Aarón. Solo hice mi trabajo. —respondió Charles con una sonrisa. Luego, su tono se suavizó un poco. —Por cierto, ¿Ya hablaste con Scarlet sobre el contrato?
Mi mirada se endureció levemente, pero intentó mantenerme calmado. —No, aún no. Estoy esperando el momento adecuado.
Charles levantó una ceja, con una expresión de interés. —¿Esto tiene algo que ver con su ausencia estos días? Pareces bastante nervioso hoy y no has ido a hablar con ella todavia.
—¿Cómo sabes eso? —pregunté, un poco sorprendido por su observación.
Charles sonrió, un gesto que mostró su confianza. —Para eso soy tu abogado, Aaron. Tengo que saber todo lo que pasa. Además, es evidente que algo te preocupa. Mi consejo: busca el momento adecuado y habla con ella. Arregla las cosas.
Asentí, agradecido por su consejo. —Gracias, Charles. Aprecio tu apoyo.
—Siempre, Aarón. Voy a revisar estos documentos y te tendré un informe completo mañana. —dijo, levantándose para salir.
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Química Imperfecta
RomanceCuando los padres de Aaron y Scarlet deciden retirarse, les confían el mando de la empresa a sus hijos. Ellos se ven obligados a trabajar codo a codo, enfrentando el desafío de mantener el legado de sus familias, sin embargo, las cicatrices emociona...