Desperté sintiéndome totalmente devastada. La intensidad de la noche anterior y el abrupto final me habían dejado destrozada. Me sentía utilizada y traicionada, como si todo lo que había pasado entre Aaron y yo no hubiera significado nada para él. La confusión y el dolor se mezclaban, creando un torbellino de emociones del que no podía escapar.
Pasado el mediodía, miré mi teléfono y vi varias llamadas perdidas de Aaron. No quería hablar con él, ni siquiera quería pensar en él. La sola idea de escuchar su voz me hacía sentir un nudo en la garganta. Decidí ignorar las llamadas y me sumergí en mis propios pensamientos oscuros.
El timbre del teléfono me sacó de mi ensimismamiento. Era Chris. Tomé una respiración profunda y contesté, necesitando desesperadamente su apoyo.
—¡Por fin, Chris! —exclamé, tratando de sonar más calmada de lo que realmente me sentía—. Intenté llamarte varias veces, pero no pude comunicarme.
—Ay, Scar, perdón. ¿Cómo estás? ¿Qué pasó? —respondió Chris, preocupado.
—Lo peor que me podía haber pasado. En este momento, necesito tus abrazos y un suministro interminable de chocolates —dije, con la voz entrecortada y un tono que revelaba mi verdadero estado emocional, sintiendo las lágrimas amenazando con escaparse.
—Entonces, no te fue bien en absoluto. He estado pensando en ti toda la noche, pero me olvidé el teléfono en el estudio y hasta que fui a recogerlo no vi las llamadas. Cuéntame todo.
Le contó todo lo que había pasado con Aaron, desde la tensión en el restaurante hasta el intenso momento en el pasillo del hotel. Chris escuchaba en silencio, pero podía sentir su furia y frustración a través del teléfono.
—Ese idiota... —murmuró finalmente, con una voz llena de enojo —. Scar, él no tiene derecho a hacerte esto. Muchas veces te dije que te olvides de él. No te hace bien, te sigue lastimando desde que eran chicos.
—Lo sé, Chris, pero es muy difícil. Prácticamente lo veo todos los días y... —las palabras se me quebraron y solté un sollozo —. Lo que pasó ayer me afectó mucho.
—Es porque lo que sentís por él es muy fuerte. Estás enamorada de él.
—No quiero estarlo, Chris. ¿Por qué no puedo enamorarme de otra persona? —pregunté, sintiendo la desesperación en mi voz.
—No sé, Scar, eso no se elige, pero ahora quiero que te cuides. Tomate un baño de burbujas, desconectá de todo esto y descansá. No me gusta escucharte mal, y menos cuando no estoy ahí para consolarte. ¿Si?
-—De acuerdo, gracias, Chris. Te quiero mucho.
—Yo también, Scar. Descansa y cualquier cosa, llámame. Corté la llamada y me quedé mirando el teléfono, sintiendo una mezcla de alivio y tristeza. Las palabras de Chris siempre tuvieron un efecto calmante en mí, pero sabía que tenía razón. Aaron no me hacía bien, y tenía que encontrar la manera de protegerme de su influencia.
Decidí seguir el consejo de Chris y me dirigí al baño. Llené la bañera con agua caliente y sales de baño, esperando que el aroma relajante y el calor me ayuden a calmar mis nervios. Me sumergí en el agua, cerré los ojos y traté de no pensar en nada. Pero los sonidos de la noche anterior seguían volviendo a mi mente, y no podía evitar sentir el dolor y la confusión una y otra vez.
Después de lo que parecía una eternidad, salí de la bañera y me envolví en una toalla. Me senté en la cama, sintiéndome un poco más tranquila pero aún perdida. No sabía qué hacer ni cómo manejar lo que sentía. Solo sabía que necesitaba tiempo para procesar todo.
Pasé el resto de la tarde intentando distraerme. Intenté un libro, miré una película, pero nada parecía funcionar. Mi mente seguía volviendo a Aaron ya todo lo que había pasado. Sentía que estaba atrapada en un ciclo del que no podía escapar.
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Química Imperfecta
RomanceCuando los padres de Aaron y Scarlet deciden retirarse, les confían el mando de la empresa a sus hijos. Ellos se ven obligados a trabajar codo a codo, enfrentando el desafío de mantener el legado de sus familias, sin embargo, las cicatrices emociona...