El sol apenas comenzaba a asomarse por la ventana cuando abrí los ojos, sintiendo la familiar sensación de excitación palpitando en mi interior. Los recuerdos de la noche anterior inundaron mi mente, llenándome de una oleada de deseos irresistibles.
Con el corazón aún latiendo aceleradamente, me incorporé en la cama, la lujosa sábana de seda rozando mi piel desnuda. El recuerdo de los momentos compartidos con Aaron inundaba mis pensamientos, avivando el fuego que ardía dentro de mí.
Sabía que necesitaba liberar esa tensión acumulada, domar las llamas que amenazaban con consumirme. Con manos temblorosas, comencé a acariciar mi cuerpo, explorando cada centímetro con ansiedad. Los susurros de su nombre escapaban de mis labios entre gemidos ahogados, alimentando mi pasión y deseo.
El placer se apoderaba de mí, envolviéndome en una espiral de éxtasis mientras me entregaba a la vorágine de sensaciones. Cada caricia, cada suspiro, era un tributo al intenso magnetismo que existía entre Aaron y yo, una conexión que trascendía las barreras del tiempo y el espacio.
Cuando finalmente la marea de sensaciones disminuyó y la calma volvió a mi cuerpo, me encontré con la mirada fija en el techo, el corazón aún latiendo con fuerza en mi pecho. La sonrisa juguetona se curvó en mis labios mientras me sumergía en los recuerdos de la noche anterior. Escuché mi celular sonar y me acerqué a recogerlo, tenía un mensaje de Aaron.
"¿Estás despierta? ¿Te gustaría desayunar conmigo?"
Muy oportuno de su parte
"Sí, en 15 minutos te espero en el lobby"
Me apresure a cambiarme lo más rápido posible, no quería hacerlo esperar.
—Buenos días —dije mientras me acercaba.
—Buenos días, Scar —respondió Aaron, devolviéndome la sonrisa —. ¿Dormiste bien?
—Más o menos —respondí, sin querer entrar en detalles—. ¿Y tú?
—Igual —dijo Aaron, como si compartiera mi misma inquietud.
Tomamos asiento en una mesa tranquila y pedimos el desayuno. Yo pedí waffles con miel y un café cortado, mientras que Aaron optó por unos tostados de jamón y queso con un café con crema. Mientras esperábamos nuestra comida, empezamos a hablar sobre el trabajo.
—La gala de anoche fue bastante productiva, ¿no crees? —preguntó Aarón.
—Sí, conocimos a mucha gente interesante —respondí, recordando a Ryan —Creo que podríamos considerar hacer un acuerdo con algunas de las personas que conocimos.
Aaron sacó su computadora y comenzó a mostrarme algunas anotaciones.
—Estuve investigando un poco sobre las empresas con las que hablamos. Algunas tienen potencial para ser grandes socios, especialmente en términos de tecnología e innovación. Estaba pensando en enviar propuestas a TechWave y Global Motors para asociarnos con ellos.
—Me parece una excelente idea —dije asintiendo —. Además, podríamos planificar para el siguiente trimestre una campaña de cobranding con industrias Zenith Oil. Sería algo interesante para lanzar al mercado y levantar nuestras ventas.
Aaron suena evidentemente complacido con la sugerencia. —Eso suena prometedor. Podríamos integrar sus productos en nuestras nuevas líneas y aprovechar su base de clientes.
—Exactamente. Con el mercado tan inestable últimamente, necesitamos asegurarnos de estar bien posicionados. Tenemos que seguir de cerca cómo se comporta.
Pasamos un rato discutiendo estrategias y haciendo anotaciones. Finalmente, cuando terminamos de desayunar, Aaron hizo una pregunta más casual. —¿Tienes algún plan para más tarde?
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Química Imperfecta
RomanceCuando los padres de Aaron y Scarlet deciden retirarse, les confían el mando de la empresa a sus hijos. Ellos se ven obligados a trabajar codo a codo, enfrentando el desafío de mantener el legado de sus familias, sin embargo, las cicatrices emociona...