Capítulo 28

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Me encontraba sentada en mi auto en el estacionamiento de la empresa, mirando el mensaje de Liam en mi teléfono. Se había enterado de la noticia del juicio y estaba muy feliz por nosotros, sugiriendo que saliéramos a celebrarlo juntos. Mientras contemplaba si debía aceptar su invitación, una parte de mí quería quedarse y seguir celebrando con Aaron y los demás. Sin embargo, algo en el tono de Liam me hizo decidir que debía aceptar.

Finalmente, respondí con un simple "Sí, me encantaría. Estaré libre en media hora, ¿Puedes pasar a buscarme por mi departamento?".

Liam respondió rápidamente: "Claro, estaré allí en media hora. Ponte algo cómodo, te va a gustar la sorpresa".

Guardé el teléfono en mi bolso, tomé una profunda respiración y conduje a mi departamento para cambiarme. En el camino, no pude evitar preguntarme cuál sería la sorpresa de Liam. La idea de una celebración espontánea me emocionaba.

Llegué a casa y me apresuré a cambiarme. Opté por un conjunto casual pero cómodo, siguiendo la recomendación de Liam. Justo cuando terminé de arreglarme, escuché el timbre. Al abrir la puerta, me encontré con la sonrisa radiante de Liam.

—¡Hola! ¿Lista para la sorpresa? —dijo, su entusiasmo contagioso.

—Sí, aunque me muero de curiosidad por saber a dónde vamos —respondí, sonriendo.

—Bueno, tendrás que esperar un poco más. Vamos, no quiero arruinar la sorpresa —dijo, guiñandome un ojo mientras me llevaba hacia su auto.

Subimos al auto y nos dirigimos hacia el destino misterioso. Durante el camino, la conversación fluyó fácilmente. Liam me contó una anécdota divertida de su juventud.

—Hubo una vez que mis amigos y yo fuimos a un parque de diversiones, y decidimos que sería una gran idea correr por toda la feria en busca de las atracciones más extremas. Terminamos apostando quién podía comer más algodón de azúcar antes de subir a la montaña rusa más alta. Por supuesto, yo gané la apuesta, pero la montaña rusa fue un desastre. Vomité todo y mis amigos no paraban de reírse de mí.

Me reí, imaginando la escena.

—Suena como algo que Aaron y yo haríamos. Solíamos desafiarnos a hacer cosas locas en los parques de diversiones también.

—¿En serio? —preguntó Liam, curioso.

—Sí, hubo una vez que fuimos con algunos amigos, y Aaron me retó a subirme a la montaña rusa justo después de comer una hamburguesa gigante. No fue la mejor idea, casi termino vomitando —dije, riendo al recordar ese día.

Finalmente, llegamos al destino y mis ojos se iluminaron al ver el parque de diversiones. Las luces brillantes y la energía de la multitud nos envolvieron de inmediato.

—¡Sorpresa! —exclamó Liam, sonriendo ampliamente.

—¡Me encanta! —respondí, entusiasmada.

Las luces brillantes del parque de diversiones iluminaban la noche con una vibrante mezcla de colores. Los sonidos de risas, gritos emocionados y música alegre llenaban el aire, creando una atmósfera mágica. Liam y yo caminábamos juntos, disfrutando de la energía del lugar. Empezamos con la montaña rusa, y mientras esperábamos en la fila, la conversación continuó fluyendo.

—¿Qué es lo más loco que has hecho en un parque de diversiones? —preguntó Liam, curioso.

—Definitivamente esa vez con Aaron. Siempre me desafiaba a hacer cosas locas. Era una buena época cuando éramos muy amigos —respondí, sonriendo con nostalgia.

La fila avanzó y finalmente nos subimos a la montaña rusa. El viaje fue una mezcla de adrenalina y risas, con Liam gritando de emoción y yo aferrándome al asiento.

Química ImperfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora