Han pasado algunos días desde la última vez que hablé con Scarlet. Llegué temprano a la oficina, como de costumbre, y comienzo mi rutina diaria. Me gusta la tranquilidad de la mañana antes de que el bullicio del día comience. Me permite organizar mis pensamientos y enfocarme en las tareas que tengo por delante.
Me siento en mi escritorio, abro mi computadora y empiezo a revisar los correos electrónicos. Hay varios mensajes importantes de clientes y socios, pero uno en particular llama mi atención. Es de Scott, nuestro abogado. El asunto del correo dice: "Actualización sobre el caso de Samuels".
Abro el correo y leo detenidamente. Scott me informa que el juicio está programado para dentro de dos semanas. Es una noticia que esperaba, pero no puedo evitar sentir un nudo en el estómago. Este caso es crucial para nuestra empresa y para demostrar que tenemos la razón en esta disputa.
Decido enviarle un mensaje a Scott para programar una reunión más tarde en la mañana. Necesito asegurarme de que todos los detalles estén en orden y que no dejemos nada al azar.
Después de enviar el correo, me tomo un momento para mirar alrededor de la oficina. Mis ojos se detienen en una foto de Scarlet y yo en una conferencia de negocios hace unos años. Fue un buen momento, uno de los pocos en los que sentí que realmente estábamos en sintonía. Me duele pensar en cómo han cambiado las cosas entre nosotros.
Sacudo la cabeza para despejar mis pensamientos y vuelvo a concentrarme en el trabajo. Hoy será un día largo, y tengo mucho que hacer.
Más tarde en la mañana, Scott llega a la oficina con su habitual puntualidad. Nos dirigimos a la sala de conferencias y cerramos la puerta para asegurarnos de que nuestra conversación sea privada. Necesitamos discutir la estrategia para el juicio y revisar todas las pruebas que tenemos.
—Aaron, tenemos un caso sólido —comienza Scott mientras saca unos documentos de su maletín—. Los videos de seguridad y los correos electrónicos incriminatorios de Melanie son pruebas contundentes. Además, la patente registrada antes de que Samuels lanzara su versión nos respalda completamente.
Asiento, aunque mi preocupación no desaparece del todo. —Lo sé, Scott. Pero no podemos permitirnos ningún error. Este juicio determinará mucho para la empresa.
Scott me lanza una mirada comprensiva. —Entiendo tu preocupación, Aaron. Pero hemos trabajado duro en esto y estamos bien preparados. El juez tomará una decisión en dos semanas, y estoy confiado en que será a nuestro favor.
Respiro hondo, tratando de calmarme. —Gracias, Scott. Aprecio todo lo que has hecho por nosotros.
Scott hace una pausa antes de continuar. —Además de la demanda por el robo de propiedad intelectual, también estamos demandando a Samuels por difamación y daños y perjuicios. Las acusaciones falsas que hicieron contra ustedes han afectado la reputación de la empresa. Estamos solicitando una compensación económica significativa. Si ganamos, no solo recuperaremos nuestro proyecto original, sino que también obtendremos los fondos necesarios para completar todos los nuevos proyectos y asegurar la estabilidad financiera de la empresa.
Mis ojos se abren con sorpresa y esperanza. —Eso sería increíble, Scott. Poder cubrir todos nuestros proyectos y estar tranquilos financieramente es más de lo que esperaba.
Scott sonríe con confianza. —Exactamente, Aaron. Hemos construido un caso fuerte y estoy seguro de que el juez verá las cosas a nuestro favor.
Pasamos la siguiente hora revisando cada detalle del caso. Hablamos sobre cómo presentaremos las pruebas, quiénes serán los testigos y cómo contrarrestaremos cualquier argumento que pueda presentar la defensa. Scott me asegura que todo está bajo control, pero no puedo evitar sentirme ansioso. Este juicio no solo afecta a la empresa, sino también a nuestra reputación y, de alguna manera, a mi relación con Scarlet.
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Química Imperfecta
RomanceCuando los padres de Aaron y Scarlet deciden retirarse, les confían el mando de la empresa a sus hijos. Ellos se ven obligados a trabajar codo a codo, enfrentando el desafío de mantener el legado de sus familias, sin embargo, las cicatrices emociona...