Capítulo 20

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Habían pasado unos días y aún no tenía noticias de los abogados ni de Oliver acerca de Ryan. Eso me impacientaba más de lo que quería admitir. Aaron Kéldysh preocupado por algo, eso si es una novedad.

Matthew y yo nos encontrábamos en la sala de diseño, revisando los planos falsos en la computadora. Aunque mi atención estaba en la pantalla, mi mente divagaba, tratando de unir las piezas del rompecabezas que Ryan había creado.

—¿Estás seguro de que esta información será suficiente para despistarlos? —preguntó Matthew, ajustándose las gafas mientras miraba la pantalla.

—Sí —respondí con una mueca de preocupación. —Cualquier infiltrado obtendrá solo datos erróneos. Los archivos originales estarán en un lugar seguro.

Matthew asintió. —Bien pensado. Además, he añadido un sistema de rastreo. Si alguien intenta ingresar al sistema, se activará una alarma.

Sentí un leve alivio, pero mi mente no dejaba de darle vueltas a otros problemas.

Más tarde, ya en mi oficina, trataba de concentrarme en los documentos apilados en mi escritorio cuando sonó el teléfono. El identificador de llamadas mostró el nombre de Oliver, y sentí un nudo de anticipación en el estómago. Descolgué rápidamente.

—¿Alguna novedad? —pregunté, tratando de mantener la calma, aunque mi voz traicionaba mi ansiedad.

—No del todo —respondió Oliver, su tono serio pero calmado. —Aún no tenemos toda la información que necesitamos, pero hay algo que puedo decirte con certeza: Ryan Miword no existe en ninguna base de datos que hayamos consultado.

Me quedé en silencio, procesando la información. Era un golpe inesperado.

—¿Ryan Miword no existe? ¿Cómo es posible? —pregunté, con una mezcla de incredulidad y preocupación.

—No lo sé aún, sigo investigando, pero esto sólo complica más las cosas. Mantén los ojos abiertos —advirtió Oliver. —Y asegúrate de que Scarlet también lo haga. Es lista y sabe cuidarse sola, pero no quiero que subestimen esta situación.

—Sí, lo sé. Scarlet puede manejarse, pero esto es serio —respondí, intentando disimular mi preocupación con un tono más práctico.

—Por cierto, Aaron, sé que tienes muchas cosas en la cabeza, pero deberías considerar confesarle tus sentimientos a Scarlet algún día —dijo Oliver, cambiando abruptamente de tema, con una risa ligera. —Quizás eso también te ayude a concentrarte mejor en el trabajo.

Solté un suspiro, sintiendo el peso de los años de sentimientos no expresados. —Por ahora no va a pasar. La he cagado demasiadas veces —admití.

—Podrías empezar saliendo a comer. Tal vez sería una buena idea que los cuatro saliéramos a cenar. Algo fuera de lo laboral. Hace más de 15 años que estás loco por Scarlet y lo único que has hecho es cagarla. Al menos podrías empezar por ahí.

La propuesta de Oliver me tomó por sorpresa. La idea de una cena fuera del entorno laboral era tentadora, pero también aterradora. —Podría intentarlo —murmuré, más para mí mismo que para él. —Le voy a preguntar a Scarlet sobre eso y luego te digo.

—De acuerdo, y Aaron, trata de mantener los ojos abiertos a cualquier cosa —dijo Oliver antes de colgar.

Colgué el teléfono y me quedé mirando el aparato un momento, tratando de ordenar mis pensamientos. La revelación de que "Ryan Miword" no existía en ninguna base de datos conocida era desconcertante. ¿Qué significaba eso? ¿Estaba usando un nombre falso? ¿O era simplemente una persona completamente ficticia?. Recordé las reuniones con Scarlet, las miradas furtivas que había captado entre ellos. ¿Qué juego estaba jugando? ¿Tenía intenciones reales con Scarlet o simplemente estaba utilizando su interés en el proyecto para algún fin desconocido?. "Mantén los ojos abiertos", había dicho. Pero ¿Cómo podía mantener los ojos abiertos si ni siquiera sabía a qué o a quién debía estar mirando?

Química ImperfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora