La mañana de la reunión llegó más rápido de lo que esperaba. Me desperté con una mezcla de nerviosismo y anticipación que me revolvía el estómago. Sabía que la reunión con Ryan era crucial para la empresa, pero también no podía dejar de pensar en lo que había pasado con Aaron el día anterior. Estaba molesta porque no habíamos discutido sobre la reunión de hoy y porque Aaron había salido a comer con Melanie.
Me dirigí al baño y dejé que el agua caliente de la ducha me ayudara a despejar mis pensamientos. La presión del agua era perfecta, y por un momento, me permití relajarme y disfrutar del calor. Pero no podía perder demasiado tiempo; Había mucho por hacer antes de la reunión.
De pie frente al espejo, me puse un mono ajustado color negro con escote. Necesitaba sentirme poderosa y segura de mí misma para enfrentar lo que venía. La elección del atuendo era estratégica; quería transmitir confianza y determinación, aunque por dentro estuviera llena de dudas y nerviosismo.
Mientras me arreglaba el cabello y aplicaba un maquillaje suave pero impecable, sentí un nudo en el estómago. ¿Cómo iba a manejarme con Aaron después de lo que pasó ayer? Y, más importante aún, ¿Cómo íbamos a trabajar juntos de manera efectiva durante la reunión? No podía permitirme parecer insegura o afectada.
El teléfono vibró con un mensaje de Aaron "¿Estás lista? Te espero en el lobby en diez minutos. Vamos juntos al restaurante".
Tomé una respiración profunda y respondí "Sí, estoy casi lista. Bajo en unos minutos".
Recogí mis cosas, asegurándome de tener todos los documentos necesarios para la reunión. Me miré una última vez en el espejo, enderecé los hombros y me obligué a sonreír. Era hora de enfrentar el día y demostrar que podía manejar cualquier desafío que se presentara.
Cuando llegué al lobby, encontré a Aaron esperándome cerca de la entrada. Su mirada se posó en mí y noté un destello de sorpresa en sus ojos al verme. No pudo evitar mirarme de arriba abajo, y por un momento, pareció quedarse sin palabras. Una sonrisa sutil jugó en mis labios mientras me acercaba a él. —Buenos días, Aaron —dije con voz segura, aunque mi corazón latía con fuerza en mi pecho.
—Buenos días, Scarlet —respondió él, acercándose para saludarme. Me miró de nuevo y, con un tono más suave, añadió —Te ves hermosa con eso. Y me agrada el perfume que llevas.
—Gracias —dije, sintiendo un calor subir a mis mejillas.
Aaron bajó la voz y se inclinó un poco hacia mí. —Aunque me gusta cómo te ves, no me encanta la idea de compartir esta vista con Ryan. Pero supongo que no tenemos otra opción. —Sentí una mezcla de satisfacción y molestia por su comentario. ¿Celos? Quizás, pero no tenía tiempo para analizarlo ahora. —¿Lista para irnos? —me preguntó.
—Sí, lista —respondí.
Salimos del hotel y subimos al auto que ya nos estaba esperando en la entrada. La tensión entre nosotros era palpable, pero intenté mantener la compostura.
En el camino, decidí abordar el tema que me tenía inquieta. —¿Y cómo fue la cena con Melanie anoche? —pregunté, tratando de sonar casual. Aaron me miró de reojo, evaluando mi pregunta. —Fue productivo —dijo finalmente. —Melanie se encargó de investigar un poco a Ryan y me pasó alguna información sobre él. Hablamos de eso durante la cena, y de otras cosas más.
Su respuesta me pareció vaga y nada detallada. Parecía como si estuviera ocultando algo, y eso sólo aumentó mi incomodidad. ¿De verdad habían hablado sólo de trabajo? —¿De otras cosas más? —repetí, tratando de mantener mi tono neutral.
Aaron notó mi escepticismo y cambió rápidamente de tema. —¿Tú sabes algo más sobre lo que quiere Ryan en la reunión de hoy? —preguntó, tratando de desviar la conversación.
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Química Imperfecta
RomanceCuando los padres de Aaron y Scarlet deciden retirarse, les confían el mando de la empresa a sus hijos. Ellos se ven obligados a trabajar codo a codo, enfrentando el desafío de mantener el legado de sus familias, sin embargo, las cicatrices emociona...