En mi trayecto a casa se me bajo el alcohol, por suerte. Para asegurar no ser notado compré un chicle.
–¡Ya llegué!– Gritó alguien desde la entrada. Se podía escuchar como está persona cerraba la puerta y colocaba sus pequeñas llaves en un mueble.
–Hasta que por fin llegas– Habló un rubio, algo mayor. Minato, este se encontraba apoyado en la puerta de la cocina. –Tu madre te está esperando en la mesa..–
Asentí para después suspiré.
Al entrar a la azulina cocina pude notar a mi madre al instante, estaba sentada con los brazos cruzados. Me miraba con decepción. Lo esperaba, ¿Qué más podría recibir?
–Siéntate Naruto...– Ordenó con seriedad, algo extraño en ella.
Y tal como ordenó, me senté con la postura más firme que tenía.
–Madre..– Susurré con la mirada baja –Yo...–
–No Naruto, no necesito explicaciones–
–Per–
–Tú tendrás tus razones para elegir al gemelo mayor de la familia Uchiha– Interrumpió, está vez su estado se tomaba más sereno.
Por un momento Naruto vió tranquilidad. Pero claro, a él no le dura nada.
–Sin embargo...– Continúo volviendo a su estado principal, si, es bipolar – Lastimaste seriamente a Gaara, Naruto, si te interesaba alguien más podrías habernos dicho, no esconderlo y aceptar el compromiso con Gaara– Hizo una pausa para después ponerse de pie y caminar hacía su tonto hijo. Ya cerca se sentó a su lado.
–El...El y su familia juntó a tu padre y yo, presenciamos el momento dónde te presentaron, todos mirábamos aquel televisor. ¿Puedes imaginar el daño que le causaste?– Preguntó dedicándole una mirada a su único hijo.
Naruto negó con la cabeza.
Se sentía muy mal. Había lastimado a un gran amigo.
Se sintió aún peor el pensar que Gaara pudo estar llorando... ¿Mientras el? El estaba tomando con Sasuke, peor aún, casi se besan....
Besan.
Esa palabra resonó en la cabeza del rubio, había captado la información.
El casi se besa con Sasuke... Con Sasuke.
Tales pensamientos provocaron que la postura del rubio se derrumbara causando un gran sonrojo en su rostro.
–¿Hmm?– Kushina intrigada miro a su hijo, realmente estaba rojo. ¿Habrá dicho algo vergonzoso? –¿Naruto? ¡Oye! ¡Estamos hablando de Gaara!– Llamó la atención de Naruto provocándole un leve susto.
–¿¡Ah?!..Si..Gaara, de verdad lo siento por el–
Kushina suspiró, sabía que Naruto no sentía nada por Gaara.
–Solo te pido que te disculpes con el, es todo– Colocó su mano en el hombro de su hijo –De verdad lo lastimaste... Es lo mínimo que puedes hacer por el–
Naruto asintió.
–Ahora mismo iré...– Informó poniéndose de pie y caminar hacía la salida de su hogar.
–Espera Naruto...– Habló kushina desde la puerta de la cocina – Tú padre y yo acordamos aceptar tú decisión..– Finalizó mostrando una sonrisa con ternura.
Naruto al contrario mostraba un rostro totalmente confundido.
–¿Mi decisión?– Preguntó mientras se colocaba su abrigo. Solo a él se le ocurre pedir disculpas en la madrugada.
Kushina asintió para después acercarse a su hijo y tomarlo de los hombros.
–Estamos contigo, apoyamos tú decisión– Le doy un beso en la frente para después continuar. Detrás de su hermosa madre venía su padre, ya cerca este coloco su mano en el hombro de la peliroja –Puedes casarte con Charasuke...– Finalizó. Sus padres mostraban una sonrisa sincera, con ternura.
Naruto quedó atónito con ello.
Esto ya va demaciado enserio, y el, el es muy cobarde para decirles que en realidad no quería estar con Charasuke.
Si no con....Sasuke.
Pero Sasuke no le demuestra algo, nada.El besó no cuenta, ambos estaban algo tomados. Ni siquiera se molesta en interferir, no siente interés...
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Ten linda tarde....
Si notas alguna falta de ortografía, dímelo.
