Cuarenta y uno

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Si alguien podía preparar una boda en dos meses, esos eran Emiliano y Dolores

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Si alguien podía preparar una boda en dos meses, esos eran Emiliano y Dolores. Algo que también fue posible porque la suerte siempre estaba de su lado.

Una semana después del pedido formal de matrimonio por iglesia, Dolores vendió los derechos de explotación de su primer libro de ficción a una productora para filmar una película, y los primeros ingresos más algunos ahorros que tenían los destinaron a montar una boda en tiempo récord.

Dolores iba a participar activamente en la filmación de la película, y grande fue su sorpresa al ver que la productora había pensado en Penélope para el papel principal. Si bien no tenía nada contra la mujer, se opuso por miedo a reavivar el odio que le tenía. Dolores no tuvo reparos en contarle al equipo de producción el incidente en el colegio, el cual afortunadamente jamás expuso públicamente, tal como temieron en aquel momento. Ni siquiera Emiliano cumplió su promesa de exponerla en Twitter, concluyó finalmente que era innecesaria la provocación, ya suficiente escarmiento había tenido al ser expulsada del colegio. Elizabeth, el papel de la protagonista principal junto a Emanuel, como le había puesto a la figura masculina que luchaba por conseguir el amor de una mujer prohibida, estaba vacante y les urgía conseguir una actriz para comenzar a rodar la película.

Ese era otro de los motivos por los cuales querían acelerar la boda. Entre el primer año universitario de Emiliano, la película, y los trabajos de ambos, no tendrían tiempo para una luna de miel de ensueño, como planearon aquella noche en que ella volvió a darle el sí.

Encontraron fecha a mediados de febrero, y no perdieron el tiempo. Juntos prepararon una modesta boda, y se casaron en una iglesia de Caballito, rodeados de sus afectos y la mayoría de los compañeros de Emiliano, fueron pocos los que se perdieron luego de la graduación.

La luna de miel fue en Inglaterra, la cuna de Jane Austen. En quince días recorrieron todos los rincones claves de la autora que escribió el libro que fue la base de su historia de amor, ese mismo que Emiliano leyó más de una vez, la primera, cuando estuvieron separados, a modo de tortura.

Pero el libro que Emiliano nunca quiso leer fue el de su esposa, ese que en breve estaría en la gran pantalla.

Fue en la catedral de Winchester, cuando sentados en uno de los bancos mientras admiraban la imponente arquitectura, el momento en que Dolores se atrevió a preguntarle el motivo por el cual nunca quiso leer su libro.

—No tengo el valor suficiente para leer de qué manera te rompí el corazón —confesó apoyando los codos sobre sus muslos, mientras bajaba la cabeza.

—Pero fuiste mi mejor obra, ya lo ves, en nada va a estar en todas las salas de cine, bonito. ¿Qué tanto te atormenta?

—Que te falle y te rompí el corazón, por eso escribiste esa historia. Volcaste en tus letras todo el daño que te hice, y no quiero recordarlo. Ensucié la bonita relación que teníamos, algo que hasta el día de hoy, siendo tu esposo hace más de un año, no me perdono y me atormenta cada noche.

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