¿Cuánto estás dispuesto a perder por amor?
Dolores y Emiliano se conocieron de casualidad el mismo día que se perdieron para siempre, a pesar de que el flechazo fue instantáneo. Pero el destino se obsesionó en volver a encontrarlos, solo que no calc...
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La cabeza de Dolores era un samba. El champagne le estaba causando estragos, y no entendía el mensaje hasta que recordó que sin querer había abierto su historia de Instagram. Le clavó el visto momentáneamente, quería encontrar las palabras adecuadas para no quedar como una acosadora.
Fue hasta la cocina y preparó café, agradecía no haberse quedado dormida en su primer día de clases en la matutina. Se duchó y escogió un atuendo sobrio, a diferencia de la nocturna, en el turno mañana nunca sabía cuándo tenía que atender a un padre y quería dar una buena imagen.
Eligió caminar hasta la escuela, nada más al llegar a la sala de profesores, no pudo evitar mirar el aula de Emiliano. A pesar de que estaba llena de preadolescentes uniformados, su mente acomodó a su nueva obsesión en su banco. Sonrío con pesar, la situación se le estaba saliendo de control. Y recordó el mensaje en Instagram, ese que nunca había respondido. Ni bien entró a la sala de profesores, tomó el teléfono y le respondió con sensatez.
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Estaba a punto de cerrar la aplicación, cuando el teléfono volvió a vibrar en su mano.
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