Sapphires
Octavo Reino
Cassian
El castillo de Sapphires era inmenso, con detalles en dorado y plata, con unas estúpidas cortinas de seda azules en todas las enormes ventanas y con algunos zafiros por todo el lugar.
Nuestro color característico resaltaba más, ahora que mi padre estaba organizando la bienvenida de Gala. Los sirvientes apresurados corrían de un lugar a otro preparando todo cómo mi padre les ordenaba, cómo el rey les ordenaba.
Por otra parte, yo estaba desayunando, la mesa se encontraba llena de panes, diferentes tipos de quesos, frutas y jugos, comida digna de un príncipe o en este caso de un intento del mismo.
Mi vista se mantenía clavada en mi plato y con el tenedor jugaba con las uvas, ya que no tenía hambre, pero lo que sea para no entablar conversación con el hombre que tenía a lado.
Pero no funcionó de todas formas el habló.
—Cassian deja de jugar con la fruta ya no eres un niño pequeño, madura de una vez. —mi padre se dirigió a mí con frialdad.
—Claro porque mover las uvas en mi plato define mi nivel de madurez, es más, ahora jugaré con las fresas.
Mi padre me dio una mirada severa, la cual ya no me afectaba, era la expresión que he recibido de su parte por años.
—No importa —suspiró—. Solo faltan algunos detalles para la bienvenida de Gala.
—Pero no dijiste que estamos en la ruina padre, ¿por qué gastar tanto solo porque llegará mi hermana?
—A veces eres muy idiota Cassian, muy idiota. —me dedicó una mirada despiadada—. El pueblo y los otros reinos saben que estamos pasando por un momento difícil, pero nada más que eso, un tropiezo. Nuestra reputación estaría arruinada si se enteran que este problema ya lleva años.
—¿Años padre?
—Si, ese es otro motivo por el cual tienes que convencer a los príncipes y princesas de darnos sus gemas, ellos no harán muchas preguntas.
—¿invitaremos a los reyes?
—¿No entendiste lo que acabo de decir? Claro que no, todo será una simple fachada. Es lo mínimo que Gala se merece —dijo lo último en un suspiro.
No le respondí, no deseaba opinar sobre lo que se merecía la perfecta Gala.
—Bueno todavía no sé qué haremos con la pirata —continuó hablando—. Pero no creo que se lo podríamos ocultar a Gala, a diferencia de ti, ella si es inteligente. —soltó un bufido.
—¿Entonces que le diremos exactamente padre? Explícame, cómo dijiste, no tengo la inteligencia suficiente para entenderlo.
—Solo le diremos que estamos pasando por un mal momento y sobre la pirata, tendremos que estar más alerta, pondré guardias a la entrada del reino después de la llegada de Gala.
—Porque solo no buscan su barco, encuentras el barco encuentras a la pirata, es fácil.
¿Me parecía lo más lógico, porque no se les ocurría eso a los gobernantes idiotas?
—No puede ser —exclamó soltando los cubiertos que tenía en ambas manos—, Esto lo confirma, en serio no tienes cerebro, ni la mínima idea de lo que pasa más allá de tu habitación. —Me señaló con desprecio—. Nadie conoce su barco, ¿crees que no lo han buscado Cassian?, simplemente llega a los reinos y se esfuma, las pocas personas que aseguran a verla visto solo recuerdan una máscara y la descripción del barco nunca es la misma, es como si ella, el barco, su tripulación fueran un fantasma.
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Robo a la Corona
FantasyNo todos son capaces de robar el mundo para conseguir lo que desean ¿Tú serías Capaz? En el mar de los doce reinos gema gobernaba una pirata buscada, temida, odiada o respetada. Todos temblaban con solo mencionar su barco, ver una sombra fugaz o un...