SAPPHIRES
Octavo Reino
Cassian
—Vamos Cassian no seas aburrido. —Aleister empezó a molestarme como lo hacía siempre, cada vez que llegaba al reino.
Nos encontrábamos en mi habitación, yo sentado en mi sillón de cuero, mientras el subía sus asquerosos zapatos a mi cama.
—Que no, no quiero salir a beber, para que ir a un lugar con un montón de borrachos malolientes cuando tengo vino de más alta calidad justo aquí. —Alcé la copa de vino que traía en la mano derecha.
—Pero no iremos a una taberna de pobres, será una fiesta Real, la hija de la duquesa organizará la fiesta es su turno de ser la anfitriona, será para la nueva generación de gobernantes y clase noble, te enterarías si pasaras más tiempo conmigo.
—¿El lugar estará repleto de personas?
—Si.
—¿Habrá bailes?
—Absolutamente.
—¿Habrá alcohol?
—Por supuesto que sí.
—Como dije, lugar con un montón de borrachos malolientes solo que ricos y engreídos mucho peor —le dediqué una mirada de rechazo y bebí un trago.
—Pareces un viejo cascarrabias, ¿cuántos años tienes setenta?
Puse los ojos en blancos por su comentario tan estúpido.
—Sabes perfectamente que tengo veintiuno Aleister.
—Pues comportante como tal, ¿Hace cuánto no tienes sexo Cassian? talvez es por eso que estás tan malhumorado.
—Mi vida sexual no tiene nada que ver, solo no quiero ir, deja de insistir pesado.
Terminé de beber y me serví más, había que estar algo ebrio para soportar a este cabezota.
—Lastima, tendrías a muchas chicas detrás de ti, no sacas provecho de lo que tienes.
No le respondí, me limité a beber un gran sorbo de vino. Aleister logro captar que no quería seguir con la conversación, pero sabía que no se callaría tan fácil.
—Vamos Cassian, solo piénsalo llegamos a la fiesta, las chicas nos miran, más a mi claro, te presentan. —Se puso de pie aclarándose la garganta comencé a creer que actuaría como idiota —. Damas y caballeros, el príncipe de Sapphires, lord Cassian.
Sus imponentes 1,83 cm de altura, cabello castaño, sonrisa que derrite a las chicas y unos ojos color verdes o no espera, son cafés, no amarillos agg no lose, tus ojos son igual de complicados que tú.Se acercó a mi cara para observar el color de mis ojos y lo aparté con una mano sobre su rostro, para que respetara mi espacio personal.
—Oh, nos estamos describiendo muy bien. —Dejé mi bebida a un lado y me acomodé en mi lugar.
No sé qué estaba haciendo, supongo que seguirle el estúpido juego
—Damas y Caballeros, niños y niñas, viejitas y viejos decrépitos, el príncipe de Emerald, Lord Aleister, altura de 1,77cm.
—Cabello color caca,
—Ojos color caca,
—Y sonrisa de la mierda.Aleister me miro frustrado colocando los ojos en blanco y volviéndose a sentar en mi cama, eso me hizo mucha gracia.
—Creo que yo te describí mucho mejor, no sé si era una competencia, pero de ser así yo gané.
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Robo a la Corona
ФэнтезиNo todos son capaces de robar el mundo para conseguir lo que desean ¿Tú serías Capaz? En el mar de los doce reinos gema gobernaba una pirata buscada, temida, odiada o respetada. Todos temblaban con solo mencionar su barco, ver una sombra fugaz o un...