Robo a la Corona

Capitulo XI

Cassian

Salí rápido de esa habitación y caminé hacia la mía, la última del pasillo. Cuando llegué empecé a maldecir en susurros.

Eres un idiota, un completo idiota Cassian,  merecías que te llamará bestia, te comportaste como una.

"Gracias conciencia"

Caminé hacia mi pequeño bar personal, para sacar una botella de vino.
Me serví y bebí una cantidad considerable, sabor dulce y amargo inundó mis papilas gustativas. 

—Soy un completo idiota —dije para mí mismo.

Comencé a pensar y recordar todas las estupideces que hice y dije en tan poco tiempo.

La llamaste tonta Cassian, a ella y te dejó como imbécil. Un imbécil y un puto acosador.

Como mierdas quede como un acosador, apenas toleraba a las personas y ¿ahora resulta  que soy el acosador de una?

No tenías que ir a su habitación, Cassian, ese el maldito detalle.
No debiste abrir la puerta, no debiste sentarte en su cama y no debiste agarrar su daga.

Pero no toque ni abrí nada, no estoy loco, solo soy idiota.

¿Por qué le daba tanta importancia?, No me importaba nada nunca, ni lo más mínimo, ¿por qué me debía importa lo que ella piense de mí? ¿por qué me importaba?

Me molesté conmigo mismo y volví a tomar, esta vez dos copas de vino seguidos.

¿Por qué creí que venía a matarnos? ¿me preocupo realmente por mi padre? o ¿solo no quería pensar que ella era una mala persona?

Es porque eres una bestia sin cerebro como mencionó Nerea, solo no soportaste la idea que la chica que te atrae, sea una loca asesina.

—Ella no me atrae, ni la conozco —hablé en un susurro bebiendo otro trago.

No te lo crees ni tú, es un imán para ti, no sabes que es, pero ella llama tu atención, como dijiste desde que entró por esa gran puerta del castillo, quieres agradarle Cassian, pero eres un imbécil.

—Soy un imbécil.

Ya estaba medio ebrio, mi conciencia se volvía más molesta en este estado, por eso no pasaba de las dos copas, no poseía resistencia al alcohol.

Solo quería darle un detalle, si se lo entregaba a una sirvienta para que se lo llevara, los rumores correrían y no quería que mi padre se enterará, le hubiera dicho a Nerea que no le contara a nadie que yo se lo di.
Pero nada resulto como esperaba.

¿Fue estúpido entrar a su habitación? Si, ¿fue estúpido creer que no se enojaría? Si, ¿fue estúpido no querer hablarle como una maldita persona normal? Si.
¿Fue estúpido enojarme, solo porque ella dijo que era su habitación? Si.

No tenías por qué enojarte idiota, ella no sabe lo que pasó en esa habitación, no tenías el derecho de tratarla así.

¿Por qué mi padre le entrego esa habitación en primer lugar? No tenía la menor idea.

Además de ser un imbécil de amenazarla con su propia daga No sé te pasó por la cabeza que, si tenía una, ¿talvez sabría cómo usarla?

Pero admítelo, te resulto muy atrayente, sentir miedo, pero también ¿admiración? ¿Atracción? Mierda, es fuerte, te empujo hacia la pared como un muñeco de trapo, además de que no pudiste intimidarla ni un momento y tu estabas que te cagabas de los nervios.